Suplemento
cinematográfico cutre de The Adversiter
Chronicle
MAD MAX (2015)
-Furia en la
carretera-
Si la película se titula Mad Max, la dirige el tipo que
dirigió las tres de la saga Mad Max y el protagonista se llama Mad
Max, pues resulta que no se trata de una película de Mad Max, en
parte porque el Mel Gibson siempre será el único y genuino Mad Max
y en parte porque uno de los aciertos es que las similitudes con la
saga original se queda en el nombre del protagonista masculino y unos
cuantos cameos de objetos de la saga en forma de homenaje y guiños a
las y los espectadores seguidores de la saga. Pero pese a los miedos
de encontrarnos un refrito actualizado y podre como otras
actualizaciones de otros títulos de los 80´s, no dudamos apenas un
instante en aparcar los trastos de faena, dejar las tareas para los
pringaos del turno de día y dispusimos los consabidos pistachos,
ganchitos, palomitas y birras para disfrutar de Mad Max...
George Miller dirige con soltura lo que podría ser un
anexo, un cómic visual lo es sin duda, en el mundo post apocalíptico
pero a diferencia de la saga aquí es un mundo con restos de
tecnología pero sin horizontes, no hay una Sidney a oscuras donde
brillan las hogueras de generaciones contando a otras la historia, no
hay negociudades con simulacros de sociedad, hay un dictador de tinte
norcoreano en sus gustos de ordeñar matronas, preñar vírgenes,
adoctrinar en el culto al paraiso del guerrero a la juventud y jugar
a ser dios inmortal porque controla la única fuente de agua potable
en mil kilómetros a la redonda si no eran más, porque el desierto
es omnipresente aunque chirría el páramo helado y oscuro más de
una película de espadas y dragones que de los páramos del mundo
post nuclear...
El comienzo es un frenesí tras una somera presentación
del reino del malo de turno, un tipo enmascarado y de aspecto harto
repugnante rodeado de una corte de psicópatas fanáticos y una plebe
a la que domina por medio del control del agua potable. No le falta
un arsenal de vehículos restos de otros canibalizados. Lo cierto es
que nos preguntamos a posteriori de dónde sacaban esas motazos y
cochazos si el mundo que se nos presenta es bastante retrasado
tecnológicamente, pero te lo preguntas al final del metraje porque
el protagonista, Max, vive un sin vivir y un no parar ya sea como
mascarón donante de sangre fresca, de apurado en apuros
desconcertado ante la Charlize Theron y su muñón en lugar de brazo.
Tom Haldy cumple el trámite porque no es una imitación de la
interpretación del Mel Gibson y porque este Max no es Mad Max, es un
superviviente que sabe que tras el horizonte sólo hay más páramo
pero que ve un atisbo de humanidad que tal vez le redima de lo que
es...
Y jamás un muñón fue tan sexy ni Charlize Theron tan
sensual en un personaje áspero con cara de malas pulgas, de aspecto
masculinizado que no apaga su mirada que enamora a la cámara y nos
hizo soltar alaridos de machos alfa y lluvia de pistachos a la
pantalla cada vez que el plano de su mirada eclipsaba al resto.
Parece un papel lineal como el de su pareja masculina protagonista,
pero sabe darle toques humanos a un personaje duro, forjado en la
esclavitud y la brutalidad pero que sueña con regresar a su hogar de
mujeres libres y un vergel verde por paisaje aunque sólo para
despertar en la dura realidad del páramo...
Pero el que nos gustó y encantó es un apenas conocido
por estos lares del Nicholas Hoult en un personaje que es un miembro
de las juventudes hitlerianas, versión páramo post nuclear, que
adora a su jefe de tribu como si fuera Dios y que busca morir para
ser eterno en el paraiso de las juventudes hitlerianas versión
páramo post nuclear y que le recuerden por su hazaña cual kamikaze
convertido en flor de cerezo tras su muerte en combate. Pero es un
personaje profundo que el truhán del George Miller nos cuela como
que no es la cosa. Vive una transformación que la interpretación a
base de miradas con o sin levantamiento de cejas, muecas con la boca
y miradas penetrantes con toques de mimo dota a un personaje
secundario en personaje principal donde se siente que tenga que
morir...
Si comparamos la película con la saga, sale perdiendo
porque sólo sería la persecución del camión de gasolina de la
segunda película de la saga pero es que sencillamente es algo
distinto en el mismo mundo. Es una película que hay que ver como
comic visual o película con estética de videojuego donde ofrece lo
que se espera pero defrauda si se espera algo. Hay que olvidar a Mel
Gibson y la saga para recibir sin prejuicios ni falsas esperanzas lo
que es una película de acción en persecución con guiños al
espectador y un producto que te deja indiferente cuando termina. Te
quedas con la Theron y su muñón, una noche de amor con su prótesis
puede ser de amputación traumática del miembro viril, y te
preguntas donde hacen el mantenimiento de los vehículos. No hay
florituras filosóficas de Arcadias futuras y sí muchos mamporros,
trastazos y hostiazos...
Al menos los volantes están en el lado correcto si no
eres australiano.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
Salt Lake City, Utah
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