Suplemento
cinematográfico cutre de The Adversiter
Chronicle
LA LISTA NEGRA (1988)
-The dead pool-
Una excusa para hablar de Harry
El Sucio
Teníamos gana de aprovechar cualquier pase para hablar
de Harry El Sucio que es hablar de Clint Eastwood. Por otra
parte la película es de las que animan al equipo de cata
cinematográfica para empezar bien el turno de noche y entrar en la
madruguera hora del bocata sin que las horas sean espesas.
Ahora todo kiski valora positivimanete, casi veneran y
aplauden cualquier cosa que haga el Eastwood. Pero en la época del
estreno de la saga de Harry El Sucio se daba esa paradoja que
suele darse en la fábrica de sueños de Hollywood: que las
películas fueran éxito de taquilla con una legión de
incodicionales y que la crítica las tildará, y al propio Eastwodd,
de productos fascistoides, propagadores de violencia a las masas y de
nula calidad cinematográfica...
Elegimos este botón de muestra por dos motivos
principales: su pase gratuito y porque reune todas las
características que hicieron saga. Por una parte un Harry Callaghan
(o cómo bowlings se escriba) ya veterano, sin el dolor de enviudar
joven pero tan cínico, poco correcto políticamente y ganando
enemigos cada vez que abre la boca. Ya se mueve con soltura en el
despacho del jefazo o del alcalde o bien sentenciando con una frase
al chupatintas de turno que tiene la desgracia de subirse con él en
el ascensor mientras le habla de ética y la importancia de los
medios de comunicación.
Es
una película del llamado cine
dentro del cine donde
es pecado no acordarse de La
noche americana
y, ahora, esa muestra de antropología ochentera en que las
pelñiculas siempre tenían a mitad de metraje una cancioncilla entre
tórridas o sensacionalistas escenas que terminaba invariablemente
sonando en la radio fórmula y en los tocadiscos de la casa
y
donde un joven desconocido llamado Jim Carrey trataba de hacerse un
hueco y que interpreta un corto papel, pero fundamental en la historia
que se nos cuenta, de cantante de relumbrón yonkoso bajo los acordes
de Wellcome to the
Jungle que
sorprenderá a más de uno y de una.
También
aparece en papel coprotagonista un joven Liam Neelson que desde
entonces nos ha acompañado en nuestra vida de aficionados al cine
donde ya se marcaba esa pizca que no sabemos denominar pero le
convierte en un actor querido y confortable para justificar pasar por
taquilla: ese toque europeo que pasa desapercibido a primera vista
pero que se va destilando a lo largo de su actuación.
La
historia, aparte de la trama de un asesino en serie que se va
cepillando a los integrantes de una lista negra de personajes famosos
que forma parte de un macabro juego de apuesta sobre quiénes de la
lista será el próximo en fallecer ya que la lista se elabora en
base a parámetros de profesiones y vidas de riesgo. Pero también
nos habla de los medios de comunicación televisivos y sus programas
sensacionalistas que buscan el efectismo más que contar la verdad y
sus causas.
De
prota femenina tenemos a una siempre desconcertante por su rara
belleza de Patricia Clarkson que no levantó pasiones entre el equipo
de cata, de hecho cada vez que salía en escenas largas el segureta
aprovechaba para hacer la ronda y el de la limpieza pasar la mopa. Y
es que su blanquecina piel y su pelo rubio combinado con sus
facciones induce al frío ártico, salvo para el bueno del Eastwood
que siempre ha gustado de compartir plano e idilio con mujeres de
esta estética. La mayoría la recordamos por ser la mujer chochera
por tumor cerebral del alcaide del penal de La
milla verde.
Es uno de esos casos de actriz que de joven ya era tan hermosa como
ya tirando a vieja, una especie de belleza almodovariana pero en
guapo normal sin narices torcidas y ojos virolos.
Aparecen
mafiosos, patibularios encarcelados, persecuciones en coche de verdad
y no digitales y el siempre reconfortante de Harry El Sucio que
reapetiendo los mamporros justos y sin economizar en cargadores, no
logra cambiar la mierda del mundo que le rodea pero sí limpiar la
mierda que le salpique. Sigue la guasa de asignarle compañero, que
implica que tienes todas las papeletas para que acabes muerto,
descalabrado y tiroteado, que a base de trabajar a su lado y ver sus
métodos poco ortodoxos y en ocasiones rozando la legalidad, la misma
que protege a los malvados y le valen reprimendas, descubre porqué
le llaman El Sucio...
En
resumen que el Eastwood ya era entonces un cineasta que lo mismo
dirigía,
protagonizaba y producía aunque ahora purguen sus pecados
los críticos adorándole como se adoran a esos cineastas que sabemos
que en cualquier momento deja este mundo para dejarnos un poco
huérfanos y convertir el visionado de sus películas en sollozos de
recordar tiempos pasados.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
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