Suplemento
cinematográfico cutre de The Adversiter
Chronicle
LA JUNGLA DE CRISTAL
(1988)
(Die
Hard)
Se
conocía fechas atrás que Bruce Willis dejaba su carrera
cinematográfica por motivos de salud, padece una enfermedad
degenerativa que le impide nuevos trabajos. Así que en cuanto se
puso a tiro esta película de 1988 y dirigida por John Mc Tiernan,
aparcamos trastos de faena y bien provistos de birras frías y
pistachos nos dispusimos a su visionado. La película dio lugar a una
saga donde hemos visto envejecer al personaje a la par que pasaban
los años por el bueno del Willis. En su momento la crítica fue algo
tibia, criticadas por algunos y ponderada por otros. El público cayó
rendido ante el espectáculo de acción trepidante que te deja
enganchado a la pantalla, cosa que sigue ocurriendo si la ves por
primera vez. El guion es redondo y se perfilan unos personajes, la
película es en realidad coral aunque la estrella omnipresente sea
Bruce Willis, pero está bien arropado y, pese a las críticas, las
pequeñas subtramas enriquecen de matices a los personajes...
La
historia es conocida, un policía de Nueva York viaja a Los Ángeles
para pasar la nochebuena con su esposa, alta ejecutiva de una
corporación japonesa instalada en un enorme rascacielos propiedad de ésta. Cuando están celebrando el brindis antes de irse a casa,
la plantilla es secuestrada por un grupo terrorista de la extinta
República Democrática Alemana, la mítica RDA. Atrapado en el edificio,
el policía de Nueva York intentará llamar la atención de un
patrullero que regresa a casa y es enviado a echar un vistazo al
edificio porque saltó una alarma contra incendios durante los
momentos iniciales del secuestro. El resto ya se sabe y quienes no lo
sepan, mejor ven la película que la disfrutaréis como el día de su
estreno.
Bruce
Willis está secundado en protagonismo antagonista por nuestro
querido Alan Rickman, que siempre da una impronta especial a sus
personajes de villano que le hacen querido y entrañable para el gran
público. Hay que situarse en 1988 para apreciar detalles que pasaban
inadvertidos de primeras, el consumo de cocaína por ejecutivos
agresivos que con la mente obnubilada se creen capacitados para
negociar ventas millonarias o negociaciones con los secuestradores;
los terroristas de la RDA, veteranos de la Guerra Fría que ante el
desmoronamiento del imperio soviético se buscan la vida como
ladrones de bancos; la tecnología digital que despuntaba en los
sistemas de protección de la cámara acorazada, una mezcla de era
analógica con taladradora y digital con monitoreo de las cerraduras
electrónicas que son inútiles ante el corte del suministro
eléctrico. La protagonista femenina es Bonnie Bedelia que, con un
papel secundario ante la testosterona de secuestradores y de su
marido, es clave en la trama...
Y
luego está la retranca con el subcomisario al que le viene grande
asumir el mando, los agentes del FBI de mismo nombre y psicópatas
con poderes que flipan sobrevolando en helicóptero y les recuerda a
Saigón; la televisión que no se detiene ante la tragedia como
buitres carroñeros. Lo que la crítica criticó como historias sin
fondo, son breves pinceladas que nos muestran la psique de unos y
otros para formar un conjunto espectacular que marcó el estilo del
género la siguiente década y fijó definitivamente a Bruce Willis
como estrella de Hollywood y rentable en taquilla. El actor se había
hecho popular en la pequeña pantalla y se convirtió en un nuevo
héroe de acción, cínico pero honesto, desfacedor de entuertos con
humor e ironía y siempre dispuesto a hacer lo correcto.
Hoy esta película es un clásico de la década y marcaría al resto de
personajes interpretados por Bruce Willis en el género de acción,
unas veces unos y otras veces otros, pero todos pueden verse en el
papel de John McCain en esta película. Nosotros a su término ni nos
molestamos en volver a la faena y nos quedamos en animada tertulia
hasta la hora de fichar recordando al Bruce Willis y sus papeles.
Resiste la película el paso del tiempo y es una cápsula del mismo
que permite volver a una década donde La jungla de cristal y Bruce
Willis forman parte de los 80´s desde un punto de vista
cinematográfico...
Sencillamente
espectacular, tanto la película como el descalzo protagonista.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
theadversiterchronicle@hotmail.es
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