Con la
colaboración del padre I. N. Mundicia
en
exclusiva para The Adversiter Chronicle
Se
presentó el cartel de la Semana Santa en Sevilla y ha surgido una
polémica donde todas y todos opinan. Unos defienden el vanguardismo
del Cristo representado en el cartel afirmando que quienes vean algo
raro tienen un problema en la cabeza y los otros defendiendo, por vía
judicial incluso, lo inapropiado e inadecuado de mostrar a Cristo con
tales trazas. Nadie mejor que nuestro asesor en temas religiosos para
que nos aclare, ilumine y hasta nos haga comulgar, que el padre
Mundicia, además de que siempre convoca un concurso para elegir el
cartel de la Semana Santa en la parroquia de San Cucufato y por tanto
es voz autorizada para un análisis pormenorizado del cartel desde un
punto de vista estético-sacerdotal...
-En
el caso de la parroquia se convoca a finales de año un concurso de
carteles entre los escolares del parvulario. Una comisión artística
compuesta por el monaguillo, el párroco auxiliar y Serafín, pintor
de brocha gorda oficial parroquial, y yo mismo. Aquí nunca hay
polémicas porque los bocetos presentados resultan un tanto
esquemáticos y grotescos, tampoco vamos a pedir un Botticelli al
alumnado del parvulario, y por eso el cartel es siempre el mismo. Se
produce un ahorro en premio en metálico y de imprenta porque con
cincuenta carteles hay para cincuenta Semanas Santas y sin polémicas
de criterio estético. En el caso sevillano es de suponer que tengan
su propia comisión artística y buenos dineros para sufragar los
gastos del concurso de carteles.
-La
Iglesia siempre sufre ataques a lo largo de los siglos, y el año en
curso no es una excepción, cuando en el arte sacro se representa la
desnudez, que no es tal. Una Virgen con su casto seno al aire para
amamantar al Niño Dios, lejos de despertar instintos en la bragueta,
nos induce a un éxtasis de contemplación ajena a toda consideración
erótico-festiva. El cuerpo de Cristo lacerado y sangrante cubierto
su cuerpo con un simple y sencillo paño en las partes pudendas, no
induce a la lascivia y al deseo sádico y masoquista, nos induce a
recapacitar de su calvario para redimir a los hombres. Hay que estar
realmente enfermo para ver en un Cristo de Semana Santa algo erótico,
excitante y que ponga al personal como burros en primavera. Cristo es
casto en su desnudez, que no es tal, y su cuerpo sólo despierta
compasión, pena y arrepentimiento de nuestros pecados.
-A ver... A simple vista es un humilde Cristo
redentor, claro que sin gafas no veo tres en un burro, deje que me
las ponga y pueda apreciar en toda su magnificencia a Cristo en el
cartel... ¡Pero qué cojones...! ¡Qué mente depravada por Satán
dibuja este súcubo con pintas de íncubo! ¡Pero si ni siquiera se
parece al Cristo pictórico de toda la vida y como mandan los santos
cánones! ¡Esto es pornografía pura y dura que incita al pecado del
fornicio lascivo! ¡Sin género de dudas este cartel es una ofensa a
la Cristiandad! ¡Esos pectorales que hacen ver senos impacientes por
brotar! ¡Esas caderas casi de mujer que encienden la imaginación
más depravada! ¡Esas manos que lejos de ser masculinas son
femeninas incitando al deseo de que toquen nuestras partes genitales!
¡Y el paño que viste es un vulgar taparrabos más digno de Tarzán
que de Cristo! ¡Es un ataque a los valores estéticos y pictóricos
de la Iglesia! ¡Con Juan Pablo II esto no pasaría!
-¿Binario?
¿Binario? ¡Marrano más bien el que lo pintó! ¿Hablamos acaso de
un código binario de programación? ¿Hablamos acaso del Universo y
los sistemas de estrellas? ¡Ni binario ni hostias! ¡Aquí tenemos a
alguien cuya mente está enferma y lo traslada a sus obras, no de
arte, heréticas! ¡Pero si hasta no parece heterosexual, porque
Cristo de maricón no tenía nada, aunque no tuviera esposa, pero en
época de los romanos estar soltero y célibe no era mal visto! Me va
a dar algo, no estoy acostumbrado a ver de primera mano al Maligno
como estoy viendo ahora en este blasfemo simulacro de cartel de
Semana Santa. Es a todas luces una provocación más del ateísmo campante y espero que Francisco tome medidas en este espinoso asunto.
Si Cristo hubiera tenido esas trazas, los apóstoles irían con
zapatos de plataforma y en lugar de ser honrados pescadores, de peces
primero y de almas después, hubieran sido peluqueros, estilistas,
danzarines y amanerados. Si fuera el cartel parroquial, lo primero
llevaría al autor o autora al loquero que les miren; lo segundo
sería que el Serafín utilizara su talento con la brocha gorda para,
con cuatro brochazos certeros, tapar y decapar el cartel.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, UtahDirector Editorial: Perry Morton Jr. IV
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theadversiterchronicle@hotmail.es
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