Una sección de F. O. Roffön en exclusiva para The Adversiter Chronicle
Goles son amores a los
seleccionadores, el Real Sporting recupera perdidas sensaciones y
siguen por delante de los carbayones
Mucho se habla de las bondades del deporte y del fútbol en particular. Pero además de las bondades físicas están las psicológicas y anímicas de la afición a los mismos y que, sin ser practicantes en la actualidad, viven sus deportes favoritos con beneficios en forma de que alegra el día, alegra las semanas y alegra atravesar los pandémicos tiempos que vivimos con sus incomodidades y temores inherentes. Es el caso del Real Sporting que alegra la vista y el resto de sentidos junto con los sentimientos por recobrar sensaciones perdidas hace demasiadas temporadas, recuperar esa ilusión inconfesable de que por fin vuelve a ser un equipo competitivo como ya no se recuerda por la joven mayoría. Hacía falta para la ciudad y para la región, condenados temporada tras temporada a los desencantos y a los disgustos con el añadido de la pandemia, hacía falta...
Me comentaba mi barbero, profesional de la vieja escuela al tanto de la actualidad para poder ofrecer al cliente una pequeña tertulia mientras le corta las greñas, que había tenido noticia de que una gloria veterana del fútbol alemán comentaba que con los estadios vacíos de público, los jugadores jóvenes se soltaban más en el campo al no tener la presión de las gradas cuando cometen un fallo, un error o simplemente bisoñez en la categoría y debe de ser cierto porque en el Real Sporting ha sido jugar sin público y retomar la senda del glorioso pasado con carne fresca de Mareo y foráneos que brillan como prometen siempre que se ficha alguno. Tener más de veinte puntos a estas alturas de la temporada y jugando de verdad con coherencia y unas ideas claras es algo que ni se imaginaba al acabar la anterior temporada. Además con el añadido de estar por delante del Real Oviedo que parece que por fin empieza a carburar...
Goleada histórica de La Roja a los teutones, dicen los tribuletes deportivos. Lo cierto es que esta competición de selecciones para motivar los siempre desmotivados partidos amistosos sí que permite tomarlo con calma si se pierde y lanzar campanas al vuelo si se gana. Tras Holanda y Suiza , típicos partidos amistosos, llegaba el coco alemán y ya se estaba de nuevo en el pesimismo existencial que rodeaba al combinado español hasta la gloriosa noche de julio en que logramos el Mundial.
Luís Enrique no veía en el campo de juego
cumplirse sus planes de tener estilo propio que nos llevó a la
gloria futbolística pero convocando a los que mejor en forma y
gracia estén de los mejores. Ya se oía rumor de guillotina que el
seleccionador ignoraba mostrando su confianza en su filosofía de
convocatoria y en los convocados. Y rediós que le han respondido ante
una Alemania que tampoco hiló muy fino pero a la que siempre es
difícil ganar y generalmente por la mínima. Pero goles son amores y
esta vez les hemos cortado las orejas, el rabo y los cojones a los
teutones...
¡Y seguimos por delante de los carbayones!
¡Y seguimos por delante de los carbayones!
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
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