
Parecía un buen tipo, conocido del resto de integrantes, joven y mono aunque tal vez con cierto aire de mona, y se sentó a que pasara lo poco que quedaba de la jornada con sus auriculares. Mas de súbito, al alzar la vista, le veo leyendo el manual de su gremio y medio en broma medio en serio advirtiendo con cachondeo a una de la integrantes que no le iban a escaquear ni una sola papeleta...
Por mi experiencia con esta clase de “profesional” me temí lo peor y, cuando se cerraron las puertas y entramos en convento, pude verificar que el tío era un novato nervioso y primerizo al que no debían haber soltado a solas para su bautismo de fuego glaseado...
Que el manual dice esto, que el manual no contempla lo otro, que el manual no instruye de aquello y que no podíamos ayudar para evitar joder el apoyo de ajeno; absurdas memeces siempre y cuando y de puertas adentro lo que se decide para salir cuanto antes del convento se queda de puertas adentro...
Finalmente demostró su coherencia y que dejaba de ser virgen para contienda cuando su cara expresaba el fracaso de su fe en las normas del manual, que no éramos amantes de los apoyos ajenos a lo que representábamos y que se percató que había pasado hora y media casi en comprobar y comprobar gracias a su método. Afortunadamente no volvió a gorgutar memeces del manual y dejó que las cosas se hicieran de forma racional, acorde a todos y todas, respetando las leyes no escritas de normas conventuales para no ser frailes o monjas más allá de lo estrictamente necesario y pudimos oír misa sin robar demasiado tiempo a la inteligencia proponiendo memeces de manual.
Pero hay que reconocerle que pudo pasar de fraile a novicio sin cometer el error de los clásicos de enrocarse en su manual, refugiarse en los procedimientos y seguir siendo un cretino mediante amenazas de paralizar al resto con el apoyo de la autoridad...
Tal vez, sí algo ha cambiado y empezado a cambiar en las personas aunque lleve tiempo, ilusiones y desengaños.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/


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