Con la
colaboración del profesor T. A. Rambaina
en exclusiva para The Adversiter
Chronicle
Tradicionalmente
es en el mes de enero cuando se habla de la famosa cuesta de ídem,
ese tiempo tras las navidades donde los gastos en fastos, farras y
regalos navideños que da paso a encarar el año ajustando los
gastos. Pero la cuesta de septiembre, si bien menos popular en el
habla sí que es tan cruel y fatigosa como la cuesta de enero. Gastos
ineludibles con la vuelta al cole y a lo que se suma el disparado y
casi disparatado precio de la luz que sangra negocios y domicilios
particulares. Como siempre es norma de la sección trataremos de que
la gastronomía doméstica sea una ayuda para encarar los gastos de
la, no por ello menos conocida, cuesta de septiembre...
-Cuestión
de psique, simple cuestión de psique. En enero estamos en el primer
mes del año, con esa perspectiva gloriosa de pensamientos de
enmienda, se trazan planes de gastar menos y quitar lorzas pese a que
llegamos al verano igual de empufados y en ocasiones con más lorzas.
En septiembre es distinto, cambio de hora en lontananza, menos horas
de luz y ese diciembre que ya se palpa de manera progresiva, a lo
cual ayuda que haya turrones y demás delicias navideñas cada vez
antes. Pero si se mira fríamente, los gastos de veraneo y de verano
superan con creces los de las farras y fastos navideños. Si queremos
consumir y pagar servicios es necesario racionalizar el menú de
septiembre de tal forma que si bien no se ahorra pues tampoco se
disparan los gastos.
-Bien, pues pasemos al alimento base durante septiembre...
-Básicamente
es aprovechar la serie que publicamos sobre “Menús críticos para
una crisis”. Es inevitable el clásico de los ganchitos, alimento
no valorado en toda su valía pero que nos sacia, es económico y en
cierta forma nos devuelve a tiempos pasados de juventud y alegría de
vivir que nos haga olvidar el presente unos instantes. Se acaban
comiendo ganchitos de forma compulsiva, pero son tan económicos en
sus formatos que podemos adquirir de diez a quince bolsas y tenemos
alimento base para todo el mes de septiembre.
-¿De segundo?
-Se
tira de ofertas de pack de marca blanca de atún en aceite de
girasol. Una lata cada dos días aporta los beneficios del pescado y
se apoya la industria conservera. Regado con un tintorro de oferta, a
dos vasos por ingesta, garantiza que la saciedad queda eclipsada por
esa dulce modorra que da el tintorro y que logra cuando despertemos
de la misma que se tenga la sensación de haber comido un buen
cocido peleón. Un bote de espárragos debidamente racionado nos da para
tres comidas a la semana, o en la cena con las naturales propiedades
del espárrago en la cena, obviando el efecto glutamato, por
supuesto. Unos guisantes de lata o champiñones laminados nos dan un
complemento perfecto al ingrediente principal, que al ser todo de
laterío barato como que se complementan los sabores. Por menos de
diez aurelios podemos tener comida para una quincena sin falta de
nutrientes como ocurre con dietas tan de moda.
-¿Y de postre?
-¡Por
supuesto el yogurtado de 500 gramos! Puede combinarse con laterío de
piña o melocotón dando una alegre presencia al plato de postre.
Pueden aderezarse unos gusanitos, puede comerse como única ingesta
diaria y se pierden lorzas. El yogurtado es ideal para cuando entra
el hambre saciarse y comprando para consumir dos al día durante
septiembre nos sale más barato que pasar el aspirador en horas
cristianas y no de madrugada. Mire, o se ahorra en comida o se cortan
gastos que consideramos imprescindibles por superfluos que sean en
realidad. Lo que no puede ser es vivir disfrutando de servicios de
pago y pretender comer como un pachá. Gusanitos, laterío de oferta,
yogurtados y gorronear pinchos en los locales de hostelería
habituales, es la mejor receta para la cuesta de septiembre y no
llegar deprimidos a las navidades. Por no hablar de las ventajas
intestinales de dar descanso a las tripas de farras y fastos, ya sean
veraniegos o navideños.
-Y se ahora en vitro eléctrica o fogón de gas, oiga.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
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