Rafa Mora o cómo el
gañanismo televisivo se estrella contra el periodismo
Tenía
que suceder más pronto que tarde y el momento llegó durante el
Sálvame del pasado viernes donde el gañanismo televisivo de Rafa
Mora sacó a relucir sus mejores galas. Lo que convierte en gañán
televisivo a Rafa Mora es la rudeza y tosquedad en su comportamiento
en los platós, sazonado de las mejores esencias de su maestro y
mentor dentro de la telemierda como es el Kiko Matamoros que nos
deleita las tardes cogiendo el teléfono pese a su estado cochambroso
y el consejo de sus galenos para despotricar a diestros colaboradores
y siniestra ex-pareja conyugal que ni tiene las mejores piernas del
universo ni aprende a manejarse ante las cámaras...
Rafa
Mora es el máximo exponente de una generación de habituales en
platós donde su bautismo televisivo fue Mujeres,
hombres y viceversa
y que se han labrado un presente televisivo a base de concursos de
telerrealidad. La mayoría maneja además las redes sociales y los y
las que tienen seguimiento de cientos de miles de usuarios de las
redes sociales se autodefinen además como influenciadores de los
mismos y de estrellas del canal de vídeos caseros. Hay que sumar que
son fauna nocturna de discoteca y reservados, consumistas casi
compulsivos, bastante analfabestias a la hora de argumentar
verbalmente, culto al hedonismo y apareamientos químicamente puros.
Pero Rafa Mora es el modelo para muchos y muchas del chico que salió
de donde salió televisivamente, cuyo hedonismo le convertía en faro
de culturistas de opereta con ansias de ser modelos...
A
codazos, empujones y disfraces a ocurrencia de la dirección y tras
un vía crucis de selección por la audiencia, Rafa Mora logró la
cumbre, tocó la jodida cima televisiva, se convirtió en colaborador
de plantilla de Sálvame con apariciones en otros contenedores. Ha
sido gañán televisivo desde el minuto uno para desesperación de
las y los profesionales del periodismo con lustros de experiencia
comenzando por ser el precursor de la coletilla que han copiado sus
compis de generación, discoteca y gimnasio que no es otra que
adornar sus intervenciones llamando compañeros o compañeras al
resto de colaboradoras y colaboradores presentes. Le toleraron como
toleran al resto de los Suso, Kiko Empotrador
Giménez, Sofía Suescun, Ilenia y demás fauna pero Rafa Mora se
había convertido en la élite. Antológico su comienzo en el
mundillo del famoseo de aerosol cuando prodigaba el consejo de que
quien le pedía consejo era un buen niño pero tenía que madurar
como él. El problema es que Rafa Mora ha madurado como un melón:
más gañán y más verde que un bebé en un cochecito.
No
se entera de que mete la pata y se cree maestro de la introducción
de sus intervenciones repitiendo lo que ya sabemos y luego vender la
moto de sus contactos y demás parafernalia que se ha montado. Pero a
medida que sumaba horas de colaborador ha aumentado su ego de
príncipe de las tinieblas televisivas de toda una generación que
aspira al dinero televisivo. Alza la voz cual cabrero llamando a su
rebaño, pisa al resto desoyendo a dirección y a medida que se ha
convertido en discípulo aventajado, tampoco hay más, de ese perro
viejo que ya pasa de todo del Kiko Matamoros, supera sus espionajes
en los baños, ser bocachanclas de lo que se habla en comidas y
reuniones y finalmente pierde los papeles cuando le mentan a la novia
como sucedió este pasado viernes...
Los
arcanos le acompañaban esa tarde y logró que la actual pareja del
torero Enrique Ponce le cogiera la llamada y se brindara
graciosamente a realizar unas declaraciones... ¡Que cara de
felicidad de Rafa Mora cuando, medio en cachondeo sanote, sus compis
colaboradores, alguno hasta colaboracionista, le felicitaban por la
exclusiva, entre comillas! El ego del gañán televisivo comenzó a
resentirse tiempo antes desde que su santa novia, Macarena de
alienígena belleza, participara en ese insulto a la inteligencia que
ha sido La casa
fuerte.
El primer síntoma de la gravedad creciente de su gañanismo
televisivo ya tuvo lugar en La
última cena donde
un soberbio, en todos los aspectos, de Kiko Empotrador
Giménez logró hacerle quedar como el gañán televisivo que
prometía ser y se hizo realidad amén de quedar como un niñato con
todos los defectos de un viceverso por muy musculado que esté...
La
noche del viernes es larga y en el momento de hacer la crónica no
recuerdo el detonante pero el caso es que María Patiño se hartó y
preguntó a dirección si tenían que aguantar a semejante niñato.
Rafa Mora no se entera de nada desde un punto de vista televisivo,
pierde los papeles y se iguala cuando presume de colaborador,
estudiante de periodismo y compañero desde un punto de vista
profesional con periodistas de verdad que han soportado hasta ahora a
los y las Rafa Mora pero es el genuino quien menos aprende de todos
pese a ser el que más alto ha llegado. Es el declive de un Rafa Mora
convertido en lorito real de Kiko Matamoros y lo que Rafa piensa que
es personalidad televisiva es sólo gañán camino irreversible a ser
un auténtico garrulo televisivo. El empotrador le supera, Suso le
supera y sólo el Alejandro Albalá está a su altura en cuanto a ser
niñato...
Lo
bueno de los fortachones rudos y toscos es que cuando se estrellan
hacen un escándalo hilarante para el observador...¡Olé Patiño por decir lo que ya pensábamos casi todos y casi todas!
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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