The Adversiter Chronicle

jueves, 14 de enero de 2021

"El sermón de la pradera", por el padre I. N. Mundicia

Una sección del padre I. N. Mundicia en exclusiva para The Adversiter Chronicle

Las mujeres pueden dar hostias

Debido al incidente en la misa del pasado domingo, me veo obligado a ilustraros sobre la disposición del Papa Francisco respecto a las mujeres como auxiliares de la misa y realizar labores hasta ahora propias de monaguillos. Bien conocéis que en esta parroquia hemos sido vanguardia dando siempre protagonismo a las feligresas en tareas propias de su natural naturaleza como es barrer, limpiar y fregar las bancadas de la iglesia, ocuparse de que las flores no se chcuchurrien, aseo de la sacristía, ropajes y menaje así como atender las obligaciones de la casa parroquial. Pero debido a lo ocurrido en la primera misa con tal disposición de Francisco he de puntualizar algún aspecto de la misma...

Sé y creo que vosotros también que el Juanjo, marido de la Pacita, es bastante tabernario,

amigo de lupanares y algo picha brava, es humano y como tal pecador si bien es cierto que parece que preparara oposiciones al infierno. Pero que la mujer pueda dar hostias en misa no quiere decir que puede hostiar al marido con el bolso, en cuyo interior es evidente que había algo sólido y contundente porque el Juanjo presenta tras ser hostiado un trauma cráneo encefálico que baje Dios y lo vea lo descalabrado que quedó. El caso es que Pacita, ni ninguna otra feligresa, puede venir a misa a dar hostias al marido por muy acusado que sea por su propia esposa de borracho y putero a grito pelado. Estas cosas se resuelven en la intimidad del hogar, pero en misa no...

Aclarado que hay hostias y hostiazos, paso a comunicaros las nuevas tareas de las feligresas

a desempeñar en misa tras lo anunciado por Francisco y siempre a tenor de lo que la pandemia de coronavirus obliga. Acercarán el babero, el cáliz y la hostia al feligrés de turno pero tras impartir deberán hacerse una PCR para volver a pisar la iglesia; barrer, a medida que sea necesario, el altar durante la misa; encaramarse al campanario cuando se atasque el badajo de la campana con heladas invernales como la que azota estos días y, finalmente, podrán pasar la hoja del misal a medida que voy leyendo. Así que a cumplir lo que dice Francisco pero no dar hostias y menos con objetos contundentes dentro del bolso por muy golfo que sea el marido.

AMEN


The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton  Jr. IV

 
 

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