The Adversiter Chronicle: PIFOSTIO EUROVISIVO: ¿TANGANA O TONGO?

Con la colaboración de El Bis en exclusiva para The Adversiter Chronicle

Menuda se ha montado con la elección por parte de RTVE, la televisión pública española, de la canción que represente a España en el Festival de Eurovisión. La canción elegida y su intérprete, una edición más, ven diluirse su triunfo por polémicas que abarcan todos los ámbitos, populares y políticos. Un sistema de elección que, si bien permite la participación de la plebe espectadora, prima con un 50% del voto final a la decisión de un jurado formado por profesionales del mundillo y alrededores, seguro que evite enviar auténticos esperpentos tipo Chiquilicuatre nada apropiados para un festival eurovisivo...

Nadie mejor que nuestro colaborador en temas musicales para tratar de encontrar argumentos coherentes y desde un punto de vista musical y plebeyo...

-¿Enviar una canción reivindicativa, en gallego u la que se elige según las reglas de elección por parte de RTVE?

-Una vez que se me propone el tema decidí ver el certamen de Benidorm y he de decir que las normas son claras, todos las sabían y las aceptaron al participar. Después de ver declaraciones y titulares sólo puedo decir que España ha caído en un papanatismo gañán a todos los niveles donde no se libra ni algo tan universal como la música. La canción de la teta famosa, teta era la de Sabrina saliéndose de la camiseta y estamos curados de espantos y tetas desde entonces, me parece un oportunismo por parte de la clase política para hacer populismo y supongo que arañar votos. Lo de mandar una canción en gallego me parece una soberana estupidez que sólo serviría para que, de nuevo, la clase política se movilice para que el concurso de elección sea en lenguas y dialectos ibéricos. Ambas tesis, la teta y la del gallego, no son apropiadas para un certamen que ha degenerado a un concurso de canción con puesta en escena y cada vez más con los temas interpretados en inglés. Chanel es una buena elección y cumple los cánones eurovisivos actuales: letra tonta, estribillo machacón, excelente puesta en escena y actuación e interpretación por parte de la cantante y resto de acompañantes. Lo de la teta y lo del gallego puede que tuvieran el apoyo de la plebe pero desde un punto de vista técnico y musical acorde al festival eurovisivo no hay duda de que hubiéramos hecho el ridículo y quedar del último puesto para abajo.

-No creo que esos argumentos gusten al feminismo combativo ni a parte de galicia...

-Se me pregunta desde un punto de vista musical y, desde un punto de vista musical, ni la canción reivindicativa ni una canción en lengua cooficial eran procedentes a Eurovisión. Este fin de semana leía en un suplemento dominical que niñas y adolescentes cristianas, mujeres, eran secuestradas en zonas como India o Irak, es ahí donde el Ministerio de Igualdad y el feminismo combativo deberían ir a meter las narices y no en la música. Ir cantando en gallego queda muy chic, pero en un festival autonómico de música, no en Eurovisión. O bien que se saquen de la chistera las autoridades eurovisivas un certamen de regiones y no de países donde compitan gallego, flamenco y demás lenguas coofociales europeas. No me imagino que las aficiones permitan a un Barça o un Real Madrid competir la Champions con plantillas de los filiales, pues esto es igual, a Eurovisión se va a ganar, a participar, pero llevamos varias ediciones mandando frikis y cantantes que sueltan gallos o coreografías y puesta en escena desfasadas. Chanel es una artista y un tema eurovisivo que el jurado profesionalmente votó sin dejarse llevar por el clamor de la plebe. Al final sólo nos jodemos mutuamente por no variar, pero toca los cojones que la clase política instrumentalice a la música y los músicos que son quienes pierden al final.

-¿Ha cambiado Eurovisión y no nos hemos enterado?

-Ha cambiado la sociedad y el consumo de música eurovisiva. En 2022 el certamen eurovisivo no son canciones interpretadas a la forma clásica, se trata de un espectáculo musical y también visual, se busca conjugar el espectáculo con el gusto del público. Los países veteranos de la Eurovisión en la Guerra Fría, por poner un marco temporal, no viven el certamen como las naciones recientes, entre comillas, en las lides del festival; sigue existiendo en ellos el orgullo nacional y las rencillas como se aprecia en las votaciones. A eurovisión nos gusta ir a ganar y ver las puntuaciones, es normal que tras años de mandar bodrios trasnochados y figurar entre los últimos apague los ánimos. Si Chanel logra un buen puesto nadie se acordará de la polémica, falsa e inducida, y si fracasa veremos nuevos rebuznos desde ministerios, desde formaciones políticas y hasta desde presidencias autonómicas. Eurovisión es una fiesta que España no vive desde hace mucho tiempo por demérito en la elección del tema que la represente. Chanel tiene ritmo, pasos de baile que tanto gustan en redes sociales y es una artista profesional. La polémica es absurda y sólo tiene sentido desde un punto de vista político donde se nos trata de utilizar tanto por los unos como por los otros.

-¿Tiene Chanel probabilidades reales de sacar un buen resultado en las votaciones?

-Reitero que desde un punto de vista musical y eurovisivo es una buena elección, acorde a lo que se estila en el certamen eurovisivo y sobre todo que gustará en los países participantes. España, Portugal, Francia e Italia sin olvidar Alemania, deben ser competitivos para superar los votos cautivos en intereses de fronteras, canciones que gusten en Lisboa y en Vladivostok pasando por el resto de naciones del continente presentes en el certamen. Llevar localismos, regionalismos y eslóganes que mezclan lo social con lo político no es fórmula ganadora. Cuando vemos Eurovisión queremos pasarlo bien y que nuestro representante lo haga bien y nos voten, el resto son mierdas. Chanel tiene opciones, otra cosa es que llegue hasta los ovarios con la polémica y le afecte en su actuación. Si gana, seguro que ningún representante político que tanto vociferan ahora abrirá la boca para decir y reconocer que han sido unos y unas gilipollas. La música no es política y la clase política no son músicos ni de sus propios instrumentos como para venir a dar lecciones musicales. La teta y el gallego son escusas peregrinas políticas para hacer populismo a costa de la música sin sentir vergüenza de dar el cante, es patético.