Una sección de
Palomino Gargajo Bilioso
en exclusiva para The Adversiter
Chronicle
Pacifismo populista
frente al chantaje de la agresión militar
Se
vive un momento histórico apasionante, salvo para quienes sufren las
consecuencias, donde Rusia vuelve a sus viejos fueros de la doctrina
defensiva que dice que Rusia necesita de un cordón sanitario en
forma de naciones que sirvan de tapón a una agresión exterior.
Napoleón y el nazismo han reforzado históricamente esta doctrina
rusa de fronteras anexas a su territorio. El imperio soviético logró
imponer países satélites que, en el siglo XXI, aspiran a pertenecer
a las instituciones europeas y los dispositivos de defensa de la
OTAN. Se puede entender el interés de Rusia en mantener esferas de
influencia en las antiguas repúblicas soviéticas, pero lejos de
ganar la confianza de las mismas mediante la prosperidad y el libre
comercio así como libertades democráticas, el presidente Putin y su
régimen disfrazado de democracia y capitalismo, vuelve a las viejas
tretas soviéticas de intervenir militarmente para imponer su
doctrina defensiva y con injerencia en las naciones bajo la misma...
Rusia
y su injerencia en la Unión Europea, y en el resto del planeta, se
basa en vender una imagen idealizada del sistema ruso y de sus
gobiernos aliados en el continente americano mediante sus medios de
comunicación global y alimentando ansias separatistas en los estados
miembros de la Unión Europea. En realidad son peones de Rusia donde
el populismo indigenista y cierto renacer del socialismo idealizado,
antesala de la revolución, que encuentra en una clase política
aliados leales aunque en realidad se trata de combatir la influencia
de Estados Unidos en esas regiones y socavar la unidad europea. Un
ejemplo claro es la injerencia durante la intentona golpista
secesionista del prófugo señor Puigdemont y sus compinches. España
fue utilizada por Stalin y dejada a su suerte cuando la URSS alcanzó
sus metas de influencia en Europa y ahora el señor Putin rescata la
teoría de debilitar las democracias para que Rusia negocie en
posición de fuerza.
La
OTAN es el baluarte defensivo de las democracias frente a
totalitarismos y, de nuevo, afanes expansionistas. España tiene un
papel importante, al igual que Portugal, en el sistema defensivo de
la OTAN. Sin embargo, nos pilla, entre comillas, lejano el conflicto
entre Rusia y Ucrania. El pacifismo de las nuevas izquierdas progresistas rescatando pancartas y lemas de los 80´s en plena Guerra
Fría, muestra sus carencias ideológicas, no de sus votantes que son
libres de soñar y aspirar a un mundo mejor. Es difícil imaginar que
las tropas rusas toleren que jóvenes ucranianos coloquen margaritas
en las bocachas de sus fusiles. Dividir a la sociedad española y de
la Unión Europea afirmando que el pacifismo y el diálogo entre iguales calme
al ardor guerrero es hacer el juego al régimen de Putin que lejos de
ir a Madrid a dialogar en plan pacifista ha movilizado a sus tropas
en maniobras militares que esconden sin engañar a la OTAN un
despliegue de tropas cercando a Ucrania. No se trata de hacer la
guerra, se trata de llevar el régimen de Putin al concierto
internacional de un mundo ya inevitablemente conectado en tiempo
real. Los modos soviéticos son tan anacrónicos como los
nacionalismos y los fascismos de izquierda y derecha, sin lugar en
este mundo del siglo XXI...
Permitir
al régimen de Putin salirse con la suya mediante el método de la
amenaza militar sólo sería el comienzo de un resurgir del Gran
Juego y colocaría al planeta en un punto de inflexión. Putin no es
comunista, pero le resulta inevitable tratar los problemas bajo un
prisma soviético y todos sus defectos. Eliminación física de
opositores, propaganda anti OTAN y anti democracia occidental, falta
de democracia real en Rusia, agresión a Ucrania y su soberanía de
forma ininterrumpida e injerencia en la Unión Europea son
inadmisibles y enarbolar el pacifismo sólo es demagogia electoral
que alimente el sueño de sus votantes. PODEMOS ha llegado al poder,
ha llegado a las instituciones y ya forma parte de la clase política,
pero ni son realistas para gobernar ni para hacer oposición
gubernamental. Hacen el juego a la estrategia rusa y debilitan la
imagen de la Unión Europea. Los estrategas rusos deberán decidir
entre defenestrar un régimen que les lleva al borde de un conflicto
con la OTAN o hacer una demostración de fuerza que permita retirar
con honra las tropas desplegadas. Y el mensaje que leen ante el
pacifismo de boquilla de PODEMOS y sus compañeros nacionalistas es
que hundir un barco o derribar un avión español, servirá como
demostración de fuerza y seguir la injerencia en los asuntos de
España, la Unión Europea y la OTAN colocando a nuestras tropas
desplegadas con la OTAN como objetivos potenciales de consecuencias
asumibles para el agresor. Y el señor Putin sabe por sus servicios
de inteligencia que, actualmente, la sociedad europea está en la
narcolepsia inducida del consumismo a todos los niveles y la crisis
económica y social que la pandemia tensa hasta hacer crujir las
cuadernas de la convivencia y la democracia...
Así
de simple y así de complicado.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
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