Una sección del
padre I. N. Mundicia en
exclusiva para The Adversiter Chronicle
Plan contraincendios
parroquial
Como
bien sabéis, queridos feligreses, las llamas han azotado por todas
partes, tal vez como metáfora divina por ser incendiarios en el
mundo. El caso es que, como siempre que hay una emergencia
últimamente, el consistorio y más concretamente el concejal de medio
ambiente les ha entrado canguelo porque las autoridades competentes
superiores están pidiendo sin demora los planes de contingencia de
cada municipio y éste a su vez me toca los cojones a mí que es
tocar los cojones a la parroquia y al mismísimo León XIV. Voy a
ignorar que el retrogrado del progresista concejal sea ateo y vea la
parroquia con hostilidad, inmovilizar el carromato parroquial por
contaminante con el minúsculo tubo de escape que tiene es ridículo
y sólo muestra la inquina de la autoridad municipal con la
parroquia. Así que ha mandado por burofax el mandato de que la
parroquia tiene que elaborar un plan de emergencias contra incendios.
Por fuerza mayor, delegué en el párroco auxiliar, padre Genaro, que
estudiase este engorroso asunto y elaborara el consiguiente plan de
contingencia como desea el cabrito del Blas y concejal de medio
ambiente, que es la concejalía más pichurria de las concejalías y
el muy cretino se piensa que es una especie de político ecologista
cuando es un ateo, pero bien que comulgó con traje de marinerito y
todo...
Sé
por el confesionario que hay cierto choteo con el tema del plan
contraincendios y agradecería que cuando se vuelva a realizar un
simulacro las voluntarias de la parroquia no salgan como posesas en
busca del Aurelio cuando les pidan que saquen la manguera grande los
bomberos, el zagal es famoso en la comarca por el calibre de su
miembro viril, cierto que el veterinario es de la opinión, igual que
la boticaria, que más bien es un algo tumoroso. Sea miembro viril o
tumor, no es apropiado tales chanzas, mofas y befas con el Aurelio y
menos de las voluntarias parroquiales que transmiten una imagen poco
seria en los simulacros. Mandaba el concejal elaborar un cortafuegos,
parece que la rotonda, los cuatro carriles de la autovía, el hotel
puticlub con su aparcamiento y el barranco no son suficientes
cortafuegos sin olvidar el pequeño, pero no menos importante detalle, de que
no hay una arboleda en diez kilómetros a la redonda del perímetro
de la parroquia y del municipio mismo. Pues bien, que el cortafuegos
diseñado por el párroco auxiliar con ayuda del monaguillo que sabe
de dibujo técnico pese a sus notas escolares mediocres, es verdad
que hubo que llamar al padre porque el monaguillo acabó confesando
que no tiene ni pajolera idea de dibujo técnico y es su padre quien
se los hace de extranjis. Pues el cortafuegos de las narices pasa
justo por la casa del suegro del concejal y hay que derribarla, lo
manda el plan de contingencias ordenado por el concejal casado, pese a
ser ateo, con la hija. Ni que decir tiene que el suegro tiene un
cabreo monumental y amenaza con disparar con la escopeta de caza a
quien ose acercarse a su casa con picos, palas y excavadora.
La
parroquia no tiene culpa y tampoco tenemos más remedio que coger
agua para las mangueras de la piscina del Mauricio que es además
cuñado del concejal. La parroquia poco puede hacer en este lio,
hemos cumplido lo ordenado, diseñado el plan que incluye el
cortafuegos y ahora que el concejal se arregle con su parentela
política y deje de tocar los cojones a la parroquia que es tocarme
los cojones a mí. Esas habladurías del confesionario que afirman
que el plan y el trazado del cortafuegos es una venganza de la
parroquia, supone poner en entredicho la honestidad del párroco
auxiliar y del monaguillo y su padre. En lugar de ver inquinas hay
que ver la mano del Señor que ha guiado el trazado del cortafuegos
para que el ateísmo se cueza en su propia salsa. Es muy guapo ir
inmovilizando el parque móvil parroquial cuando hay tractores que
sueltan humo contaminante de verdad, ordenar planes de emergencia y
luego echar la culpa al mandado. Pues el concejal toca los cojones a
la parroquia que es la casa del Señor, pues el Señor que es quien
manda de verdad toca los cojones al concejal. No quiero despedirme
sin mencionar lo ocurrido en la fase final del partido de solteros
contra casados con todas sus variantes de género, que es verdad que
os dije que las chapas se traían de casa, pero sin la botella y
menos con su contenido. La suspensión era inevitable porque acabaron
todos y todas y el resto con una cogorza de campeonato, cierto, pero
no del campeonato parroquial de fútbol por las fiestas patronales.
Cuidado si pasáis delante de la casa del suegro del concejal porque
está que trina e igual os suelta un perdigonazo...
AMEN
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
http://theadversiterchronicle.org
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