Han finalizado unas
fiestas navideñas sin buena voluntad en los hombres ni paz en la
Tierra. Las mujeres tampoco son mancas con una parte del feminismo
sin voluntad de paz con la sociedad. Nada cambia de una hora para
otra salvo la Navidad cuando se apagan las luces y se recogen árboles
y belenes...
Supongo que es cosa mía y
que me resulta siempre algo tétrico desmontar el tinglado navideño,
como si el árbol artificial plegable se resistiera a ser plegado y
soy incapaz de meter las dos partes en la caja correspondiente de
fábrica y al final, desolado y derrotado, sólo guardo una parte y
busco acomodo para la otra parte del jodido arbolito de los bemoles.
Qué decir de las bolas, bolitas y abalorios arborícolas navideños.
Por algún extraño arcano siempre se me descuadran las cuentas de su
recogida y embalaje, aunque esta navidad he tirado de tecnología y
he sacado una serie de fotos desde distintos ángulos de forma y
manera que atino a meter las jodidas bolitas y abalorios arborícolas
navideños en sus cajas y de forma que entren todas, cierto que
algunas a presión y no puedo negarlo, pero entraron...
Igual para el árbol de
navidad y sus bolas, bolitas y abalorios arborícolas navideños sea
como enterrarlos en vida, entre cuatro paredes de cartón y su
alegría navideña desterrada a la oscuridad eterna de un trastero,
almacén, al fondo del armario de los trastos o simplemente
escondidas a la vista para que la ilusión que nos embarga en
diciembre se mantenga intacta, renegando de que por fin se acaben con
hipócrita pensamiento de consuelo y anhelando que las siguientes
vuelvan...
Por desgracia, unos
celebramos fiestas entrañables y otros y otras se dejan las entrañas
en guerras varias. Los tambores de guerra suenan más fuerte este
nuevo año con nuevos aspirantes a sumarse a la sinfonía bélica,
sin menoscabo de las sinfonías bélicas particulares, familiares,
sociales, políticas y económicas...
Por un momento me atrae la
idea de hibernar con el árbol navideño y sus compinches hasta
diciembre, despertar con ilusión navideña, ver la vida con ojos
navideños y soñar con sueños navideños de lotería y regalos
varios...
Pero sólo sería escurrir
el bulto.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
http://theadversiterchronicle.org
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