Hay que andar con cuidado
a la hora de denunciar el ridículo ajeno cuando no es tal, se corre
el riesgo de cumplir aquello que dice el Evangelio, parafraseado con
licencia, de ver el ridículo en hecho ajeno y no ver lo ridículo
del hecho propio...
Si se le suma que al igual
que el rey del cuento quien lo afirma está desnudo y todo el mundo
lo ve así salvo los cortesanos, el ridículo es aún más espantoso,
no ya por el hecho de que carece de ropajes que lo vistan de monarca,
es que también es un desnudo de ideas, propuestas y diálogo...
No puedes fiarte de las
promesas de tales reyezuelos y su corte correspondiente como no
puedes fiarte de un volcán, que puede estar dormido y aletargado
durante siglos y un buen día o una mala noche despertar de mal humor
y besa con su lava todo lo que le rodea...
Siempre el ser humano se
sobrepone a las catástrofes, ya sean naturales o artificiales...
Pero el ridículo de ir
desnudo presumiendo de ropajes es de difícil olvido pese a los
fuegos de artificio, que hacen ruido, provocan humo y molestias...
La culpa es de su corte,
que le invisten de ropajes que no existen.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
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