Suplemento
literato cutre de The Adversiter
Chronicle
Libro: Juan
Carlos-El Rey
de un pueblo-
Autor:
Paul Preston
Editorial:
Plaza & Janés
Traducción:
Eva Rodríguez Halffter y
Gabriel Vázquez
Edición:
Primera edición, marzo de
2003
La propuesta de hoy es el fascinante recorrido de Juan
Carlos I desde su infancia hasta el 2002. Nacido en el exilio,
siguiendo siempre los dictados ajenos que marcaban los
acontecimientos políticos y llevado para su formación bajo la tutela
del dictador Franco en una España desangrada por la guerra civil
dividida en vencedores y vencidos, siempre consciente de su papel
histórico para lograr el anhelo de su padre de ser una Monarquía
para todos y lograr erradicar el Movimiento para instaurar la
democracia. Es una biografía política, sin entrar en detalles de su
vida personal, que nos muestra la inteligencia de Juan Carlos I y
quienes eran sus allegados y asesores para, heredando todo el poder
de Franco, lograr disolver el franquismo, legalizar los partidos
políticos y una Constitución democrática aunque significara la
renuncia al poder y pasar a ser una monarquía constitucional. Todo
ello de la mano de un viejo conocido de la sección como es el
hispanista británico Paul Preston.
Paul Preston (Liverpool, 1946), es titular de la
cátedra 'Principe de Asturias' de historia contemporánea española
y director del Centro Cañada Blanch para el estudio de la España
contemporánea de la London School of Economics and Political
Science. Educado en Liverpool y en la Universidad de Oxford, entre
1973 y 1991 fue sucesivamente profesor de historia de la Universidad
de reading, del Centro de Estudios Mediterráneos de roma y de la
Universidad de Londres, donde ganó la cátedra de Historia
Contemporánea en 1985, pasando a la London School en 1991. Analista
de asuntos españoles en radio y televisión tanto en Gran Bretaña
como en España, colaborador de diversos periódicos y revistas.
Datos sacados de la contraportada y actualizados al año
de edición. Y sin más, unas breves reseñas que os inciten a su
apasionante lectura:
Nacimiento de un futuro Rey de España...
“A
comienzos de enero de 1938, doña María de las Mercedes se aceraba a
la culminación de su embarazo. Sin embargo, cuando don Juan recibió
una invitación para una cacería, el médico le aseguró que podía
ir tranquilo porque el bebé tardaría al menos otras tres semanas en
nacer. Doña María se encontraba en el cine con su tío, Alfonso
XIII, cuando empezaron los dolores de parto. Juan Carlos nació
prematuramente el 5 de enero de 1938 a las dos y media de la tarde en
el Hospital Anglo-Americano de Roma, con un mes de adelanto. Cuando
doña María de las Mercedes era transportada al hospital, su dama de
honor, Angelita Martínez Campos, vizcondesa de Rocamora, pidió a
don Juan que volviera a Roma con un telegrama que rezaba: `Bambolo
natto´ (El niño ha nacido). Al recibirlo, se puso em marcha de
inmediato conduciendo tan frenéticamente que rompió un cojinete del
Bentley. Alfonso XIII, que había llegado antes que su hijo le gastó
una broma, recibiendo a don Juan con un bebé chino en los brazos,
hijo de una secretaria de la embajada china nacido en la habitación
contigua. Don Juan supo de inmediato que ese no era su hijo, pero
cuando vio al suyo confesó posteriormente que, por un instante, casi
habría preferido al bebé chino. A doña María de las Mercedes, a
diferencia de la mayoría de las madres, no le pareció que su niño
fuera la criatura más bonita del mundo. Más adelante recordaba que
`el pobre nació ochomesino y tenía los ojos saltones. Era feo, feo
¡como un dolor! ¡Era horrible! Menos mal que enseguida se arregló´.
El bebé rubio pesó tres kilos. Las primeras fotos de Juan Carlos no
se hicieron al nacer, sino cuando tenía ya cinco meses. Pese a la
alarma inicial de su madre, Juan carlos no siguió siendo `feo´
mucho tiempo. Su buena presencia fue siempre una gran baza a su
favor; de hecho, sería un factor decisivo para ganarse
posteriormente la aprobación de la reina Federica de Grecia, su
futura suegra.”
Don Juan propone pero Franco dispone...
“Se
dio la coincidencia de que, cuando le llegó la carta de don Juan,
Franco había comenzado ya a elaborar un complejo plan para la futura
educación del príncipe, que en parte era razonable pero cuyo
grandilocuente lenguaje sugería un descomunal ejercicio de cinismo.
Pasando por alto el hecho de que estaba fomentando secretamente
pretensiones a la corona del hijo de don Jaime, Franco escribió que
Juan Carlos `debe prepararse para poder responder en su día a los
deberes y obligaciones que la dirección de una nación entraña´.
Según él, lo que ofrecía a don Juan era una receta para el éxito
basada en una `meditada reflexión sobre las condiciones en que un
Príncipe ha de formarse y el bagaje de conocimientos que hoy
requiere la dirección de una nación para que pueda despertar el
respeto, la confianza y el amor del pueblo llamado a sostenerle. Así
también quisieran se hiciese los sectores que han integrado el
Movimiento Nacional, y así lo han aprobado aquellas personalidades
de ellos integradas en mi Gobierno´. Su carta no dejaba ninguna duda
de que, si Juan Carlos no se formaba en España dentro del ambiente
del Movimiento no se le permitiría jamás subir al trono. Además,
varios apartes hirientes aludiendo a aquellos que probablemente nunca
reinarán y al `naufragio de una Monarquía secular´ dejaban claro
que don Juan no figuraba en los planes de Franco.”
Juan Carlos y Sofía, recién casados, almuerzan con los
Franco....
“Al
día siguiente volvieron a El Pardo para comer con Franco, su mujer,
su hija Carmen y el marido de ésta, Cristóbal Martínez- Bordiú,
marqués de Villaverde. En el transcurso de la mañana anterior a
recibir a los recién casados, Franco se cuidó de otorgar también
una larga audiencia al presidente de la Comunión Tradicionalista,
José María Valiente, defensor de don Hugo, pretendiente carlista a
la sucesión. De este modo subrayaba que Juan Carlos era simplemente
uno de los diversos aspirantes al trono. Pese a todo esto, Sofía
produjo una impresión muy favorable en el Caudillo. Doña Carmen
Polo le dijo a su íntima amiga, Pura Héctor de Santillán, que la
princesa `le ha robado el corazón a Paco´. Según Pemán, Franco
quedó embelesado `por su belleza entre maliciosa y aniñada´, por
su religiosidad y por sorprenderle gratamente con el nivel de su
español. Exultante, Franco le contó luego a Pacón que Sofía
`habla bastante bien el español y se está dedicando a estudiarlo
intensamente. Es muy agradable y parece inteligente y muy culta´.”
El franquismo agoniza junto con el dictador...
“Siguiendo
sus planes inmediatos para el futuro, Juan Carlos había telefoneado
ya a Torcuato Fernández-Miranda el 17 de octubre (1975).No pudieron
reunirse hasta la tarde del lunes 20, después de la visita del
Príncipe al Caudillo. La franqueza con que Juan Carlos hablaba de
sus preocupaciones primordiales quedaba de manifiesto en las notas
que Fernández-Miranda apuntó después:`1) Obsesión de perdón
purificador. Desligarse de una política que termina y de los
políticos franquistas. 2) La Monarquía no puede aceptar
condicionamientos: no a los partidistas, no a los políticos que
significan aceptar una línea ya muy definida de antes o que
vincularían a la Monarquía a este u otro grupo. 3) Caras nuevas:
sorprender por la novedad del primer Gobierno de la Monarquía´.
Esto eliminaba claramente a López Rodó, Fraga Iribarne, Areilza y
otros que pudieran abrigar espoeranzas de ser presidente de gobierno
una vez Juan Carlos fuera proclamado Rey. Revelando su profunda
renuencia a mantener a Arias Navarro, le dijo a Fernández-Miranda:
`Mi candidato eres tú pero me temo que no va a ser posible. Sabes la
confianza que tengo en ti, como en nadie. Yo te necesito. No sé
dónde no cómo, pero te necesito. Nadie me ha hablado nunca como tú
y nadie ha sabido callar como tú´. Si Torcuato se sintió
decepcionado al comprobar que no figuraba entre los posibles
presidentes, no podía responsabilizar a nadie más que a sí mismo.
Su recomendación de una reforma de la constitución franquista desde
dentro había convencido al Príncipe de que él era quien debía
guiar el proceso como presidente de las Cortes y del Consejo del
Reino.”
La joven democracia simbolizada por el Rey...
“Aunque
incapaz de erradicar la subversión militar y el terrorismo vasco,
Suárez podía reivindicar otros logros. Pero, irónicamente, uno de
sus grandes éxitos, el del estatus de Cataluña en la nueva
democracia, provocó una neurosis se `separatismo´ entre los
militares. En el caso de Cataluña el Rey contribuyó a forjar una
relación especial entre Suárez y el President de la Generalitat de
Catalunya en el exilio, Josep Tarradellas, de setenta y siete años de edad, que permitiría al presidente rematar una espectacular
maniobra política. Sin ser tan conflictiva como el País Vasco, Cataluña seguía representando un importante problema para el
gobierno y era desde luego un asunto que preocupaba mucho al Rey.
Incluso antes de su visita a Cataluña en febrero de 1976, Juan
Carlos había transmitido a Tarradellas su interés en una solución
satisfactoria para la cuestión de Cataluña. En los discursos del
Rey durante dicha visita Tarradellas vio una ruptura simbólica con
el pasado franquista. Con todo, a lo largo de 1976 habían ido en
aumento la presión a favor de un tipo de concesiones a las
aspiraciones nacionalistas de la región que no podían cumplirse sin
que pareciera que el gobierno perdía la iniciativa y sin provocar
animadversión en las Fuerzas Armadas. Una posible vía de salida
había surgido ya en 1976. Un prominente banquero catalán con
importantes contactos políticos en Madrid, Manuel Ortínez, sugirió
a Alfonso Osorio que Tarradellas podía ser la clave para una
resolución pacífica a la cuestión catalana.”
Integración defensiva con Occidente...
“En
octubre de 1981, en la búsqueda de apoyo exterior a la democracia
española, Juan Carlos y Sofía hicieron una visita oficial a Estados
Unidos. La principal cuestión tratada durante su estancia fue la
integración española en la OTAN, que Juan Carlos consideraba
elemento clave para la ulterior entrada de España en la CEE e
incluso para desplazar la obsesión de los militares españoles por
la política interior. En su entrevista privada con el presidente
Ronald Reagan, Juan Carlos no ocultó su interés en la adhesión
española. Pero en España suscitó cierta polémica el que la Casa
Blanca publicara una declaración en el sentido de que el Rey había
expresado su compromiso personal con la OTAN, inmiscuyéndose con
ello en el proceso político. El ministro de Asuntos Exteriores, José
Pedro Pérez Llorca, se vio obligado a hacer una declaración
pública, cinco horas después de la controvertida entrevista con
Reagan, aclarando que Juan Carlos había insistido en todo momento
durante el encuentro en que no hacía sino transmitir la opinión de
su gobierno y que la entrada de España en la OTAN dependía, en
última instancia, del resultado del debate que estaba celebrándose
en las Cortes en aquel momento. La principal prensa española,
poniendo cuidado en que no pareciera que criticaba al Rey, hizo
responsable del incidente a la administración estadounidense por su
`actitud arrolladora´ y al gobierno español por tardar en
reaccionar.”
Lectura apasionante del periplo de un joven consciente
de la trascendencia de su papel para cumplir los designios de su
padre de salvaguardar la dinastía y ser la Monarquía de todos los
españoles sorteando a las familias franquistas y trabajando en
silencio para, que un día, el Reino de España fuera lo que es hoy
en día. Necesario para recordar que la Historia tergiversada que la
nueva izquierda, autollamada progresista, trata de inculcar para
quitar legitimidad a La Transición y el edificio constitucional que
el pueblo español aprobó en las urnas. Si bien como ciudadano su
comportamiento no fue el correcto a la hora de declarar al fisco, su
papel histórico y su reinado le sitúan a la altura de los Reyes
Católicos y los primeros Habsburgo, Carlos I y Felipe II, por la
trascendencia que han tenido en la Historia de España y el mejor Rey
de los Borbones, siempre con la figura de don Juan en su pensamiento
y realizando la tarea que el dictador y el franquismo no dejaron
llevar a cabo a su padre. Ideal para curiosos de la Historia, mentes
inducidas por nacionalismos y extemismos así como para quienes
gustan de juzgar por sí mismos atendiendo a los hechos, los hechos
de un Rey que, teniendo todo el poder en sus manos del sistema
franquista, hizo posible la democracia renunciando a ellos y
disolviendo el aparato de la dictadura, con el apoyo incondicional y
leal de la Reina Sofía...
Imprescindible para desmontar el guerracivilismo de los
populismos y sus populistas de izquierda y derecha.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
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