Con la
colaboración del profesor T. A. Rambaina
en exclusiva para The Adversiter
Chronicle
SALCHICHÓN LONCHEADO
DE CERDO IBÉRICO ENVASADO
Hoy
en MBC versamos sobre un alimento cañí como es el salchichón de
cerdo ibérico que, lejos ya la época de vacas gordas en que se
compraba por pieza entera y se pedía en los garitos finos como tapa, se ha
popularizado en formato envasado de 80 gramos y precio asequible.
Nadie mejor que nuestro asesor en temas gastro-científicos para que
nos ilustre de las bondades de una buena fartura con loncheado de
cerdo ibérico, que aunque envasado no pierde pedigrí o al menos eso
nos venden...
-¿El envasado no rebaja la categoría del salchichón loncheado de cerdo ibérico?
-¡Refalfies!
¡Refalfies de consumidor mal acostumbrado! Es verdad que el
salchichón es un embutido de jamón, tocino y pimienta en grano,
todo ello prensado y curado, que se come en crudo. Es innegable que
el formato envasado puede parecer un sacrilegio para las generaciones
que vivieron la época de las charcuterías de barrio donde se
cortaba a la vista las lonchas de apetecibles piezas enteras y las
clases pudientes que compraban enteras las citadas piezas. Aunque es
posible adquirirlo de forma tradicional, las generaciones digitales y
la vida diaria misma requieren de formatos de abrir y comer, la clase
pensionista también encuentra este formato interesante y permite
tener un homenaje gastronómico al mes de comer ibérico. Este
formato requiere, eso sí, tener destreza digital y por supuesto que
no pierde categoría, concepto humano y por tanto en la mente del
consumidor de turno de salchichón de cerdo ibérico loncheado en
formato envasado.
-No
sabía la relación del salchichón ibérico con las tecnologías
digitales... ¿Es un alimento sano para el colesterol?
-¡Cojonudo
oiga! ¡Pero cojonudo para el colesterol! Una ingesta diaria en modo
tragaldabas garantiza unos picos de colesterol dignos del mejor de
los infartos, pero hablamos de un alimento no habitual en la dieta y
que suele comerse en compañía y con 80 pírricos gramos tampoco es
que vayamos a darnos un homenaje. Es, más bien, una nota de color en
la dieta que sigue el dicho de que una vez al año no hace daño, ni
a las lorzas ni al colesterol. La composición no puede ser más
variada ya que lleva magro de cerdo ibérico junto con lactosa,
azúcares, sal, especias, proteína de leche y soja sin que falten
potenciador de sabor, dextrina, estabilizantes, aromas, antioxidante,
conservadores y el alegre colorante. Todo ello da unas reconfortantes
1299 kilocalorías, 18,1 gramos de grasa bruta, 3,9 gramos de
hidratos de carbono, 33,1 gramos de proteína bruta y 3,8 gramos de
sal. Además en el formato envasado de 80 gramos todos estos
parámetros disminuyen.
-Aquí
interviene la destreza digital porque las lonchas vienen tan finas
que si se comen a pelo y a palo seco, como usted hace, podemos tragar
las lonchas de seis en seis llevando a la confusión. Lo ideal es
separar las lonchas, digitalmente, y presentarlas en un plato con
unas hogazas de pan a mano y un buen tinto peleón, de manera que la
ingesta sea reposada y rebosante de sensaciones amén de estirar la
manduca porque con 80 míseros gramos no pueden hacerse milagros. Por
ello lo ideal es acompañar la ingesta de pan que complemente y sacie
así como un buen bebercio que nos induzca a un sueño reponedor.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
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