Una sección de
F. O. Roffön en exclusiva
para The Adversiter Chronicle
La S. D. Amorebieta nos
birla una victoria logrando un empate que rebaja la euforia
Ser
tribulete deportivo mediante el sistema del BAR puede provocar en
ocasiones algún que otro error y que me caiga la bronca en la
Redacción y aguantar el choteo en el BAR. Lo digo porque estuve las
semanas anteriores bramando por el teclado que el mexicano Jordan
Carillo fuera cuando menos convocado y que el míster parecía
tenerle atravesado cuando resulta que el bueno del mexicano estaba
disputando con su selección los Juegos Panamericanos donde logró
junto a sus compañeros y de manera destacada la medalla de bronce.
Un lapsus provocado por el cachondo del chigrero que no tiene otra
cosa que hacer y se dedica a pasar información errónea. Todo porque
su parienta conoce a la prima de la vecina del tercero que tiene una
amistad que es nuera de la asistenta de cierto gerifalte deportivo
del club. Subsanado el error del BAR, reitero mi queja para que
Jordan Carrillo tenga su oportunidad y aporte su talento al juego y
al equipo. Las habladurías y chismes propagadas desde la Redacción de que es que no me entero
salvo lo que se dice en el BAR sólo es puñetera envidia...
Tocaba
recibir a una S. D. Amorebieta en los puestos bajos de la tabla y en
racha de no muy buenos resultados, uno de esos partidos donde si se
gana se dispara la ilusión y si se pierde la decepción parece
aumentar. El equipo visitante saltó al césped del Molinón con
intenciones claras de achuchar si se terciaba la portería tan bien
defendida esta temporada por Yáñez mientras que los locales han
superado jugar por instantes a jugar por momentos en clara progresión
positiva de equipo conjuntado que finaliza jugadas en el área rival,
la pena es que hoy le faltó acierto en el remate final a puerta
donde el guardameta del Amorebieta iba desgranando sus recursos para
desbaratar los intentos de los jóvenes y no tan jóvenes atletas del
once local que llegaron al descanso con un juego que se iba espesando
a medida que la defensa, el portero rivales y falta de acierto
desbarataban las oportunidades. La segunda parte comenzó de similar
forma al primer tiempo aunque los cambios de Ramírez aportaban
velocidad y frescura que culminaron en el minuto sesenta con gol de
Gaspar Campos. La cruz vino con un fallo seis minutos después del
bravo Yáñez que igualó el marcador. A partir de entonces las
paradas y despejes de Campos fueron un baluarte inexpugnable para el
Sporting con un Amorebieta que no sólo defendía sino que no
renunciaba a llevarse la victoria. Se llegó al pitido final de un
partido trepidante donde ambos equipos hicieron méritos y fallos que
hacen justo el resultado y satisfacción para ambos contendientes y
aficiones, más para unos que para otros.
Empate
sin mal sabor de boca y resta trabajar para que esos momentos de buen
juego y de equipo bien afinado y orquestado aumenten su duración. El
objetivo es asegurar matemáticamente no descender, los cantos y
alegorías a un futuro inminente no sirven de absolutamente nada. Hay
fallos y hay errores, pero también buen juego y sensaciones de que
puede ser una temporada de satisfacciones tras tres temporadas
precedentes de decepción, sustos y alarmas de trayectoria de
colisión. La cosa de momento funciona y la planta noble de Mareo
huye del populismo deportivo, su apuesta por Ramírez parece todo un
acierto y en la plantilla la figura personal se queda en segundo
plano para resaltar la figura del conjunto donde todos pueden jugar,
ya sea de titulares o de reservas. El próximo sábado toca encuentro
en Alcorcón, que está en puestos bajos con trece puntos y buscará la
victoria. Así que a disfrutar otra semanita porque las vistas del cielo del ascenso desde
la azotea son mejores que desde el entresuelo con vistas al sótano
del descenso...
F.
O. R.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
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