QUINI,
futbolista
Por
F. O. Roffön
No
todo puede ser alegrías y el fallecimiento hasta cierto punto
inesperado de Enrique Castro Quini, legendario delantero centro del
fútbol español, ha teñido de luto El Molinón, la ciudad y resto
del mundo futbolístico. Cuando The Adversiter Chronicle me pide una
reseña pensé que desde que se supo la fatídica noticia todo el
orbe futbolero le está rindiendo homenaje y honores merecidos ambos
tanto de su faceta y oficio como delantero centro como de su faceta
humana...
No
le conocí en persona así que sólo puedo hablar desde el punto de
vista de forofo que supongo que es el mejor homenaje que puedo
hacerle que es hablar de fútbol. Primero tiene que ser con ojos de
niño cuyo abuelo le llevaba en una coreografiada liturgia de paradas
por el camino, partida de cartas y olor a Farias con la indispensable
botellita de coñac para acabar en El Molinón. En la tribuna noble donde el himno se quedó
grabado a fuego y la pasión por un equipo donde no entraban otras
salvo la de la selección. Luego como niño que entraba en la
adolescencia con Quini ya en el Barça y la mítica primera final de
Copa del Rey que jugaba el Real Sporting de Gijón, yo nunca pude
olvidar como nos perforaba la portería y el viaje de regreso en
aquel viejo SETRA donde ya no había cánticos, anécdotas e
ilusiones. Siempre en noches de resaca tardía y filosofal he
imaginado que Quini nunca dejó el Sporting y lo que se hubiera
logrado...
Porque
recordar a Quini es recordar un Molinón con 40.000 espectadores,
autobuses de todos los puntos del Principado de Asturias, partidos de
jugar la clasificación a la UEFA, de tardes-noches de miércoles en
partido de Copa, de ilusión al empezar la temporada porque el
Sporting era un firme candidato a puestos nobles y la Segunda era
cosa del Real Oviedo, de una ciudad que salía en la tele, en la
radio, en la prensa capitalina y nunca pensábamos que llegaríamos a
la mierda que llegamos a ser y de la que aún tratamos de salir
agarrándonos a los recuerdos de aquella época que ha tenido en la
muerte del máximo exponente del equipo, orgullo de sus paisanos y
aclamado en todas partes y puntos cardinales de España.
Van
a ponerle su nombre al Molinón y no creo que sea lo más merecido
porque El Molinón siempre será El Molinón y si algún día
recuperamos el orgullo deportivo que da la competitividad es de
esperar que una firma comercial dé nombre al campo. Su nombre
debería ser el titular de la escuela de fútbol de Mareo porque
Quini era hombre de fútbol y que mejor homenaje a su memoria que
estar presente donde se forjan los futuros jóvenes y no tan jóvenes
futbolistas del Sporting, atletas del once local que escribía Carantoña...
Descanse
en paz y siempre en nuestra memoria y corazones sportinguistas.
F. O. R.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
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