The Adversiter Chronicle

miércoles, 5 de enero de 2022

"Ni a pata ni alpargata y menos a La Alcarria", suplemento viajero cutre

Suplemento viajero cutre de The Adversiter Chronicle

Viaje a poner la 3ª dosis de la vacuna

Iban a ser quince días, recuerda el viajero mientras hace cola para subir al bus. Ha tenido suerte y casi llegan a la vez a la parada el viajero y el autobús. Ha subido el billete con el nuevo año, una subida pequeñita que se une a otras pequeñas subidas de las cosas. El viajero, al igual que el resto de usuarios, ya ni se molesta en mirar si hay gel hidroalcohólico. Se ve que al viajero y a los usuarios les ocurre lo mismo por experiencia, que siempre que coge el autobús no hay gel. Tal vez, barrunta el viajero, los primeros usuarios de la mañana madrugadora agotan el gel, o tal vez que simplemente no lo reponen...
No hay mucha gente en el autobús, pero se nota quienes van a vacunarse, al menos el viajero cree percatarse observando el pasaje. Unos hablan en voz baja, otros miran por la ventanilla y la mayoría está alienada con sus móviles sin distinción de edad. El viajero aparta la vista que mientras meditaba se posó en el móvil de la pasajera delante suyo. Está enviando y recibiendo mensajes y el viajero medita sobre cómo somos de inconscientes en nuestras comunicaciones, bastaría que el viajero se fijara para violar los contenidos de los mensajes y asomarse a la intimidad mensajera de la usuaria del bus. Todo el mundo lo hacemos, piensa el viajero mientras se concentra en el paisaje urbano que desfila por la ventanilla. Es un paisaje mortecino de una ciudad en pandemia y día gris plomizo de lluvia y algo de fresco...
El viajero se apea y se encamina hacia el pabellón deportivo donde le pondrán la tercera dosis de la vacuna para el covid. El viajero está fatigado de escuchar a la gente, propios y extraños, comentarios sobre las vacunas, como si sirviera de algo discutir. La situación es la que es, piensa el viajero que considera que rechazar la vacuna será recordado por las generaciones futuras como un reproche más que hacernos, de que tontos éramos. Para el viajero todo se reduce a no terminar entubado en la UCI, acepta que el mundo es un ensayo clínico comparable en magnitud a las cifras que se invierten en buscar un remedio eficaz, pero el viajero se ve inundado por el pesimismo cuando piensa en los remilgos, bulos e ignorancias que aún se permite la ciudadanía respecto a la pandemia. El viajero no barrunta tanto como en las dos primeras dosis y se inclina a creer que antes de que termine el nuevo año tendrán que suministrar la cuarta...
Falta casi un cuarto para las cuatro de la tarde y está cerrado el acceso para la vacunación. Al viajero le parecía que ya había cola, pero a cada minuto ésta aumenta y comienza a serpentear de forma espontánea la gente que se une a la cola. Hay de todas las edades de vacunación salvo infancia y algún joven, todos y todas unidos bajo la lluvia en la cola...
Son puntuales para abrir el acceso y el viajero avanza despacio pero de forma continua sin pararse. El viajero siente admiración observando al personal sanitario que se bate en la trinchera de la guerra al coronavirus, se les nota atareados para que la cola no se pare y sin embargo son amables, atienden a la persona si necesita sentarse y el viajero cree que debe ser agotador estar día tras día al pie del cañón. El viajero se quita la parka y queda en mangas de camiseta, relaja el brazo como le indica la sanitaria y le pone con destreza la vacuna que no supone para el viajero más molestia que la necesaria y que casi no se percibe. Antes de dejar sitio al siguiente pregunta si es la misma que las dosis precedentes y le indican que es distinta. No pregunta el viajero por tocar las narices o protestar ofendido, la situación es como es y el cóctel de vacunas es efectivo, al menos eso entendió el viajero buscando información en páginas especializadas. Tampoco sirve de nada preocuparse más de la cuenta, el viajero barrunta que dentro de un año la cosa será obligatoria dejando de lado los prejuicios de negarse a la vacuna...
El viajero llega a la parada, no siente molestia alguna y se siente bien, con ganas de un cafelito y de que pasen las horas por si hay algún síntoma raro, pero tampoco le preocupa más allá de lo normal y calcula si le dará tiempo para ir a ver a...
Pero ése, ya es otro viaje.

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
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