Una sección de
Palomino Gargajo Bilioso
en exclusiva para The Adversiter
Chronicle
Felipe VI abre la XV
legislatura
Se ha
llevado a cabo la solemne apertura de la XV legislatura en el Reino
de España por Felipe VI y sus palabras en defensa de la Constitución
de 1978 resulta reconfortante y aporta serenidad a un ruedo político
en eterna efervescencia donde los dos principales partidos son
incapaces de pactar los pactos que tan necesarios son y que se
empezarán a notar en falta en el año entrante de 2024. De nuevo los
socios de minorías que apoyaron la investidura del señor Pedro
Sánchez han hecho un desplante a Felipe VI y por tanto a la
ciudadanía que representa sin distinción entre unos y otros. Un
Pedro Sánchez que ha caído en el populismo y en ese
progresismo-regresivo donde los votantes que se consideran
progresistas no quieren ver el oficialismo que se está implantando y
el chantaje permanente de ex-miembros de ETA y de los perpetradores
del golpe de Estado en Cataluña. Que un prófugo de la justicia se
jacte y presuma de que volverá a la vía golpista con el eufemismo
de unilateralidad para
provocar la secesión de Cataluña es sencillamente un insulto a la
inteligencia democrática.
Se
abre una legislatura apasionante para quien guste del juego político
con una ley de amnistía, a todas luces inconstitucional en varios
puntos de lo visto hasta ahora de la ley, y el proyecto de Bildu y
ERC de camuflar bajo una consulta nacional el afán de la secesión
unilateral. Dirán que los resultados en País Vasco y Cataluña
confirman el afán de la ciudadanía de ambas comunidades autónomas
en ser independientes, cosa que es sencillamente falsa, pero el plan
es ese aunque se negará cual Judas las veces que haga falta. La
táctica ensayada con la amnistía de dejar que se arme revuelo y
luego distracciones varias para que la cosa enfríe y llevarla a
cabo, es un ensayo de los siguientes asaltos a las instituciones que
avalen en su momento lo que decida el Gobierno, aunque por mucho que
les duela escucharlo a las y los votantes del PSOE, el partido ha
caído en el oficialismo y el populismo. Escudarse en el progreso
para retroceder cien años es ser regresivo y tensar la paz social
cuando España debe afrontar tantos retos podría ser calificado de
traición. Traición a sus votantes, tanto PSOE como sus socios
minoritarios y fugados, traición a la Constitución, a las
instituciones que salvaguardan el sistema democrático y traición a
la ciudadanía española que se ve inmersa en un conflicto como
buscan los socios de Pedro Sánchez.
No
se prevé una larga legislatura. Si se presenta la ley y el prófugo
y sus secuaces vuelven en olor de santidad, y traición, al
independentismo catalán la bofetada a la democracia, la Justicia y a
la opinión pública será dolorosa entre sus carcajadas de triunfo.
El PSOE no puede reprochar al PP que llegue a pactos y acuerdos con
VOX, lo han legitimado al pactar con el comunismo y el golpismo
independentista por mucho que les cueste verlo y asimilar. Las
minorías que apoyaron la investidura de Pedro Sánchez no son
fiables ni buenos gobernantes, el caso catalán es evidente de nula e
ineficaz gestión de los caudales públicos donde el fin verdadero de
todo el circo independentista es que se les perdone la deuda con el
Estado y además éste les pague más, a vil metal se reduce las
rimbombantes palabras de progresismo, independentismo y bien social
que pregonan ministros, secretarías y subdirecciones...
El
tiempo dirá en corto plazo si el señor Pedro Sánchez puede domar y
domesticar a sus belicosos socios. Tarde o temprano las bases del
PSOE se quitarán la venda, habrá que tragar el sapo de ver volver
al prófugo y sus compinches librando de rendir cuentas por sus actos
y sentando un peligroso precedente. El ridículo diplomático en
Israel en forma de bofetada verbal por parte de Pedro Sánchez no
sólo insulta a un país aliado y amigo al que le han declarado la
guerra y ejerce el legítimo derecho a la autodefensa sólo pone en
riesgo a las tropas españolas desplegadas en Líbano y pone a España
como democracia en la Unión Europea y en la OTAN a niveles mínimos
de confianza. El populismo doméstico no vale en el extranjero, no
cuando hay una guerra en Europa y otra en Israel, una crisis
económica y el establecimiento del orden geopolítico del siglo XXI.
Más que nunca, la figura de Felipe VI resulta tranquilizadora, como
antes su padre, a ojos de nuestros aliados y socios comunitarios.
Pedro Sánchez no es España y desde la bofetada diplomática en
Israel, tampoco representa a Europa. Jugar a la Guerra Fría
presumiendo de país no alineado es sólo otra retórica populista
como han acabado por convertir la Guerra Civil y quieren hacer con la
Transición y sus logros, incluyendo todas las exigencias que pedía
el regionalismo vasco y catalán...
Así
de simple y así de complicado.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
theadversiterchronicle@hotmail.es
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