Entrevistamos
hoy a otro de esos personajes entrañables que nos acompañan toda la
vida, sabedores de que ahí está y podemos usarlo en cualquier
momento. Pero qué sabemos de Lepe, más allá de que sea un tipo muy
perspicaz y advertido, cuando en realidad es un perfecto desconocido.
Es además un personaje incombustible al paso del tiempo y se pasa de
padres a hijos, aceptado sin cortapisas y un buen recurso para
finalizar una conversación halagando al interlocutor aunque puede
usarse de modo despectivo...
-¿Hay
realmente alguien que sepa más que el Lepe, que es usted?
-En realidad se me cita por parte del que escucha al
que supuestamente habla sabiendo de lo que habla. A mí este aspecto
me importa un comino porque yo cobro derechos de imagen y autor cada
vez que se me cita. Puede decirse que soy polivalente a la hora de
mis ingresos por utilizar mi persona. Le voy a decir algo, cuando
alguien afirma que sabe más que yo, posiblemente acierte porque yo
no tengo ni pajolera idea de la mayoría de temas que se hablan
cuando se me cita. Pero mientras cobre derechos de autor y de imagen
que se piensen lo que les salga de las entrañas.
-Yo le tenía por un erudito...
-¡Pues
sabe usted más que yo que soy el Lepe! Es que la sociedad gusta de
las etiquetas. Qué narices voy a saber de filosofía, ingeniería o
gramática parda si apenas sé escribir mi nombre. Lo que pasa que la
gente a veces es gentuza en las conversaciones y me citan para zanjar
cuestiones. Yo agradezco la popularidad y, sobre todo, las ganancias
que me reporta el uso de mis derechos de imagen y de autor. Tampoco
hay que darle muchas vueltas, si la gente es feliz diciendo que saben
más que yo me la refanfinfla, sabe. Yo puedo saber de alguna cosa,
pero en realidad no sé tanto porque siempre hay alguien que sabe más
que yo, que a veces no sé ni la hora.
-¿Y
aparte de cobrar derechos de autor y de imagen?
-Me
dedico básicamente a la holganza contemplativa del mundo y la
sociedad. Que todos sepan más que yo no corta mis ansias de saber y
comprender el mundo que me rodea. También estar un poco enterado de
todo que nunca sabes quién te va a preguntar algo. También hago
algún que otro bolo por temporadas en fiestas y saraos bajo demanda,
hay que gente que paga por conocer al Lepe que soy yo. Es algo esnob,
cierto, y a veces es como ser el espectáculo de la feria, pero
complementa mis ingresos.
-¡Jejejejeje...!
¡Que cuco, sabe usted más que usted!
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
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