Unas memorias de
Antón Rendueles en exclusiva para The
Adversiter Chronicle
De romería
Era
un momento periódico en mi universo infantil y cita obligada cuando
entré en la adolescencia, pero guardo el recuerdo infantil de ir por
estas fechas de romería. El trajín comenzaba ya desde el fin de
semana, de la compra de los sábados que le hacía a mi abuela. La
víspera el trajín era en la cocina donde se afanaba en cocinar y
duraba hasta bien entrada la noche. Tortillas de patata, filetes
empanados, empanada...
Se
madrugaba para ponernos en carretera, sinuosa y con tráfico en una
de esas carreteras nacionales de la que se decía que soltaron a un
burro para trazar la misma. El viaje duraba sus buenas dos horas,
creo a recuerdo fugaz, y puedo ver el aparcamiento en que se
convertía el prado, repleto de coches y familias con las cestas de
la comida. Era tradición ver la procesión a su salida de la iglesia
para luego buscar sitio, un buen sitio, donde tender las cosas y
sentarnos en la hierba...
Había
ambiente de fiesta, sonido de gaita, olores a dulces de los
tenderetes y la liturgia de ir a comprar avellanas...
Para
un niño urbanita resultaba fascinante el olor de la romería y sus
sonidos, aunque también representaba el final del verano escolar y
sentía esa extraña sensación de que se acababa lo bueno. Vecinos
de antaño en el pueblo se saludaban y recuerdo la liturgia de los
saludos cada año en la romería. Puedo ver rostros que ya no están
y hace décadas que no he vuelto a la romería, pero el recuerdo es
una forma de viajar aunque se empañen los ojos al recordar las
ausencias...
De
pronto recuerdo que estamos en pandemia y no habrá romería
y, si la hay, será descafeinada como todo en esta nueva normalidad.
Antón
Rendueles
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
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