Al final resulta que los nuevos santones de la vida urbana saludable que se alimentan de alimentos que no provocan aerofagia y sus nocivos gases en las reses sustituyendo la carne por cosas que no lo son pero saben a carne, también le pegan a la botella y suben a sus vehículos no contaminantes poniendo en peligro, no ya su propia integridad, sino la de los vulgares peatones, nuevos parias de la circulación que entre terrazas ampliadas quitando acera y los carriles-bici nos vemos marginados a seres esquivos de toda cosa que se mueva...
Me pregunto qué pasará cuando los coches de conducción autónoma sean realidad cotidiana y su dueño suba con una cogorza al vehículo, ponga el modo conducción automática y, por razones desconocidas hasta que se resuelva la investigación, se escoñe contra otro vehículo, contra un ser humano u bien contra un vehículo no contaminante. Conociendo al paisanaje pasará lo mismo que cuando vas conduciendo y te dan por atrás al ralentí en un semáforo, que te joden las cervicales y que indemnice el seguro...
A este ritmo de evolución de los vehículos no contaminantes para carril-bici se hará, tarde o temprano, necesaria la creación de una policía de carril-bici que vele por el tráfico. Puede parecer una medida drástica o patética ocurrencia según se mire y no lo voy a negar, pero cuando el tráfico se recupere en su cantidad normal y cotidiana cuando termine la pandemia, está claro que o quitan carriles para unos y ponen para otros o seremos los sufridos peatones quienes suframos más reducción de espacio peatonal...
Miro el tráfico desde el acantilado, fluido pero de mayor volumen que semanas atrás, un latido de la ciudad que va recuperando su ritmo cardíaco aunque contamine sus pulmones...
Lo echaba de menos.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
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