Suplemento
viajero cutre de The Adversiter Chronicle
Viaje a desayunar en
cafetería
Es
día de compra semanal para el viajero y, cuando tiene ánimo, gusta
de desayunar antes de la misma. El lugar habitual donde el camarero
ya sabe el deseo del viajero, se encuentra cerrado por algún motivo
que indica el aviso en papel pegado al cristal. Algo contrariado, el
viajero otea las calles buscando un sitio donde desayunar el café
con leche y porción de bizcocho imperial que tanto le gusta...
Encuentra
una cafetería tras patear las calles aledañas, un sitio conocido
por el viajero de tiempos pretéritos, tan lejos en el calendario y
tan cercanos en el recuerdo. Se decide a entrar, local coqueto que
parece pequeño y que se complementa con un piso superior generoso
en mesas. El viajero observa y deduce que es un negocio familiar, un
tipo se encarga de los cafés en exclusiva, de movimientos lentos y
sin prisa que recuerda al viajero aquel chascarrillo donde se afirma
que los ha visto más rápidos y estaban en un ataúd; una chica
joven patea las mesas atenta a los encargos y una señora maneja los
aparejos detrás de la barra mientras va llegando gente que se ve
habitual del local, gente trabajadora que se toma el descanso para el
cafelito en la jornada laboral. La oferta de bocatas es sugestiva y
variada, sin grandes alardes y sí bocados del gusto de la
clientela...
La
taza del café mediano es más pequeña que en la cafetería habitual
del viajero y el trozo de bizcocho es generoso en grosor y cantidad
en un solo bloque, diferente de las dos porciones de bizcocho
imperial con su azúcar glaseado que tanto gusta al viajero y sus
lorzas...
El
viajero ataca el bizcocho y se teme que sea un enorme trozo de
bizcocho industrial con su sabor característico, que si bien sacia
cuando hay gana, puede resultar una ofensa en la liturgia de
desayunar en cafetería del viajero. Está esponjoso, apetecible a la
vista y, una vez en el paladar, grata sorpresa ya que tiene la
textura y sabor del bizcocho casero. Soporta bien la inmersión en la
taza del café con leche, sin caer a pedazos cuando se lleva a la
boca salpicando al viajero...
El
viajero se recrea en los trozos finales, es un desayuno que satisface
el ansia del desayuno y, aunque se recuerda el bizcocho imperial, se
queda satisfecho. Cobran algunos céntimos más y es cierto que la
taza contiene menos café con leche, pero ha sido un grato
descubrimiento y tranquilidad haber encontrado un local
alternativo...
Pega
el sol cuando el viajero vuelve al asfalto, no a niveles de sartén
y con una suave brisa que refresca y el viajero se pone las gafas de
sol y se encamina en dirección a...
Pero
ése, ya es otro viaje.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
theadversiterchronicle@hotmail.es
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