Se
celebró el quinto aniversario del atentado terrorista islámico en
Barcelona y era una buena oportunidad para rendir homenaje a las
víctimas, con las autoridades en cabeza, por parte de los
representantes de la democracia y la ciudadanía. Durante el minuto
de silencio el homenaje se vio interrumpido por un grupo de
ciudadanos que a grito pelado acusaban al Estado y al CNI de ser los
autores reales de los atentados. Posteriormente, energúmenos
trataron de encararse con familiares de las víctimas. Resulta
curioso que el independentismo utilice los métodos del régimen
franquista emulando las manifestaciones que dicho régimen, sólo le
faltaba al ya generalísimo reconocido por las potencias del Eje y
oficiosamente por el Reino Unido anular unificando las distintas
corrientes y partidos que apoyaron el alzamiento, cuando tras el
bombardeo de Guernica por parte de la Legión Cóndor alemana y
aviones italianos las autoridades del ya denominado bando nacional
culparon a los propios vascos de ser los autores de la destrucción
de la emblemática localidad vasca...
Resulta
triste que haya una clase política que con tal de perpetuarse en
falsos mitos induzcan al analfabetismo político y la cruda irrealidad.
Yo no creo que el energúmeno que acusaba de español y de culpable
con la Guardia Civil al familiar de las víctimas sea capaz de
creerse su propia teoría, que no es suya, es una mentira consciente
que sólo busca la eliminación de todo lo que no sea su ideología,
de tintes racistas incluso al escupir ese odio a un compatriota, pese
a que acusa al sistema democrático que defiende su derecho a
defender sus tesis aunque sean embustes interesados. Incluso los más
ingenuos que apoyan que el Reino de España fue el artífice de los
atentados, ni siquiera son conscientes de que están atrapados y
utilizados por la propaganda prebélica del régimen de Putin.
Hace
mucho tiempo que la casta política independentista catalana que llevó a sus
votantes a estafarles vendiendo como derecho saltarse a la torera la
legalidad constitucional aprobando leyes inconstitucionales,
advertidos por los propios servicios jurídicos de la cámara
autonómica, hace tiempo que siguen embaucando a su electorado.
Trataron de vender su falacia de opresión al pueblo de Cataluña por
un sistema franquista al extranjero, y lo hicieron bien pero ahora
también el extranjero observa y sobre todo la Unión Europea, lenta
en sus mecanismos pero efectiva a la hora de dejar claro quien lleva
razón legítima. El llamamiento del prófugo Puigdemont a que en
septiembre la ciudadanía ocupe los colegios electorales de la
intentona resulta patético. Han sido utilizados por Rusia, la guerra
del imperialismo étnico ya está en Ucrania y parece ser que el
independentismo catalán, capitaneado desde el exilio a gastos pagos
de Waterloo, sigue jugando a favor de Putin y su régimen.
Cuando
termine la narcolepsia veraniega y se recrudezca la presión energética rusa
sobre la Unión Europea, será momento de remar todo el mundo por el
interés europeo que ya es de los países miembros. El
independentismo no es heredero del regionalismo, es deudor de las
guerras balcánicas, del fanatismo inducido y de apoyar todo lo que
debilite a España que es debilitar a la Unión Europea. Es hora de
que se cambie de actores públicos defensores de sus ideas,
respetables como el resto en democracia, pero a partir de septiembre
ciertos comportamientos y deslealtades intolerables que se perpetúan en mensajes y gestos oficiales, será sencillamente actos de
traición, a sus votantes desde el principio y a España y la Unión
Europea después. Se acabaron los buenos tiempos de derrochar dinero,
energías y vidas en falacias, utopías demostradas fallidas y
acusaciones falsas porque la guerra nos tocará este otoño invierno
un poco más cerca aunque no escuchemos los bombardeos aún...
Así
de simple y así de complicado.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
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