The Adversiter Chronicle

lunes, 25 de mayo de 2015

"Deporte sin porte", por F.O.Roffön


Una sección de F. O. Roffön en exclusiva para The Adversiter Chronicle

De cómo ir a ver un partido y terminar en la sede de tres

Definitivamente la última cosa que debe hacer un ser humano es confiar en un hincha del Oviedo, y no lo digo gratuitamente o llevado por el sentimiento de todo sportinguista de mandarlos a tomar por el culo, que viene a ser lo mismo que ver un partido en el Tartierón dicho sea de paso...

Todo empezó en el abrevadero habitual en horas nocturnas el pasado viernes cuando uno de los parroquianos, y compañero de trifulcas de los naipes, comentó la gran segunda vuelta del Lealtad de Villaviciosa y apuntó que era una jornada histórica para el Oviedo que se iba a jugar contra el Cádiz el subir a segunda e hizo cierto comentario con retranca sobre el Sporting de Gijón. No niego que me vendo temporalmente si ello garantiza beber de gorra y puesto que es del Oviedo no tengo remordimientos en engatusarle para que pague las consumiciones y llegue a casa tan mierdas que tenga bronca con su mujer, así que acepté su invitación de ir el domingo a la Villa, ver a los carbayones morder el polvo y celebrar otra victoria rojiblanca...

La cosa empezó a joderse por la mañana cuando el notas quiso ir a misa de doce. A mi me la suda si es un beato meapilas, así que me quedé a dar una vuelta por los alrededores. Lo cierto es que me dio la impresión de que en Villaviciosa tiran en su mayoría hacia el Oviedo porque en los cinco chigres que paré estaba toda la peña hablando de las jodidas elecciones y del partido de promoción a segunda de los eternos segundones. Pero entre culín y culín amorticé la botella de sidra ya que terminé consumiendo unas cuantas a cuenta de un tipo con una acreditación del PP...

Finalmente el tipo me invitó a darme una vuelta con él por los colegios electorales ya que era el encargado de llevar las bolsas de avituallamiento a los interventores, dándose la feliz circunstancia de que sobraban bolsas, y le sobraban ya un par de culines al notas. Y me ofreció una para almorzar mientras le esperaba en su casa donde iba a ver la Fórmula 1...

Almorcé a la sombra de una panera atrapado entre un meapilas en misa y un fanático de la fórmula 1 sorprendiéndome el volumen de las vituallas y lo pésimas para saciar la necesidad de ingesta para tener volumen. Sólo pude aprovechar el bocata de carne ya que la tortilla era algo incomible y los pastelitos chocolateados tenían ese saborcillo peculiar de lo rancio por haber pasado la fecha de caducidad...

Una vez despedido al formuloso con la promesa de pasar por la sede a despedirme y la oscura intención de pillar algo que echar al gaznate porque pensé que si daban esas bolsas de vituallas sus celebraciones debían ser la hostia en lo que respecta a efectivo de bebidas espirituosas para celebrar. Todo iba bien viendo el partido del Oviedo hasta que les metieron un gol...

¡Que lamentos! ¡Que cagamentos! ¡Que alegría oculta de verles morder polvo en el Tartierón!

Dejé al notas llorando y me escaqueé del chigre para buscar uno que conocí tiempo ha. Tengo mala memoria por tener buen alcoholismo en dosis terapéuticas y me fui por las calles de la Villa. Acerté con la calle porque tampoco hay tantas y entré en lo que parecía el garito aunque algo reformado. Aquello era una mezcla de jaima escocesa, comuna hippie y pafeto alternativo de los 80´s, como volver de Vietnam y ver en el aeropuerto a jóvenes con chapas de amor y democracia para el pueblo vietnamita...


Me cayeron bien porque se veía que tenían más luces y no le hicieron ascos al partido del Sporting, además tenían birras frías y pude averiguar que eran los de PODEMOS. Como un sextante en una chatarrería evité criticar a sus líderes y coreamos viva el Ché y viva la Pepa. Pasados los primeros minutos de sorpresa de todos mirándome por soltar tales consignas y con alguno a punto ya de soltar la pota, canté el Asturias patria querida, trasegué toda la cerveza que pude y me salí de allí antes de que me descubrieran el grupito de fans del Oviedo ya que me miraban con sospecha cuando me subí al sofá y propuse un brindis por la victoria que era de todos ante el Tenerife...

Trataba de buscar la jodida estación de autobuses y un sitio donde descargar orines sin molestar ni ser molestado, cuando encontré una especie de gallinero en el parque y tras soltar lastre dirigía mis pasos a la estación cuando vi un grupito tomando copas en la calle frente a un local.
Sólo entré por mirar qué coño era y era algo parecido a un funeral pero sin muerto presente. La oferta era variada y pude agenciarme un par de cubatas mientras mostraba mi pena para no desentonar. Al final era la sede de FORO que muy agotados debían de estar cuando celebraban sacar una concejalía como si se les hubiera muerto el gato. Se ve que no andan muy bien de cascos pero eran un grupo agradable y agradablemente me comí su comida, me bebí su bebida y me echaron cuando metía mano a las chicas...

Así que hacerme caso y si uno del Oviedo os invita a ver el partido, mandarle directamente a tomar por el culo porque de partido nada y de partidos quedé hasta los cojones, si no saben perder que no jueguen y si no saben ganar poco van a ascender.

Felicidades a los jóvenes, y no tan jóvenes, atletas del Sporting que al final es lo que importa: ganar aunque sea de penalti injusto y en el último minuto, que jode cuando te derrotan pero satisface cuando ganas.
¿O no?

F.O.R.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton  Jr. IV

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