"El sermón de la pradera", por el padre I. N. Mundicia
Una sección del
padre I. N. Mundiciaen exclusiva para The Adversiter
Chronicle
El Día del Padre es el
Día del Padre
Queridos
feligreses, me ha llegado noticias por el confesionario de que
ciertas parroquianas solicitan que no se celebre el Día del Padre,
que como bien sabéis celebramos cada 19 de marzo. El único
autorizado para cambios de tal índole en la celebración del Día
del Padre es Francisco y que yo sepa no ha ordenado nada nuevo en
ese aspecto. Aclarado este punto, quiero manifestar al grupo
municipal de PODRECEMOS que en esta parroquia hay hombres y mujeres,
me importa un santo pimiento que la Gervasia reniegue de su género y
desea que la llamemos Gervasio, cosa que después de nueve décadas y
casi centenaria me suena a pitorreo. Pero ante los sucesos para la
elección del reparto del pasado belén viviente, reitero que se
buscaron doncellas y fue misión imposible, a partir de ahora para
toda selección de repartos en los actos que organiza la parroquia se
hará mediante una comisión compuesta por el párroco auxiliar, el
padre Genaro, así como Antonio el veterinario para discernir
visualmente si estamos ante hombre y mujer mediante inspección de
los genitales, no importan barbas hormonadas, pechos implantados de
silicona o informes de distintos estamentos...
¡Acaso
sois de la creencia hereje y atea de que San Pedro os dejará pasar a
la Eternidad sin comprobar si sois hombre o mujer!
¡Acaso
sois de la opinión de que lo que Dios ha creado puede cambiarse a
golpe de bisturí!
¡Acaso
sois tan garañones que no distinguís cegados por ropajes y postizos
injertados que una mujer con barba no es mujer por mucha falda y
sostén que se gaste!
¡Acaso
las parroquianas se creen con derecho a exigir cambiar la naturaleza
de sus hijos e hijas que Dios les ha dado!
Pues
el denostado San José, que San Mateo tan bien explica su
circunstancia de padre putativo, es un ejemplo de aceptar lo que Dios
nos otorga, en su caso otorgando a su propio hijo, que es el padre,
sin poner trabas. San José miró a su bebé putativo, comprobó que
estaba todo en su sitio y aceptó sin rechistar el designio del Padre
que no era otro que criarle, como Hijo. Así que vamos a celebrar el
Día del Padre como Dios manda y no voy a tolerar más provocaciones
dignas de Satanás como es querer ser mujer siendo hombre y querer
ser hombre siendo mujer. Y a la señora Pancracia, viuda de Tino el
botijero, decirle que el género distópico no tiene cabida en la
Iglesia, burdo intento de gozar de los placeres prohibidos retozando
con hombres y mujeres, cuando no con ambos, en contubernio fornicador
que tanto alteran al padre Genaro en sus prácticas de
confesionario...
Dejaros
de modas herejes y protestantes que sólo buscan minar la
Cristiandad, miraros los genitales y aceptar vuestro género sin
género de dudas y celebrar el Día del Padre como Dios manda. Los
puros habanos manufacturados en China se venden como cada vísperas
del Día del Padre en la tienda parroquial así como corbatas,
carteras, pachuli en distintas fragancias y llaveros con la efigie de
San Cucufato, patrono de la parroquia. Y si alguien insistiera en dar
gato por liebre, que sepan que el padre Genaro está versado en el
arte de sexador de pollos desde su más tierna infancia, labor noble
y laboriosa amén de honrada que la llamada del señor impidió al
padre Genaro continuar la tradición paterna. Ir en paz y dejaros de
huevonadas y pechos de silicona.
AMEN
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
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