REFLEXIONES EN VOZ ALTA, de Skizo´s Blues

Uno se siente afortunado en pequeñas cosas, ayer por ejemplo, entre trasvase de cosas de una estancia a otra para pintar, me dieron las tantas de la tarde, fui al abrevadero a refrescarme con una cerveza en jarra fría. Los chigreros, que son agradecidos de la fidelidad que les guardo, estaban de tertulia y en un momento dado el chigrero me invita a cenar con ellos. Es de esas cenas y grupo de charla que de noche al calor de la terraza del bar donde el local corre con los gastos...
Suelo estar callado y ausente, uno por mi autismo social y otra porque siempre me siento acompañado de mis pensamientos, del recuerdo, de los ausentes, de los añorados y de mis propios pensamientos...
Por algún extraño arcano, siempre estoy fuera de lugar: un tipo ya en el portal de la sesentena, con barriga y tocamientos de polla que delatan problemas de próstata contando que si tiene tanto y cuanto, que odia a los maricones aunque no tiene nada en contra de ellos y sus amaneramientos delatan que es un gay reprimido...

El sobrado, cosmopolita y sibarita de batallas pasadas que ahora sólo parece un patético barrigón y putero, que me recuerda de no sabe qué y es lo mejor, si recordara que tuve que sacarle de un lupanar cuando era mercenario de lupanares seguramente me soltaría desagradables epítetos...
Luego el gracias, ese tipo que siempre se lleva a las princesas equivocadas y cuenta burdos chistes verdes de la época de las cintas de Arévalo, el vecino abotargado que empalma una con otra y ya no se le empalma...
A veces hay distorsiones que atraviesan la burbuja protectora y vislumbro esa parte de la ciudadanía que mantiene el sistema...
No manejan las nuevas tecnologías, tienen carnet del partido y saben, aunque no lo confiesen, que se les aguanta porque dejan ganancia al local y de vez en cuando van de paganinis de copas de madrugada y karaoke, luego, al día siguiente, insinúan que tuvieron fornicio, el típico bramido de macho alfa que sabes en el fondo que ná de ná porque en el fondo es un reprimido que compensa con dinero su incapacidad de hacer reír a una mujer...
Al final, sólo veo soledad...
La incapacidad de quedarse a solas con ellos mismos y soportar su reflejo en el espejo, se abotargan, colocan y caen en la cama sin capacidad de soñar...
Me retiro sin ruido, admiro la belleza de la princesa equivocada y me pregunto quién dañó su corazón para que ahora se vengue calentando al personal y luego irse cuando la temperatura de las braguetas alcanzan su punto crítico...
Lo peor es soportar luego al braguetas, contando historias distorsionadas y su puta vida mientras pienso que si tiene una vida tan cojonuda qué hace invitando a rondas para que le escuchen...
Parecen niños que presumen de diablos cuando ni siquiera intuyen lo que es el Infierno.

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton  Jr. IV
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