The Adversiter Chronicle

viernes, 2 de marzo de 2018

"Butaca de patíbulo", suplemento cinematográfico cutre


Suplemento cinematográfico cutre de The Adversiter Chronicle

THE MARTIAN (2015)
(O QUE BIEN VIENE TENER A MANO CINTA AMERICANA)

Película a priori de las que llegas al tajo nocturno, intercambias miradas de complicidad con los kameraden de curro y casi por telepatía se ficha, se espera que salgan los últimos rezagados y jefatura y en cuanto se pesla tirar a un rincón mochos, linterna y caja de herramientas, sacar unas birras frías, bolsa de ganchitos y sentarse a disfrutar de la magia del cine. Director fiable y estrella ya instalada en el estatus como es el Matt Damon arropado por selecto elenco agradable a la retina del espectador y tema que nos fascina como es el viaje a Marte...

Y es que dentro del género de ciencia ficción hay un subgénero que es de argumentos futuristas pero en sintonía con los pasos del programa espacial de la NASA. Además hace ya una década que el tema de los primeros humanos en Marte ha copado títulos con más o menos fortuna y todas con dudoso éxito. Al menos el bueno del Ridley Scott ha evitado tópicos casi consagrados del subgénero como inteligencias extraterrestres, bellas epifanías finales donde los santos y santas se convierten en aliens pseudo espirituales por no hablar de la turra con la terraformación. Se trata de vicisitudes de tintura realista sobre cómo podría ser la misión y que debido a una tormenta catastrófica hace que se aborte la misma y se den el piro a la confortable nave espacial que les devuelva a la tierra. Como si estuviera solo en casa, el bueno del Damon se queda en tierra, Marte, donde se las debe de apañar para sobrevivir hasta que le rescaten dentro de cuatro años terrestres.

Cual Robinson en planeta desierto, unos mínimos conocimientos científico-agrícolas, grandes dosis de buen humor y en compañía de una cámara web cual coco de un cocotero que se convierte en su muy mejor amigo y una pericia que hace pensar que su abuelo era el gran McGyver azote del bloque comunista en los 80´s y sobre todo metros y metros y metros y más metros de cinta americana, omnipresente en todo el metraje y donde la ausencia, que se agradece, de una todopoderosa computadora que controla todos los aspectos de la misión es sustituida por la simple, familiar y a mano de la cinta americana que lo mismo repara una fuga en el casco que despresuriza el traje como convierte unos plásticos en una pared que aísla y protege del exterior cual panel de pladur...

Si llegados a este punto del artículo la cosa ya os huele a chamusquina, estáis en el mismo punto en que dejamos de prestar atención a la pantalla y entre birra y birra se habla del subgénero, de lo bien de los efectos digitales, la fascinación que producen los cachivaches de transporte, naves y demás porque la otra trama de la película es de una ñoñez final y casi un insulto a la inteligencia del espectador donde el mensaje es que el sistema al final rescata a sus astronautas, por el camino la política, la lucha de intereses y ganarse el favor del público que apoye al Congreso financiar el programa espacial, pero esto se sabe por experiencia de cinéfilo y recordar otros títulos porque estamos ante otro correcto producto del Ridley Scott de atractivo embalaje con lazo fosforito en cuyo interior vemos una tarta de sabor misceláneo que trata de hilvanar historias de otros títulos que pueden fascinar a espectadores de generaciones digitales pero hacen bostezar a veteranos espectadores.

Película ya anticuada por cuanto no hay drones, sistemas robotizados de apoyo por no citar que es la industria privada quien posiblemente tenga el control de las misiones a Marte donde sólo destaca el protagonismo de la cinta americana y la pregunta final de si el bueno del Damon no se masturba nunca o tiene sueños húmedos. En definitiva un correcto producto que sumar a otros títulos del subgénero pero salvo el realismo de la ingravidez y los transportes y nave espacial, uno se pregunta al terminar su visionado si en lugar de El Marciano deberían haberla titulado El Murciano porque sus conocimientos de la huerta en tierra yerma y abonado a base de sus propios excrementos le hacen merecedor de ser titulado hortelano en la mejor tradición murciana heredera de los conocimientos hortícolas de Al -Ándalus...
Hay que verla, pero no fascina.

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton  Jr. IV

http://theadversiterchronicle.org/



 

 
                                                                                                      
 
 
 
 
 
 

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