Unas memorias de
Antón Rendueles en
exclusiva para The Adversiter Chronicle
Mal educados en la
Guerra Civil

Mas creo que mi generación, supongo que le pasará a la mayoría, fuimos
mal educados por familia y sistema de la E. G. B. sin menoscabo de la
televisión pública. En mi caso, mi familia tenía que ocupar su
mente en vivir y que creciera sin la niñez interrumpida y darme una
educación, dentro de sus posibilidades, que me permitiera ser lo que
quiera ser en la vida. En el colegio, porque salvo una avinagrada
profesora de francés, luego siempre la imaginé como guardiana de
las SS en un campo de concentración, el profesorado nunca me
adoctrinó y sí me estimularon al conocimiento aunque ya desde bien
temprano se veía que estaba destinado a la carrera de la Ciencia de
la Burrología. La televisión pública por realizar documentales,
programas y series tratando de mostrar los hechos que pasaron...
De
todo ello, resulta que cuando me hablan, leo u escucho de la guerra y
de rojos y azules, de nacionales y republicanos, de fascistas y
comunistas... Yo sólo veo españoles y españolas, hijos de su época, una Era donde Europa calentaba armas o miraba para otro lado. Una sociedad de su época histórica, pero ya historia. Saber colocar la España de 1936 en su contexto, requiere una labor de educación de la sociedad en las aulas, pero supongo que eso no interesa porque entonces la propaganda institucional de los nacionalismos radicales y las falacias de la Arcadia franquista se vendrían abajo como un castillo de naípes, como un gigante con pies de barro...
España tiene muertos en las cunetas, en los campos de batalla del frente ruso, en los cementerios de las tierras hermanas en América y refugio del exilio, en los cementerios de soldados que lucharon encuadrados en las fuerzas francesas de liberación, en las cenizas que forman parte de la tierra en Polonia, humildes mortajas de los sacrificados industrialmente por los campos de la muerte y el exterminio; en los dosieres de las entretelas de la guerra, y de tantos y tantas que ni se sabe dónde yacen sus restos. Supongo que en estos días de extremos políticos que se retan y se santigüan seguros tras el colchón de la ciudadanía que forma la masa silenciosa y sacrificable, pensar en los españoles como tales y parte de la Historia, es contraproducente: nadie te entiende, nadie piensa así, nadie te escucha...
Se oyen y se leen tantas y tantas barbaridades que casi te quitan las ganas de ir a votar, pero es evidente que los extremos se han movilizado y no votar sería un pecado. Hay que hacerlo, y libremente aunque ya nadie hable de listas abiertas, si de verdad queremos rendir tributo a los hombres y mujeres que murieron en nombre de la democracia y recordarles a todos y todas porque eran compatriotas, con las ideas y los ideales de su tiempo, ni buenos ni malos porque el paso del tiempo todo lo amalgama. Confío en la juventud, cierto que parecen maleables, pero irán a votar o al menos me gusta pensar eso, aunque no distingan ni observen el pasado y el consumismo les ponga gafas de aumento con realidades virtuales, aunque no confío tanto en mi generación, fuimos tan mal educados que nos duele conocer cómo murieron en la Guerra Civil porque eran españoles y no clasificamos a los muertos en buenos y malos, eso fue cuando estaban vivos, eso fue el pasado siglo y ya son las y los grandes olvidados en los anales de la II Guerra Mundial, que empezó en la Guerra Civil Española...
Antón Rendueles
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/


No hay comentarios:
Publicar un comentario