Suplemento
televisivo cutre de The Adversiter
Chronicle
GH VIP 8: La casa se
queda con sólo un dormitorio donde se grita más que en un
paritorio, de nuevo suspenden una prueba y comen menos que una ameba
con todas y todos en bucle tras recibir, de nuevo, visitas de afuera
Se
afronta el tramo final del concurso donde ya se otea la final y algún
que otra y otro finalista continuando la tónica decadente de una
edición extraña y anómala donde ya cuesta reconocer el GH y parece
más bien un encierro veraniego para rellenar programación. Que la
dinámica de la convivencia no da más de sí, con todo quisque en
bucle y mono temas de conversaciones, lo demuestra el hecho de que
recibir vistas y noticias del exterior se ha convertido en costumbre
semana sí y semana también, lo cual contribuye a que sigan en
bucle, cada uno en el suyo y todos en el mismo. Esta vez la excusa
era tener un cara a cara con familiares, ex-concursantes y
colaboradores y no replicar so pena de descontar del premio final y
si no abrían la boca mientras aguantaban el chaparrón verbal
ganaban 2.000 aurelios y el daño de que se
quedaran rucando las neuronas, como fue el caso de Jessica Bueno y de
Laura Bozo a la que le entró el José Antonio Avilés soltando
veneno por la boca de que Carmen Alcaide la ponía verde a sus
espaldas...
Dejando
aparte la poca o ninguna gracia para el espectador de estos
encuentros y noticias del exterior, el resultado visible es que tienen
la cabeza como un bombo y repercute en horas y horas de monotonía
sólo alterada por las fiestas nocturnas, broncas a grito pelado y
temas de conversación absurdos y centrados en las inquinas internas
de la casa y suposiciones de lo que ve el exterior. No quedaba más
remedio, visto lo visto, que explotar el filón de Jessica Bueno
cayendo en las redes de seducción de Luitingo teniendo por testigo a
una Pilar que se retuerce de rabia con algo de pelusilla, nada mejor
que noticias del exterior avisando a Jessica de que corra el aire
entre ella y el Luitingo. Además, han cerrado el dormitorio naranja
y deben dormir en el azul con el resultado de broncas como el
arrebato de ira de Jessica ante un comentario de Carmen Alcaide que
degeneró en un auténtico pifostio que duró toda la mañana y resto
de la jornada que ha sido de lo mejorcito de esta edición y ha dado
más contenido en unas horas que en las semanas precedentes de
concurso. La otra trama, por llamarlo algo, es que son unas y unos
negados para las pruebas semanales, salvo que sean de coreografía de
función de fin de curso, y otra semana que no tienen casi
presupuesto para la compra.
El
expulsado de la semana ha sido un Zeus lastimero y cabizbajo tras la
salida de Susana que no dejaba de pedir que le expulsaran. Ha sido un
concursante mueble y perro flauta de Susana, quedando la intriga de
su llamado `cacahuete´ por Susana, la falta de bulto en la
entrepierna, dicho por Susana y si lo de tener gatillazo fue algo
puntual, dicho por Susana lo del gatillazo. Resulta difícil destacar
algo de su concurso siempre a la sombra y vera de Susana, de dócil
convivencia con el resto y momentos de aparente ausencia mirando a la
nada y frotando mecánicamente un plato con el trapo. Al final ya
resultó algo saturante con el tema de las caricias a Susana, como si
Zeus creyera que tiene magnetismo curativo en sus manos..
Sólo
ha destacado por romper la hucha del premio final para que no saliera
Susana.
La
terna de nominados la componían en principio Pilar, Jessica, Michael
y Carmen Alcaide, que resultó salvada por la audiencia el pasado
domingo junto con el italiano. Hay apuestas divididas en garitos y
lupanares ya que Pilar tiene papeletas para ser expulsada aunque la
expulsión de Jessica daría el morbo de ver a Luitingo conviviendo
con Pilar; Laura Bozo también tiene papeletas por pérdida de apoyo
en la audiencia que la hace sufrir cada minuto. En teoría, la cosa
estaría entre Pilar y Laura Bozo, pero la salida de Jessica podría
ser posible si la audiencia vota pensando en el morbo...
Y,
por favor, que Ion Aramendi deje de destrozar el inglés y el español
con su jerga mezcla de ambos en el debate de los domingos, que suena
ridículamente ridículo y papanatas.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
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