Una sección de
F. O. Roffön en exclusiva
para The Adversiter Chronicle
Derrota de perro flaco
en El Molinón y España clasificada para el Mundial
Dicen
que a perro flaco todo son pulgas cuando un desdichado suele atraer
sobre sí toda clase de infortunios, e infortunios futbolísticos
hacen del Real Sporting un perro flaco donde la última desgracia,
entre comillas, es que Djuka ha dado positivo en Montenegro y deberá
guardar la consiguiente cuarentena antes de incorporarse a Mareo. La
lista de desdichas se acumulan a tenor de las derrotas y los últimos
seis encuentros de resultado adverso han hecho saltar las alarmas.
Esto ocurre cuando no se es realista, somos un equipín cuyo objetivo
primordial, una vez quedar por delante del Real Oviedo, es asegurar
la permanencia. El sueño de la pasada temporada tuvo continuidad al
inicio de la presente, la Segunda es muy competitiva y el resto de
equipos ya se han entonado y logran sacar las carencias del equipo.
Por si fuera poco, los carbayones siguen echando aliento en el cogote
rojiblanco y nos sigue a sólo un puntito de diferencia y a estas
alturas de la temporada es casi imposible que puedan los carbayones,
no ya alcanzarnos, igualar el casillero de puntos...
Y lo
cierto es que a estas alturas de siglo ya urge que la Segunda también
pare cuando haya citas internacionales de selecciones. Jóvenes de
las divisiones inferiores de la selección y de diversas selecciones,
suelen mermar las plantillas más competitivas y se nota. Estamos
décimos y en esa fase de la competición donde se decide si se pasan
apuros, si se alimentan ilusiones y de corregir el rumbo. El míster
tiene un sistema que supo a gloria al inicio de la competición y que
ahora sabe amargo cuando por distintas circunstancias pintan bastos.
El filial de la Real Sociedad hizo un partido sobrio y eficaz, tanto
por sus méritos como por deméritos del Real Sporting. Toca ser
realistas y lo primero es apañarse con lo que hay a la espera de que
la plantilla recupere jugadores que son básicos. Pero es hora de
plantearse un parón también en Segunda y el clamor de los
estamentos es unánime. Gana la competición y gana la
competitividad.
Para
competitiva la selección de Luís Enrique que sigue haciendo
rechinar dientes y ruidos de sables de los tribuletes capitalinos. La
última ocurrencia, toda vez que los seleccionados del míster han
vuelto a responder a la confianza que se deposita en sus botas y tras
un sobrio y práctico partido en Grecia llegaba esa final oficiosa
contra Suecia, que se plantó en el campo a la espera del tiempo
final donde sorprender a España, casi le sale bien y el problema de
La Roja y el sistema de Luís Enrique es que marramos las ocasiones
demasiado. Se ha visto más velocidad, más cambio de juego en
diagonal y Morata sacó la esencia de delantero logrando el gol que
nos lleva al Mundial. Pues resulta que los tribuletes capitalinos
ahora dicen que la selección española aburre. Era mejor
clasificarse de puta madre para luego pifiarla clamorosamente en los
Mundiales. Luís Enrique está cumpliendo su trabajo, sus jóvenes y
no tan jóvenes atletas seleccionados rinden y cumplen los objetivos
y la afición feliz porque el sabor de la victoria es delicioso...
Lo
demás son babayaes de eruditos de la cosa futbolera.
F.
O. R.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
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