Suplemento
cinematográfico cutre de The Adversiter
Chronicle
THE MARTIAN (2015)
(O
QUE BIEN VIENE TENER A MANO CINTA AMERICANA)
Película a priori de las que llegas al tajo nocturno,
intercambias miradas de complicidad con los kameraden de curro y casi
por telepatía se ficha, se espera que salgan los últimos rezagados
y jefatura y en cuanto se pesla tirar a un rincón mochos, linterna y
caja de herramientas, sacar unas birras frías, bolsa de ganchitos
y sentarse a disfrutar de la magia del cine. Director fiable y
estrella ya instalada en el estatus como es el Matt Damon arropado
por selecto elenco agradable a la retina del espectador y tema que
nos fascina como es el viaje a Marte...
Y es que dentro del género de ciencia ficción hay un
subgénero que es de argumentos futuristas pero en sintonía con los
pasos del programa espacial de la NASA. Además hace ya una década
que el tema de los primeros humanos en Marte ha copado títulos con más o
menos fortuna y todas con dudoso éxito. Al menos el bueno del Ridley
Scott ha evitado tópicos casi consagrados del subgénero como
inteligencias extraterrestres, bellas epifanías finales donde los
santos y santas se convierten en aliens pseudo espirituales por no
hablar de la turra con la terraformación. Se trata de vicisitudes de
tintura realista sobre cómo podría ser la misión y que debido a
una tormenta catastrófica hace que se aborte la misma y se den el
piro a la confortable nave espacial que les devuelva a la tierra.
Como si estuviera solo en casa, el bueno del Damon se queda en
tierra, Marte, donde se las debe de apañar para sobrevivir hasta que
le rescaten dentro de cuatro años terrestres.
Cual
Robinson en planeta desierto, unos mínimos conocimientos
científico-agrícolas, grandes dosis de buen humor y en compañía
de una cámara web cual coco de un cocotero que se convierte en su
muy mejor amigo y una pericia que hace pensar que su abuelo era el
gran McGyver azote del bloque comunista en los 80´s y sobre todo
metros y metros y metros y más metros de cinta americana,
omnipresente en todo el metraje y donde la ausencia, que se agradece,
de una todopoderosa computadora que controla todos los aspectos de la
misión es sustituida por la simple, familiar y a mano de la cinta
americana que lo mismo repara una fuga en el casco que despresuriza
el traje como convierte unos plásticos en una pared que aísla y
protege del exterior cual panel de pladur...
Si
llegados a este punto del artículo la cosa ya os huele a
chamusquina, estáis en el mismo punto en que dejamos de prestar
atención a la pantalla y entre birra y birra se habla del subgénero,
de lo bien de los efectos digitales, la fascinación que producen los
cachivaches de transporte, naves y demás porque la otra trama de la
película es de una ñoñez final y casi un insulto a la inteligencia
del espectador donde el mensaje es que el sistema al final rescata a
sus astronautas, por el camino la política, la lucha de intereses y
ganarse el favor del público que apoye al Congreso financiar el
programa espacial, pero esto se sabe por experiencia de cinéfilo y
recordar otros títulos porque estamos ante otro correcto producto
del Ridley Scott de atractivo embalaje con lazo fosforito en cuyo
interior vemos una tarta de sabor misceláneo que trata de hilvanar
historias de otros títulos que pueden fascinar a espectadores de
generaciones digitales pero hacen bostezar a veteranos espectadores.
Película
ya anticuada por cuanto no hay drones, sistemas robotizados de apoyo
por no citar que es la industria privada quien posiblemente tenga el
control de las misiones a Marte donde sólo destaca el protagonismo
de la cinta americana y la pregunta final de si el bueno del Damon no
se masturba nunca o tiene sueños húmedos. En definitiva un correcto
producto que sumar a otros títulos del subgénero pero salvo el
realismo de la ingravidez y los transportes y nave espacial, uno se
pregunta al terminar su visionado si en lugar de El
Marciano
deberían haberla titulado El
Murciano
porque sus conocimientos de la huerta en tierra yerma y abonado a
base de sus propios excrementos le hacen merecedor de ser titulado
hortelano en la mejor tradición murciana heredera de los
conocimientos hortícolas de Al -Ándalus...
Hay
que verla, pero no fascina.The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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