Una sección de
El Bis en exclusiva para
The Adversiter Chronicle
¡CHAS! Y APAREZCO A TU
LADO (1988)
Hay
canciones en apariencia tontorronas, de música ligera también en
apariencia, y que sin embargo pasan a la psique colectiva,
transmitidas a nuevos oyentes gracias a que cada cierto tiempo algún
grupo le rinde homenaje versionando el tema. Es lo que sucede con
esta canción que causó sensación sin dejar a nadie indiferente
allá por un cada vez más lejano año de 1988. Casi de inmediato se
instaló en la radio fórmula y, cuentan las crónicas, alcanzó el
número uno en la lista de Los
40 Principales que
era la lista de referencia en la radio fórmula. Siendo, según la
escuchas de primeras, una canción tontorrona insisto, te atrapa...
No
era sólo el sonido familiar de teclados y ritmos, miles de
espectadores quedaron obnubilados al ver al dúo Alex
& Cristina,
porque ver en pantalla el rostro de Cristina Rosenvinge
sencillamente te enamoraba y ya te enganchaba a escuchar la canción
que se graba a fuego en el hipotálamo para el resto de tus días. El
estribillo forma parte de la memoria musical de varias generaciones
que desde un 6 de agosto de 1988 es parte de la historia musical
hispana y española. Cuenta una bonita historia y Alex de la Nuez
logra un conjunto que arropa la voz de Cristina. Ya digo que viendo
actuaciones televisivas de la época la cámara queda atrapada en el
rostro de la cantante con un efecto hipnótico y que contribuyó a su
éxito y consiguiente popularidad. Fue su mayor éxito y tras un
puñado de trabajos el dúo se terminó disolviendo siguiendo
carreras separadas pero Alex y Cristina son inmortales como la
canción protagonista de hoy.
Canción
imprescindible en cualquier fonoteca que se precie de tal de los 80´s
y una canción con sonido propio y de una época que se pincha sin
estridencias en saraos de músicas pop junto a Los Brincos, Fórmula
V y demás temas que siguen sonando generación tras generación en
las fonotecas particulares. Cierto que escucharla ahora en la radio
puede sonar arcaica a las generaciones digitales y para apreciar el
impacto que supuso hay que paladear los videoclips, un tema que
engancha por la conjunción de sonido y estética, insisto que
Cristina está divina y fue una gota de frescura en 1988. Eso sí,
escuchada en dosis intravenosas puede provocar cierto repelús
durante años, como una lata de mejillones en escabeche que comes y
te empacha por una larga temporada, aunque en dosis adecuadas resulta
delicioso.
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