Suplemento
cinematográfico cutre de The Adversiter
Chronicle
LA MÁSCARA
(1994)
Aprovechando
que los del turno de día ya se han reincorporado en su totalidad al
curro tras las restricciones y que no hay nada mejor para que se
entonen de nuevo que dejarles faena que es del turno de noche,
aparcamos mocho, linterna y caja de herramientas para degustar una
comedia, cine bufo con el que durante un tiempo fue tildado de rey de
la comedia, Jim Carrey. Humorista a tiempo completo en sus trabajos
donde combina mimo, muecas, contorsiones de cara y cuerpo junto con
los diálogos siempre acompañados de sus respectivas muecas
faciales. En 1994 ya se tenía claro si le amabas o le odiabas debido
a la saturación de su repertorio y posiblemente hizo que la
película, pese a ser rentable y tener secuela, si bien fue famosa no
acabó de ser popular. Debemos confesar que hace casi dos lustros que
el equipo de cata cinematográfica no saboreábamos una del bueno del
Jim Carrey, pero la película tiene alicientes de sobra para verla
casi treinta años después y resulte agradable su visionado; cada
treinta años, que conste...
Un
aliciente es ver a una sensual, provocativa, sexy y en plenitud de
belleza, a la Cameron Díaz antes de que despertara pasiones sólo con
su sonrisa marca de la casa, nunca estuvo tan hermosa y seductora
como en este papel donde hace de chica del gánster, devora hombres
que atonta a los machos alfa que se quedan prendados en cuanto la ven
y heroína que ayuda al héroe porque en el fondo es una romántica
como él bajo la máscara de chica mala. Es tal como atrapa el
objetivo de la cámara que la última media hora, que ya sabemos que
saldrá la cosa bien, merece ser vista más a menudo que la película
completa porque Cameron Díaz está, su rostro en primeros planos,
deliciosamente divina. Puede que en trabajos posteriores tuviera más
fama y admiración, pero pasa como con Sharon Stone en Desafío
Total, en ambos casos te
enamoras platónica y románticamente en una mezcla de deseo y
curiosidad, sigues su carrera y ves sus estrenos pero en realidad
añoras la belleza que apreciaste la primera vez que la viste aún
sabiendo que no volverás a verla tan divina...
La
película hay que verla como un cómic visual y la primera hora larga
de metraje logra engancharte, no atraparte si eres purista y no
soportas que una película comience normal en un mundo normal y sea
en realidad el mundo de Roger Rabitt actualizado a 1994. La
diferencia es que donde antes entraba el trazo a pincel del artista
es ahora sustituido por los efectos digitales. Cameron Díaz es en su
entrada la chica de dibujo animado de Rogert Rabbit y Jim Carey el
conejito enamorado. Resulta difícil tragar el metraje si no os va el
tema de mezclar mundo real y fantasía, incluso si os gusta la
comedia podéis tacharla de infantil, y sin embargo si os gusta el
cine podréis apreciar matices que permiten paladear el humor
soterrado y socarrón que se ríe de la policía, de los mafiosos y
hasta del romanticismo de los romances. El reparto está bien en sus
papeles y destacamos a nuestro querido y ya entrañable Peter
Riegert, que como actor ganó para siempre un rinconcito en nuestros
corazones cinematográficos por su papel en Desmadre a la
americana.
Película
con lugar propio en la historia del séptimo arte de los 90´s, tanto
por su estrella cómica, la estrella femenina, los efectos especiales
que fueron vanguardistas en su estreno, como por ser una muestra del
género de mezclar dos mundos, el real conviviendo con el de la
fantasía, tal como ocurre ahora mismo con el género de superhéroes; si podemos imaginar que existe Batman se puede imaginar que una
mascara vikinga de una deidad expulsada por Odín por gamberra adopte
la esencia de la persona que la lleva: bromista, burlesco y cachondo
si es Jim Carrey y maligno, odioso y cruel si se la pone el malo de la
película. Tiene un poco de varias cosas y si bien la media hora
final carece de interés, porque intuimos el desenlace, hay que verla
entera gracias a la belleza que enamora a la cámara de Cameron Díaz.
Si nunca visteis una del Jim Carrey os entretendrá y puede que os
guste, si ya conocéis al protagonista sobra decir que visionar sin
intervalo de tres décadas al Jim Carrey os puede provocar severos
episodios psicóticos, incontinencia de flatulencias y arcadas
compulsivas...
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
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