The Adversiter Chronicle

jueves, 6 de abril de 2023

"Butaca de patíbulo", suplemento cinematográfico cutre

Suplemento cinematográfico cutre de The Adversiter Chronicle

LA JUNGLA DE CRISTAL (1988)
                   (Die Hard)

Se conocía fechas atrás que Bruce Willis dejaba su carrera cinematográfica por motivos de salud, padece una enfermedad degenerativa que le impide nuevos trabajos. Así que en cuanto se puso a tiro esta película de 1988 y dirigida por John Mc Tiernan, aparcamos trastos de faena y bien provistos de birras frías y pistachos nos dispusimos a su visionado. La película dio lugar a una saga donde hemos visto envejecer al personaje a la par que pasaban los años por el bueno del Willis. En su momento la crítica fue algo tibia, criticadas por algunos y ponderada por otros. El público cayó rendido ante el espectáculo de acción trepidante que te deja enganchado a la pantalla, cosa que sigue ocurriendo si la ves por primera vez. El guion es redondo y se perfilan unos personajes, la película es en realidad coral aunque la estrella omnipresente sea Bruce Willis, pero está bien arropado y, pese a las críticas, las pequeñas subtramas enriquecen de matices a los personajes...

La historia es conocida, un policía de Nueva York viaja a Los Ángeles para pasar la nochebuena con su esposa, alta ejecutiva de una corporación japonesa instalada en un enorme rascacielos propiedad de ésta. Cuando están celebrando el brindis antes de irse a casa, la plantilla es secuestrada por un grupo terrorista de la extinta República Democrática Alemana, la mítica RDA. Atrapado en el edificio, el policía de Nueva York intentará llamar la atención de un patrullero que regresa a casa y es enviado a echar un vistazo al edificio porque saltó una alarma contra incendios durante los momentos iniciales del secuestro. El resto ya se sabe y quienes no lo sepan, mejor ven la película que la disfrutaréis como el día de su estreno.

Bruce Willis está secundado en protagonismo antagonista por nuestro querido Alan Rickman, que siempre da una impronta especial a sus personajes de villano que le hacen querido y entrañable para el gran público. Hay que situarse en 1988 para apreciar detalles que pasaban inadvertidos de primeras, el consumo de cocaína por ejecutivos agresivos que con la mente obnubilada se creen capacitados para negociar ventas millonarias o negociaciones con los secuestradores; los terroristas de la RDA, veteranos de la Guerra Fría que ante el desmoronamiento del imperio soviético se buscan la vida como ladrones de bancos; la tecnología digital que despuntaba en los sistemas de protección de la cámara acorazada, una mezcla de era analógica con taladradora y digital con monitoreo de las cerraduras electrónicas que son inútiles ante el corte del suministro eléctrico. La protagonista femenina es Bonnie Bedelia que, con un papel secundario ante la testosterona de secuestradores y de su marido, es clave en la trama...

Y luego está la retranca con el subcomisario al que le viene grande asumir el mando, los agentes del FBI de mismo nombre y psicópatas con poderes que flipan sobrevolando en helicóptero y les recuerda a Saigón; la televisión que no se detiene ante la tragedia como buitres carroñeros. Lo que la crítica criticó como historias sin fondo, son breves pinceladas que nos muestran la psique de unos y otros para formar un conjunto espectacular que marcó el estilo del género la siguiente década y fijó definitivamente a Bruce Willis como estrella de Hollywood y rentable en taquilla. El actor se había hecho popular en la pequeña pantalla y se convirtió en un nuevo héroe de acción, cínico pero honesto, desfacedor de entuertos con humor e ironía y siempre dispuesto a hacer lo correcto. 

Hoy esta película es un clásico de la década y marcaría al resto de personajes interpretados por Bruce Willis en el género de acción, unas veces unos y otras veces otros, pero todos pueden verse en el papel de John McCain en esta película. Nosotros a su término ni nos molestamos en volver a la faena y nos quedamos en animada tertulia hasta la hora de fichar recordando al Bruce Willis y sus papeles. Resiste la película el paso del tiempo y es una cápsula del mismo que permite volver a una década donde La jungla de cristal y Bruce Willis forman parte de los 80´s desde un punto de vista cinematográfico...
Sencillamente espectacular, tanto la película como el descalzo protagonista.

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido

Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
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