Suplemento
televisivo cutre de The Adversiter
Chronicle
GH VIP 8: El Avilés a
todas y todos les toca los ovarios y bemoles acabando en dos
expulsiones, Susana está triste con Zeus por no visitar su monte de
Venus, el equipo naranja se resquebraja y el premio final sigue
cotizando a la baja
Si
esta edición ya tenía particularidades propias que la convierten en
una edición extraña con cambios sobre la marcha, permitir la
entrada de José Antonio Avilés como concursante pleno ha terminado
de hundir en la miseria concursante a la edición. El tipo está
viviendo su fantasía televisiva donde su verborrea salpicada de
embustes y mentiras, cuando no claras falsedades consciente de las
mismas, ha logrado saturar al resto de concursantes y logrado
manipular a parte de los mismos. Avilés, desde un punto de vista
televisivo, tiene una seria tara psicológica que debería hacerse
mirar. Se ve protagonista a todas horas, miente y ataca con medias
verdades cuando le da la neura y ha logrado que Alex y Gustavo fueran
expulsados. Un auténtico populista televisivo que transmite un mal
ejemplo de embustero y falsario que ha logrado trabajar en el medio
televisivo, su madre en plató no quiere ver la realidad y le
defiende a capa y espada en sus desvaríos verbales. La última, que
lleva seis años trabajando en televisión con Carmen Alcaide y no se
pone colorado. Al final se ve un grupo de gente normal alterada por
un mentiroso compulsivo que es inmune a los ataques porque es un
caradura y se la refanfinfla recordar su pasado de estafador de baja
estofa pero no se corta a la hora de atacar aunque sea consciente de
que hace daño y miente. Ha sido un error darle la oportunidad de
concursar de pleno derecho, así de sencillo.
Semana
de expulsiones, dos disciplinarias para Alex y Gustavo, siendo la
expulsada por la audiencia Marta, que entró al concurso rezongando
de Karina y no ha parado de rezongar en todo su concurso por los más
variados y variopintos asuntos. Para más inri, se le pegó el Avilés
que acabó de rematar su fatalidad de concurso y Marta era carne de expulsión. Y el motivo fundamental de resultar una concursante
áspera es su obsesión de salpicar, comenzar y finalizar sus
conversaciones, comentarios y pensamientos con el irritante y
ridículo en sus labios de la coletilla de gordi: gordi
esto, gordi lo otro, sabes gordi, toma gordi y venga con el gordi,
gordi de los bemoles. Televisivamente hablando ha sido bastante pija,
se sabe de memoria los garitos pijos capitalinos, y en ocasiones
hasta sin sustancia pese a ser alguien con sustancia gris de sobra,
tal vez contagiada de la dinámica de la convivencia donde no fue
capaz de generar contenido con su propia trama y siempre a rebufo
concursante de los demás. Hasta logró irritar a una autoridad
política de la periferia con sus comentarios sobre su región de
origen. Y los otros dos expulsados fueron Alex, que era casi
finalista gozando del favor de la audiencia, y un Gustavo que era
como un monje cartujo en un burdel filipino con su comprensión, su
saber estar y estar dispuesto siempre a escuchar. Cortaron la emisión
del 24 horas cuando estallaron ambos en pifostio y sólo queda la
duda de si al haber sido expulsión disciplinaria entrarán en la
repesca, no deberían por su expulsión draconiana, pero en esta
edición cualquier cosa es posible...
Comentábamos
la pasada semana que lo del premio había menguado y qué conejo se
sacarían de la chistera para que al final la cosa quedase a cero.
Así que en la gala del domingo el presentador tiró del neolenguaje
que se ha puesto de moda al albur del populismo político y se han
sacado de la chistera el conejo de, atención al nombre, `premio
fluctuante´, que traducido al cristiano televisivo es que les hacen
pruebas cuya recompensa es inyectar dinero al premio final, aunque
luego sigan pagando 1.000 aurelios por una llamada con familiares
como le ocurrió al italiano para poder hablar con su hermana. Esto
del premio es una gansada donde nadie sabíamos, incluyendo las y los
concursantes, lo de pagar por cosas restando el premio final. Lo de
premio fluctuante es ya el paroxismo de la improvisación y nos
preguntamos cuánto tiempo elucubraron para buscar la denominación a
lo que no es otra cosa que inyectar dinero al premio final porque al
paso que iban estaban concursando sólo por la soldada semanal.
Desde
las disciplinarias expulsiones andan todas y todos más suaves que
una manta, nadie se quiere poner a montar pifostios y el resultado es
que la personalidad patológica del Avilés domina el cotarro. La
expulsión de Alex ha dejado cojo al equipo naranja donde Naomi se
satura en ocasiones de las turras de Laura Bozo y una Carmen Alcaide
que se debate entre sus propias tribulaciones emanadas de una
inseguridad casi constante y un infantilismo preocupante. El resto a
verlas venir con Jessica mareando la perdiz del perdiguero Luitingo y
la carpeta de Zeus y Susana donde sigue el misterio de las partes
pudendas del muchacho. Todo apunta que esta semana hubo gatillazo de
Zeus que parece el perro flauta de Susana, que se pone cachonda y no
encuentra la correspondencia esperada que penetre en su buzón. Así
que los datos en base a los hechos y comentarios de la propia Susana
es que Zeus tiene micropene y pega gatillazos. Sea verdad o no, los
hechos son que Zeus parece querer reservar su fogosidad y sensualidad
para el exterior, desechando incluso la habitación sin cámaras. El
italiano sigue gimoteando por las esquinas con sus lamentos y lo
cierto es que, salvo las pruebas, dejan pasar las horas entre
sesiones de tumbona, sofá y cama combinado con devorar de los comestibles
y es de esperar que la repesca anime el cotarro y la incógnita de si
habrá recambios para los dos expulsados disciplinariamente...
La
terna de nominados esta semana es interesante pero previsible:
Michael con sus lamentos, el inefable del Avilés, la desorientada
Carmen Alcaide y una Laura Bozo que hace valer su veteranía de
animal televisivo y ha sido una vez más la menos votada y el domingo
salió del purgatorio de estar nominada. En los lupanares y garitos
de apuestas se da por hecho que el Avilés saldrá expulsado por la
audiencia, y si le dan oportunidad pagará por quedarse, y las
apuestas se centran en si superará a Nagore en el porcentaje masivo
de votos para su expulsión. Además, no podría entrar en la repesca
y castigarle con la expulsión si le hará pupa...
Y
es que, quien con José Antonio Avilés concursea, excrementado y
expulsado alborea.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
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