The Adversiter Chronicle

martes, 26 de marzo de 2024

"Ni a pata ni alpargata y menos a La Alcarria", suplemento viajero cutre

Suplemento viajero cutre de The Adversiter Chronicle

Viaje por la cafetería del hospital para almorzar

El viajero se ve obligado a comer en la cafetería del hospital, tiene un familiar en cirugía ambulatoria y tras una mañana en sala de espera y una tarde que se presenta de espera también, quiere reponer fuerzas...
El comedor, aprecia el viajero al bajar las escaleras y ver en toda su amplitud la instalación, es grande salpicado de mesas y sillas. El servicio es de ir recorriendo un mostrador y coger lo apetecible, disponible y más o menos apetitoso. No hay mucho barullo aunque la fila a lo largo del mostrador se mueve lenta, como atascada por algún desconocido motivo. Coge el viajero una bandeja, cubiertos y un vaso; más adelante coge un bollo de pan tipo chusco. Algo pasa, donde se supone que debían estar las opciones de primer plato están las cubetas cerradas y sobre la tapa que las cubre han desplegado una serie de bocadillos variados. Hay cierto ajetreo de personal y todo indica que hay problemas de cocina. Las cubetas con los segundos platos sí están dispuestas: zanca de pollo a la naranja, así opina el viajero que ve gajos chuchurridos de naranja sobre los muslos de pollo, bacalao con salsa que el viajero deshecha nada más verlo; paella que sirven en una especie de cuencos donde pierde el salero que tiene en un plato y acompañamientos consistentes en guarnición de guisantes y zanahoria o patatas fritas en láminas imitando las de las bolsas. El viajero se decide por el pollo a la naranja chuchurría y guarnición de guisantes con algún trozo desubicado de zanahoria. Completa el retablo de la bandeja un vaso con refresco de naranja, todo ello por ocho aurelios de vellón...
El viajero busca una mesa cerca de la ventana, no hay mucha intimidad aunque algo hay porque aún no ha llegado el barullo de la hora de comer. Mira el viajero la bandeja y se lanza a por el pollo que presenta al partirlo un color blanquecino, tipo cadáver embalsamado de premier soviético, blandita a los pinchazos con el tenedor, blanda al masticado y ese sabor insípido característico de la comida hospitalaria. Los guisantes son de buen calibre, verdor uniforme y masticado sin reticencias con insípido sabor de guisante congelado, algo alegra algún trozo de zanahoria, acabando todo ello tragado con ayuda del pan. Un pan exquisito, piensa el viajero, que casi vale más por sí sólo que el resto del menú...
El viajero observa como la cola de usuarios aumenta, es la hora punta y se vislumbra ajetreo en la zona para personal del hospital en un comedor aparte. En las mesas hay un poco de todo, familiares que comentan con gesto serio, algún niño que mira fascinado el mostrador con los alimentos expuestos, solitarios socializando por el móvil y el rostro del viajero que le mira reflejado en el cristal de la ventana...
El viajero mira los restos de la zanca de pollo, que ha entrado bien y reconforta aunque se añore que supiera a algo, algún guisante extraviado que no llama la atención del viajero ya con hartazgo de ave de granja avícola y casi medio chusco de pan que le sirve al viajero de postre y que se hace la promesa a sí mismo de que en la próxima ocasión cogerá dos o tres para llevárselos a casa, así de rico y delicioso está el chusco de pan que gana en sabor a zanca de pollo, guisantes y zanahorias de guarnición...
Se levanta el viajero a depositar la bandeja con restos de su almuerzo, se siente lleno y satisfecho con la vejiga pidiendo cita. Busca el baño con la mirada y lo ve al fondo. Se dirige con paso resuelto al baño, que se encuentra...
Pero ése, ya es otro viaje.

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
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