Una sección de
Palomino Gargajo Bilioso
en exclusiva para The Adversiter
Chronicle
Relevo en el Ministerio
de Sanidad
Se
va a cumplir un año en marzo de la llegada de la pandemia a España
y es buen momento para poner una nueva persona al frente de un
Ministerio de Sanidad que, al igual que ha ocurrido a lo largo de
este año en todos los países de nuestro entorno y del extranjero,
pilló a las autoridades sanitarias en un escenario que descalabró
todas las previsiones y planes de respuesta ante una pandemia por
virus. Se estudiaban y se proyectaban actuaciones para un escenario
de focos muy localizados y de rápido aislamiento como los focos de
virus del ébola en tierras africanas, esos eran los planes en la
Unión Europea...
Pero
ha llegado el momento de que las autoridades de los distintos países
se unan en una
estrategia común y en el caso particular de España
aprender de los errores ante una situación imprevista que lleva al
colapso de los sistemas sanitarios. El saliente ministro ha sido un
tal capaz de poner cara de póker ante las cámaras y la ciudadanía
y, si bien no mintió en el sentido estricto de la palabra, sí que
supo ocultar la verdad con cara seria, porte serio y tono de
gravedad. No dijo la verdad desde el tema de las mascarillas y dejó
que su subordinados adaptaran su discurso siendo el señor Simón la
cara al público de las medidas, más bien de la manera de mostrarlas
a la ciudadanía. En lugar de avisar de que, cuando hubiera
suministros, sería obligatorio llevar la mascarilla, se adoptó el
discurso de ocultar la verdad y soltar pequeños embustes del tipo de
que no eran necesarias y así en el resto de asuntos hasta el día de
hoy.
Por
otra parte, el señor Pedro Sánchez repite su jugada favorita de
negar para, sabiendo que debe otorgar, dejar tiempo para que las
oposiciones en oposición se desgasten y finalmente parecer que cede
ante el clamor ciudadano. Así, la nueva ministra es muy probable que
tras reunirse con las autoridades sanitarias autonómicas, le diga a
Pedro Sánchez que hay que confinar a discreción de las autonomías,
todo ello adornado con un nuevo enfoque. Si la jugada sale mal, culpa
de la ministra y si no interesa el confinamiento, como ocurre con las
elecciones en Cataluña, la culpa de la ministra por seguir
directrices que eran del anterior titular. La pandemia es un arma
política en todos los países de la Unión Europea aunque parezca
que es sólo en España. Si miramos a la mayor democracia del mundo
como es EEUU podemos ver los estragos de hacer de la pandemia un
arma política...
La
ciudadanía de todos los pelajes políticos está sufriendo fatiga de
combate en esta guerra
que siempre lo fue desde el día uno y que
ahora se denomina así abiertamente, desterradas absurdas teorías
de sesudos especialistas de que el término no era adecuado. Pero la
realidad se impone y la economía y la producción de vacunas así
como su distribución y vacunación de la población debe afrontarse
como una guerra. Las soluciones serán a nivel mundial pero hasta que
llegue ese momento España, como el resto, debe mentalizarse del
combate pese a que ya almorcemos viendo las noticias y los centenares
de muertos no nos impiden seguir almorzando. Fue un error el turismo
a nivel internacional pero el pasado verano España era perfecta para
veraneantes del norte de Europa, que ahora sufren las consecuencias
de mirar por encima del hombro lo que ocurría en Italia y España.
Las navidades con nueva normalidad fue un fracaso como muestran las
cifras diarias de evolución de la propagación, la tensión al
sistema sanitario y las cifras de muertos, las cifras de bajas....
El
único margen de maniobra que tiene la nueva ministra es escuchar a
las autonomías, desmarcarse de la gestión de su predecesor en la
cogobernanza hasta ahora y presionar en las instancias europeas para
que la campaña veraniega se circunscriba al turismo nacional, exigir
cumplimiento de los protocolos de producción y distribución a las
farmacéuticas y medidas comunitarias de uso y aplicación estricta en
toda la Unión Europea. A nivel nacional, dejar de tratar a la
ciudadanía como un animal que se asusta y decir la verdad cuando
haya que aplicar medidas cuando éstas sean posibles, ni antes ni
después... Así
de simple y así de complicado.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
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