Suplemento
cinematográfico cutre de The Adversiter
Chronicle
ASUNTOS SUCIOS (1990)
(Internal Affairs)
A la
memoria cinematográfica popular el pensar en Richard Gere vienen a
la mente sus interpretaciones en Oficial y Caballero
y Pretty Woman, pero
tiene en su carrera cinematográfica un puñado de títulos que no
son tan recordados y películas a las que la crítica fusilaba de forma más
o menos intensa. Es el caso de esta producción de 1990, dirigida por
el solvente de Mike Figgs y que tenía de antecedente la producción
británica de 1987 Lunes Tormentoso,
con un guion sin fisuras a cargo de Henry Bean. Luego está el
fabuloso reparto, visto hoy en día, con sus integrantes en estado de
gracia, un Richard Gere que enamora a la cámara, un aún con belleza
juvenil Andy García, el también bello con juventud de William
Baldwin, la turbadora belleza de Nancy Travis y la sensual
interpretación de Laurie Metcalf. Es además una película que gana
con el paso del tiempo, conserva códigos del cine de los 80´s
aunque ya se ven los aires noventeros y que a medida que pasa el
tiempo sigue fresca y visualmente digerible, más que otros títulos con
más pedigrí. Así que nada más fichar y pasar olímpicamente de
los trastos de faena, el equipo de cata cinematográfica nos
aprovisionamos de pistachos y birras frías para pasar una
entretenida velada cinematográfica en el despacho del gerente y
posterior charla hasta la hora de fichar...Un
joven policía interpretado por Andy García que aspira a ser un buen
y honesto profesional es asignado a Asuntos Internos y tras la charla
motivadora de su jefe superior, se le asigna de compañero de una
mujer veterana y profesional. Su primer caso nada más saber cuál es
su mesa, se trata de investigar a un patrullero que fue compañero
suyo en la academia de policía, interpretado de manera convincente
por William Baldwin, un policía que zurra a su esposa porque está
convencido de que se folla a otro que no es él, un hombre
atormentado que sólo encuentra comprensión en su compañero
interpretado por Richard Gere. Andy García y su compañera enseguida
llegan a la conclusión de que nada es lo que parece y que quien de
verdad maneja el Departamento de Policía de manera corrupta es el
personaje de Richard Gere. Contamos hasta aquí porque estamos en
realidad ante una estupenda película de novela negra donde nos
adentramos en la piel de los personajes en el cerrado mundo de la
policía. Una película más teatral que de acción, todo gira sobre
el interior sin ensaladas de tiros, mamporros o reparto de hostias,
todo lo contrario. Es una película que produce desasosiego a medida
que vamos conociendo al personaje de Richard Gere, cómo la vida
ordenada y civilizada del inspector interpretado por Andy García se
va hundiendo psicológicamente y un Richard Gere maléfico que
interpreta a un galán, un hombre que seduce a las mujeres y las
utiliza mientras le son útiles, un asesino en realidad que disfruta
de su maldad.
Luego
están ellas, cada una soberbia en su interpretación sin olvidar a
la tentadora Faye Grant, la turbadora belleza de Nancy Travis que ve
cómo su vida personal se altera por el trabajo de su esposo. Faye
Grant en un papel que nos conquista con su desgraciada vida de pareja
con cara de no matar una mosca y finalmente la genial interpretación
de Laurie Metcalf como agente lesbiana. Es sensacional la forma en
que nos enteramos de su género, está con Andy García tomando un
café en el coche haciendo un seguimiento y pasa una rubia
despampanante que les hace girar la cabeza a los dos, entonces se
miran y ambos se echan a reír. Es fabuloso de que forma tan natural y
normal se descubre el personaje de Laurie Metcalf sin ser el
estereotipo de machorra, trazas de machorra y hablares de machorra
que tanto se da en Hollywood y que para 1990 era algo novedoso tanta
naturalidad de género, novedoso entre comillas. La película tiene
erotismo y sensualidad, el fetichismo de unos pies en zapatos de
tacón, se ven pechos femeninos con sensualidad y de forma casi
fugaz, cuando Laurie Metcalf se inclina sobre la mesa de Andy García,
aún ignorante del género de su compañera, destila feminidad sexy
cuando la cámara enfoca su cuerpo inclinado sobre la mesa; Maney Travis nos
enamora con sus mohines, su falda corta que deja ver la pierna
enfundada en la media...
Tiene
detalles que la diferencian de otras películas, uno de ellos es que
es de las pocas películas que cuando están hablando dos personajes
y la cámara se pone en modo subjetivo desde la mirada de quien habla
y es respondido, el otro personaje mira al objetivo de la cámara, a
los ojos; no como en la mayoría de películas donde el que responde
mira a un lado, un poco abajo y nunca mirando al objetivo de forma
que en pantalla si ve el espectador como el personaje. Tiene rollo
psicológico donde la interpretación de Andy García se refuerza con
fogonazos de imágenes permitiendo ver lo que piensa el personaje.
Richard Gere está soberbio con todo el reparto en estado de gracia
interpretativa para una deliciosa película de cine negro que resulta
áspera, desconcertante u incluso rara si no eres amante del género,
pero si os gusta el cine de novela negra, con polis corruptos y una
buena historia bien contada, no os la podéis perder, cierto que
puede que el tercio final y el final mismo parezcan precipitados,
pero sólo tras su visionado porque en realidad te quedas con ganas
de más, le sumas erotismo y sensualidad hoy tildado de trasnochado
porque han sido superadas las parejas tradicionales y llevar cuernos
hasta sirve para ser famoso, la película es imperecedera...
No
te la puedes perder si te gusta el género de cine negro
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
http://theadversiterchronicle.org
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