Suplemento
televisivo cutre de The Adversiter
Chronicle
GH Dúo: Gran Final...
¡Sin final!
Decadencia
total en la final de la edición donde todo estaba en su sitio:
público animoso, animados familiares y amistades de los finalistas,
concursantes de la edición y colaboradores, plató de gala y
estropicio de la aplicación para poder votar la votación final y se
pospuso la cosa hasta el próximo domingo con las votaciones abiertas
de nuevo hasta entonces. Delirante final para una Final que no fue tal
y se quedó en sosa semifinal. Lo mejor fue en plató con otro
rifirrafe verbal entre el sosainas del Efrén y la inefable de Marta
López. Estos dos son de traca y dos liantes televisivos tal para
cual donde se repelen como polos iguales que son. Lo demás siguió
la tradición con refritos repasando momentos de la edición,
abrazos de reencuentro, mirada final a la casa y protagonismo de los
sollozos y balbuceos del bobón televisivo del Asraf por no variar...
La
cosa comenzó el pasado domingo donde hubo la primera expulsión en
la terna de finalistas siendo Maika la desafortunada en votos y
primera eliminada de la final. Maika no ha hecho mal concurso aunque
tampoco un buen concurso como para justificar ser finalista, una vez
que lo era tenía pocas opciones frente a un Asraf, Elena, Manuel y
Lucía. Su concurso ha sido muy mono, en ocasiones hasta chimpancé,
con la vitola negativa para la fauna concursante por su procedencia
de La isla de las tentaciones (y el fornicio), eterna
rumorología de que gustaba al concursante de turno y que estuvo
mejor cuando estuvo callada y cuando tomaba la palabra sencillamente
nadie la escuchaba. Quizás le faltó enjundia follonera, prefería
estar en segundo plano y no montó demasiados numeritos histéricos
como otras concursantes. Llegó lejos y tal vez merecía haber
llegado un poco más al tener más méritos que Elena o Lucía por
ser ella misma con sus virtudes y sus defectos.
De
martes, gala sorpresa con visita de antagonistas de los concursantes
habituales en plató que no aportó nada nuevo al concurso más allá
de trilladas polémicas. Subió Adara para apoyar a su madre, una
Elena que, creemos el equipo de cata televisiva, que se veía
disputando la finalísima y que se llevó un chasco porque fue la
siguiente eliminada de la terna final para sorpresa de la interesada
y de su hija. Elena hizo un concurso de luces y sombras. Luces en la
convivencia contenida con Ivana y comprensiva con las luces
televisivas del Asraf al que sirvió de mamuchi en la que apoyarse y
donde Elena tuvo un trato exquisito con el bobón televisivo del
Asraf. Sombras por arrimarse a Marta López, posiblemente lo que
restó opciones a ser finalista con opciones de ganar. Ha vivido el
concurso, ha sido un poco estratega y se quedó con la miel en los
labios...
Llegó
lejos para ser cómplice de Marta López y sus movidas de lianta
televisiva.
Y de
jueves en lo que se suponía que era la finalísima, sorpresa al caer
Manuel primero del trío finalista dejando la disputa entre Asraf y
Lucía. Manuel entró cayendo en gracia y siendo gracioso. Sus
antecedentes en otros formatos de telerrealidad le avalaban como
alguien que daría juego y daría contenido, es fascinante su
relación de amor-odio con Lucía y viceversa. Pero a lo largo del
concurso fue dejando de caer en gracia y a ser poco gracioso,
martirizó al Asraf de forma gratuita en ocasiones y sus peticiones
de perdones después de armarlas ya no era justificante suficiente.
Era uno de los grandes favoritos y sin embargo es Lucía quien opta
al premio y él se queda fuera. En el cómputo general merecía ser
el ganador, no tanto por sus méritos como por deméritos de los
demás que menguaban los suyos. Puede que sus chanzas y cuchufletas
saturaran un poco, lo cual hace comprensible que se quedara como
tercer finalista cuando apuntaba a ser el ganador.
Y
queda una Lucía que no nos parece que merezca ser ganadora por su
concurso y el Asraf que mejor que no gane porque sin oficio ni
beneficio, ni se les espera en un futuro inmediato, se pasará la
vida televisiva y personal con el único mérito de haber ganado un
concurso de telerrealidad. Lo del fallo en la aplicación para votar
es entendible pero, vistos los precedentes de sacarse conejos de la
chistera gala sí y gala también por parte de la dirección del
concurso, se alzan las sombras de la sospecha de que es para estirar
el chicle. Sea cuál sea la verdadera causa, la final del próximo
domingo pierde interés, como comerse un dulce navideño en primavera
que se guarda buen recuerdo de su ingesta pero no apetece fuera de
fechas. Pues la final igual, ni apetece más por empacho, es fuera de
lugar, final en este caso y ya satura. Lo mejor sería poder votar la
opción de que el premio quede desierto porque ni Asraf, que montó
uno de sus lacrimógenos momentos marca de la casa al llegar al
plató, ni la niñata chillona de Lucía tienen méritos suficientes
para ser ganadores. Por nuestra parte damos por finalizada la edición
y la final del domingo nos suena a falsete y ya fuera de lugar...
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
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theadversiterchronicle@hotmail.es
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