The Adversiter Chronicle

viernes, 26 de junio de 2020

"Butaca de patíbulo", suplemento cinematográfico cutre


Suplemento cinematográfico cutre de The Adversiter Chronicle

DUEÑOS DE LA CALLE (2008)

Hay todo un subgénero dentro del cine policíaco como es el de la corrupción dentro de los cuerpos de policía estadounidenses donde hay dos departamentos, donde decir asuntos internos, es echarse a temblar el más aguerrido de los miembros, con perdón, de la policía. Hay dos cuerpos míticos, el NYPD y el LAPD de Nueva York y Los Ángeles respectivamente, luego están los de Detroit, San Francisco, Chicago u Seattle, pero los míticos son los dos primeros. Un tema candente por las recientes muertes de ciudadanos de raza negra, un actor que nos gusta y que se había encasillado en personajes místicos junto con un guión firmado en equipo por el James Ellroy y autor del libro en que se basa el guión. Excelentes motivos para pasar del curro y disponer la mesa con birras, pistachos y tele gansa de la sala de reuniones...

El universo de James Ellroy está presente pero alejado del periodo de posguerra y crímenes atribuidos a pachucos, pero tenemos al policía que asciende por sus métodos y capacidades de seguir órdenes de superiores que deciden al margen del sistema judicial dónde y a quién hay que hacer justicia, que forma parte de una hermandad pero no es considerado un igual porque algo dentro de su alma late con honestidad, sabedor de que es un buen policía y fatalmente confiado en su superior que sólo ve un buen matón al que hacer cumplir ejecuciones. Keanu Rives no es un poli apuesto, está fondón, le gusta lo que hace pero vive atormentado por la muerte de su mujer que se la pegaba con un tipo que la dejó tirada sin asistencia a la puerta de urgencias tras darle un jamacuco en pleno fornicio. Encima, su muy mejor compañero muere tiroteado y le acusan de tener algo que ver lo cual le llevará a buscar la verdad y encontrar la misma por el camino...

En su estreno fue bastante fusilada por la crítica y cierta parte del público que le gusta el cine de acción pero no sabe apreciar las esencias de una buena historia de polis corruptos y ambientes barrio bajeros. No hay protagonismo femenino porque es un ambiente de machos alfas, de brutos con placa sin lugar ni al erotismo ni a las relaciones salvo cepillarse a alguna por morbo y luego matarla. Es verdad que casi sabemos lo que va a ocurrir pero el conjunto logra que queramos saber qué va a ocurrir. Los aciertos son varios, empezando por el guión que sigue las reglas no escritas y vistas tantas veces, mezcla por momentos diversos estilos, de dos que no se tragan ni se gustan pero acaban investigando juntos y en equipo, pero hay giros de muertes y de diálogo que hacen de esta película una digna representante del género. Los actores principales llenan el plano y sabemos de sobra quienes son los corruptos de verdad y nos da rabia que el Keanu Reeves sea un inocentón que se traga los camelos del Forest Whitaker...

Para frikis, tiene papel secundario el doctor House y parte del final amargo de la película, y lo que más nos chirrió, porque entre la imagen televisiva que tenemos de Hugh Laurie y el amargo final de que en realidad los jefes siempre necesitan de sus matones, pistoleros en realidad, y que a rey muerto, rey puesto; pues el final parece un final abierto de cuando de episodios pilotos de serie televisiva se hacía un estreno cinematográfico, pero es sólo una sensación porque como buena representante del género no tiene ese final feliz que tanto gusta: mueren los buenos, dirigen los malos y el protagonista es alguien que es llevado por los acontecimientos de una realidad que cree controlar pero es él quien es controlado por todos de una u otra forma. El trato a los ciudadanos negros no es descafeinado y los tiroteos carecen de ese ritmo trepidante y tremebundo que tanto gusta también, los disparos son pocos y suelen ser certeros.

La recomendamos para reconciliarse con el Keanu Reeves si os saturó en la saga Matrix, buena película y decadentes secuelas con ínfulas de saga cinematográfica. Si os gusta el James Ellroy es una historia confortable y si os gustan las ñoñeces, la acción tremebunda o los asesinos psicópatas no es una película recomendable. Si os gustó Sérpico y Payback, es de las de recordar dentro de la categoría de cine negro, subgénero cuerpos de policía corruptos. No es película de premios, grandes taquillazos y excelentes críticas con mejores recaudaciones, es cine negro con una historia del James Ellroy, es cine de amantes del género donde sus aciertos logran que se la indulte por sus fallos, que en el fondo no son tantos.
 
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton  Jr. IV

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