Una de las liturgias es
coger lotería de navidad. Me gustaría ser uno de esos capitalistas
que comienzan a comprar desde el verano cuando salen de comida, cena,
farra, juerga y picos pardos. De los que llega el sorteo y tienen
tantos números que lo miran después del sorteo con el lotero...
Estando como soy en la
categoría social de plebeyo de la plebe, y lejos del triunfalismo
capitalista con tantos números jugados que algo siempre toca, mis
motivaciones para coger décimos de lotería se basa en criterios
científicos...
El primer criterio
científico es la cara de gilipollas que me quedaría si tocara en el
garito del cafelito y en el quiosco del barrio. Pensar que toque en
alguno de los dos y el cachondeo socarrón y a mis espaldas si toca
y no llevo número, ya me motiva de sobra para estirar el presupuesto
y tratar de sablear aurelios para comprar al menos un décimo en cada
establecimiento...
El segundo criterio
científico es de índole presupuestaria. He de dirimir entre coger
participaciones de cinco aurelios y puedo repartir el presupuesto de
40 aurelios de vellón destinado a la adquisición de lotería de
navidad. No es un asunto baladí, la ventaja de coger participaciones
a cinco aurelios es que puedo comprar en garitos y lupanares donde
ocasionalmente paro a lo largo del año. Aquí el primer criterio
científico se atenúa ya que, al parar esporádicamente, cuando pare
ya habrán pasado días desde el sorteo y también el cachondeo por
no haber llevado participación...
Y el tercer criterio es el
tema de la recompensa si resulto agraciado. No es lo mismo que te
toque jugando cinco aurelios que veinte, hay que discernir dando por
hecho que toque, lo cual aumenta el estrés diario y el rucarruca
neuronal hasta el día del sorteo...
De momento tengo una
participación cortesía de mi peluquero que incluye un práctico
calendario en el dorso de la participación, pequeño en tamaño como
el premio si toca, pero ya tengo jodida lotería de navidad si no me
decidiera o carezco de posibles para adquirir en el quiosco u el
garito del cafelito...
Al menos este año hay más
probabilidades de que me toque algo, bien la lotería bien el
coronavirus. La primera la espero con ansia e ilusión navideña, el
segundo procuro mantenerme a distancia y mascarilla, podré soportar
el resto de mi existencia sin que me toque...
La vida sigue y llega la
lotería de navidad y, por algún extraño arcano, me siento
reconfortado.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
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