Suplemento
viajero cutre de The Adversiter Chronicle
Viaje de regreso en el
asiento de atrás
El
viajero elige ir en el asiento de atrás, emprende el camino de
regreso tras un opíparo almuerzo, porque prefiere un viaje reposado
abstraído en el paisaje además de que piloto y copiloto tienen cosas
de que hablar y que no son incumbencia del viajero, que se abrocha el
cinturón de seguridad antes de que arranque el coche. El viajero se
despide una última vez de sus anfitriones con la mano a medida que
el coche se aleja...
Es
una tarde soleada y el viajero se pone las gafas de sol y mira por la
ventanilla el frondoso paisaje de suaves colinas salpicadas de vez en
cuando de alguna vivienda y estructuras para estabular ganado. El piloto
toma una ruta de atajos por estrechos caminos rurales donde muros de
piedras apiladas separan la carretera de las fincas tras los muros.
Los árboles se elevan orgullosos antes de salir a la carretera,
sinuosa con la famosa `curva del coño´, llamada así porque cuentan
los lugareños que cuando se enfila conduciendo el conductor suelta
un `cooooño´ de lo pronunciada que es, pero tal vez sólo sea otra
leyenda rural más y piensa el viajero que habrá infinidad de
lugares que tienen su propia `curva del coño´...
El
viajero se asombra a la entrada de la capital del municipio, con
nuevas zonas urbanizadas donde se levantan edificios nuevos para el
viajero, no muy altos y que forman un paisaje desconocido. El asombro
sigue hasta casi coger la entrada a la autovía, están viejas casas
abandonadas que no han cambiado, salvo si acaso que están más
destartaladas que en los recuerdos del viajero. Se suceden a lo largo
de la orilla de la carretera, espectros marchitos de épocas pasadas
más gloriosas con actividad humana y que ahora son anacrónicas
estampas que pasan fugazmente por la ventanilla y que el viajero
contempla fugazmente y como a cámara lenta...
Hay
tráfico en la autovía y, barrunta para sus adentros el viajero, se
nota que hay tráfico que proviene de las playas y arenales, el canto
del cisne de la temporada estival ya que la radio del coche escupe
que mañana el tiempo cambia y sabe el viajero que ya no vendrán
días veraniegos, sí de soleados días alguna vez, pero ya de
ambiente otoñal...
El
viajero ve la ciudad acercarse por la ventanilla y recorre con la
vista el paisaje mientras el coche coge la salida, con algo de
tráfico lento y fluido en la rotonda que no obliga a parar el coche
y sí coger la rotonda a velocidad reducida. Un parque asoma por la
ventanilla, el viajero recuerda como era antes de ser una superficie
arbolada y recreativa cuyos árboles ya van cogiendo altura para
tapar a la vista el viejo cementerio de calles de nichos escalonadas,
ahora en desuso aunque siguen algunos inquilinos...
El
coche se detiene y se apea el viajero que se despide de la amistades
que tan gentilmente le han transportado y acercado a casa. Debe el
viajero coger una bolsa de ricas viandas no consumidas en el almuerzo
y dice un último adiós. El coche se aleja y se pierde al doblar la
esquina, el viajero mira el cielo azul de una soleada tarde de
septiembre y se encamina al portal mientras coge con una...
Pero
ése, ya es otro viaje.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
http://theadversiterchronicle.org
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