Suplemento
televisivo cutre de The Adversiter
Chronicle
SUPERVIVIENTES 2020:
Esta edición no se acaba nunca mientras los planes al José Antonio
Avilés se le truncan, Barranco es derrotado por Jorge en la
expulsión mientras el Hugo sigue sembrando repulsión al perder la
prueba frente a la Aldón
El tramo final de esta edición parece que no finaliza
nunca, cierto que debido a las peculiares circunstancias de la nueva
normalidad. La final no es tal porque hay que rellenar las dos
semanas de cuarentena obligatoria que deben pasar tras su regreso de
los cayos y por tanto se divide en dos finales, rellenas de
enlatados, pruebas cuchufletas para verles comer como una piara de
jabalís, que se vean ante el espejo, reencuentro con familiares a
través de mampara de plástico y para de contar porque están en una
especie de campamento y ya no hay imágenes del concurso en sí...
La miga sigue estando en el expulsado José Antonio
Avilés que lejos está de percatarse y tomar consciencia de que tiene un
problema serio. Es verdad que se han pasado unas risas con sus
andanzas cordobesas donde se labró su reputación de moroso caradura
pero en la entrevista que hizo con Sobera hemos visto a una persona
enferma que, lejos de reconocer su problema, sólo piensa en volver a
su programa. La mentira en directo respecto a Ivana y un miembro, con
perdón, del equipo del programa en una habitación a oscuras por
inoportuno apagón, además de encabronar a la novia del miembro, con
perdón, mostró el repertorio del moroso para fabular y crear una
noticia de la nada. Aún queda culebrón por delante pero debería
hacérselo mirar por un profesional aunque su entorno se dedica a
disculparlo cuando no ser cómplice de sus embustes.
Duelo de favoritos en las expulsiones con victoria de
Jorge siendo Barranco el expulsado. Es cierto que Barranco a nivel
general de supervivencia cumple el trámite y las pruebas son su
fuerte, pero su único mérito ha sido saber acercarse a Rocío
Flores y ser su palmero, mullida almohada donde apoyarse la susodicha
y ha sido un traidor con Ferre por partida doble aunque mereciera serlo
por triple por capullo. Por si fuera poco han pillado una
conversación de su santa madre donde pone a parir al concurso,
colaboradores y presentadores. Un mágico fin de concurso a un fraude
de concursante que sigue al mismo bajuno nivel al que nos tiene
acostumbrados en otros formatos. Jorge no le supera en fortaleza para
las pruebas o maña en la pesca pero merece estar en la final más
que el lameculos de la Flores que ha sido el Barranco...
A casa, majo.
Que al Hugo Sierra no le gusta perder ante una fémina
ya lo había demostrado a lo largo de todo el concurso, pero si
encima pierde contra la Aldón pasa lo que pasó en la gala del
pasado jueves: hay un complot de la organización del concurso para
que compita en peores condiciones psicológicas. Menudo berrinche y
pataleta se agarró el Hugo porque le tocó ser el último en ver a
un familiar, excusa perfecta para desviar la atención de la derrota
de un tipo que va de abanderado del juego justo, competitivo y tal
que resulta que no sabe perder. Ha sido la única vez en todo el
concurso que Jorge Javier atinó a mostrar lo absurdo de su berrinche
a un concursante. Este Hugo es otro fraude que con el rollo de que va
a su rollo se lía la manta a la cabeza y pasa de todo aquello que no
sea el mismo. Ojalá se quede con la miel en los labios y pierda
contra una de las finalistas...
¡Cuanta razón tenía la dulce Adara, cuanta!
De manera que otra espera para ver si esto se termina de
una vez con un duelo final de expulsiones que supera al de Barranco
con Jorge ya que éste último se enfrenta en las nominaciones a Hugo
Sierra que tendrá que regalar muchos abalorios para superar al
benemérito que tiene el favor de la audiencia paganini por votar.
Pero si nos ceñimos al concurso está claro que Hugo le supera
aunque no tenga su carisma, su saber estar y su entereza psicológica.
Hugo lo sabe y aunque salga victorioso y se plante en la final por lo
menos nos queda la satisfacción de saber que estará sufriendo hasta
que se sepa el resultado de las votaciones...
¡Pero que termine de una vez!
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido Salt Lake City, Utah Director Editorial: Perry Morton Jr. IV http://theadversiterchronicle.org/
Una sección de
F. O. Roffön en exclusiva
para The Adversiter Chronicle
Regresa la competición
en la nueva normalidad
Entre
las medidas que las autoridades gubernativas deben adoptar con
urgencia para paliar la crisis por la pandemia, debe ser de urgencia
que los abonos para la próxima temporada en Segunda, o en Primera si
ascendemos, estén subvencionados como medida social por los fondos
de la Unión Europea. Puede parecer una peregrina petición pero más
peregrinas son las propuestas de los mandamal del Real Sporting para
compensar, es un decir, a la afición que al interrumpirse la
competición se quedó con el abono pagado para toda la temporada
pero sin disfrutar del mismo primero por el confinamiento y ahora
porque los partidos serán sin público...
La
cosa es de chiste de barra americana en fiestas patronales de
ambiente guasón: no sólo no devuelven el dinero de la parte
proporcional sino que encima pagas. La cosa propuesta era conseguir
descuentos en mercadotecnia y rebajas por renovar una o dos
temporadas. Le sumas que los mandamases del Real Oviedo sí van a
devolver dinero, ya tenemos la polémica y la protesta armada en la
ciudad y la masa social rojiblanca. Lo mejor será esperar que nos
depara reanudar la competición a trote cochinero donde se vende que
podemos pelear por el ascenso. Si nos atenemos a lo visto en la
competición alemana donde a puerta cerrada los resultados rompen
pronósticos, puede ocurrir de todo...
Y
alegría de ver a un piloto español pilotando un Ferrari, hijo del
campeón automovilístico Carlos Sainz que ha logrado cuajar en las
oportunidades que le han dado. Tras los años de Fernando Alonso y su
lento declinar por la poca competitividad de la escudería en su
etapa final en la Fórmula 1, aunque se rumorea que podría volver a
la misma, estábamos resignados a vivir del recuerdo de una época
que movilizó a todo un país y a su patria chica en apoyo de
Fernando Alonso. Además hay importantes cambios en la normativa que
puede suponer el abandono de escuderías pero una mayor emoción con
menos desigualdad y mayor emoción para el aficionado.
Porque
el deporte nos puede ayudar muy mucho a llevar la nueva normalidad y
de paso ayudar al deporte donde ha primado en la última década los
intereses mercantiles de un puñado de clubs en detrimento del resto.
De momento nos quedamos sin la Eurocopa, casi mejor con la que estaba
cayendo con el tema del seleccionador y cruzar los dedos para que los
carbayones no nos superen en la tabla clasificatoria como nos han
superado a la hora de gestionar el tema de los abonos sin gastar...
F.
O. R. The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido Salt Lake City, Utah Director Editorial: Perry Morton Jr. IV http://theadversiterchronicle.org/
Es la primera vez desde que se decretó el estado de
alarma que levanto la persiana y no me paro a ver el exterior, me di
cuenta ya en el baño y, supongo, ya estoy desconfinándome. Es
cierto que se oye más ruido de tráfico y entre de todo un poco,
por unos instantes era un día normal hasta que el ruido de la
cisterna me recordó que es la nueva normalidad...
El pacto con la formación política heredera de ETA
está levantando ampollas. Nos centramos en los aspectos económicos
más que en los sanitarios, al menos la ciudadanía-soldados de la
que formo parte. El descenso en las muertes, aunque sigue fluctuando,
contribuye a esta especie de perder el respeto, camino de perder el
miedo, al coronavirus. Se oyen noticias de una posible mutación del
virus, pero, para un profano como yo, no sé si es bueno, malo,
regular... He ido a la compra y puse la mascarilla. Todo es
acostumbrarse, que dijo alguien, pero ha sido un poco incordio porque
lucía el sol pero se me empañaban las gafas. Sentí ese inevitable
picor que surge en la mejilla cuando no puedes tocarte la misma, pero
es sólo cuestión de tiempo, como acostumbrarse a las colas, a no
salir de casa, a no ver a familiares, parentela, amistades, amigos,
conocidos y algún que otro galápago inevitable. Sólo es cuestión
de tiempo en una nueva realidad que marca los tiempos para todo... También el reloj marca la hora y, aunque me levanté
como si fuera un día normal, sigo con el insomnio de la nueva
normalidad.
Viernes
22 de mayo
No por esperado deja el pasar a la fase dos de ser algo
que levanta la moral, aunque tiemblo visto lo visto hasta ahora. Pero
siempre es hermoso recuperar algo de antaño aunque haya colas, haya
que adaptarnos a la nueva normalidad...
Hoy he pedaleado a buen ritmo en el sentido de que me
pasaron volando los veinte minutos y tuve por un instante ganas de
que llegue el domingo para subir otros cinco minutos. Al pesarme, la
báscula me dice que no he adelgazado nada pero tampoco hubo aumento
de lorzas, estoy estático en el peso haciendo estática... Ecos desde China que hablan de una posible mutación del
coronavirus y alertan de un posible rebrote. Pero ya no escuchamos,
estamos de permiso que confundimos con vuelta a la normalidad que
sencillamente ya no existe, a ver qué pasa con el tema playas... La jornada de sol se nubló a media tarde y ya llovizna.
Siento el golpear de la lluvia, tenue, en el cristal. Me pregunto si
las nubes saben de fases de desconfinamiento, libres que son
atrapadas en la atmósfera... Noto el sueño y apago luz, la estática ya se amortiza
en forma de conciliar el sueño.
Sábado
23 de mayo
Es la primera vez desde que empezó la guerra del
coronavirus que no he seguido íntegro el discurso semanal del
Presidente en televisión. Tal vez me he contagiado de la relajación
o puede que sea hastío. El caso es que abre las puertas al turismo a
partir de julio, es necesario por motivos económicos al igual que
Italia y Grecia o Francia, pero tengo un mal, no presentimiento,
sensación rara al pensar en un segundo confinamiento domiciliario...
Muy cómodo hoy en la estática, creo que voy bien
aunque he ganado unos gramos según la báscula, ese artilugio que no
puede faltar en casa pero que apenas pisamos, ya sé el motivo: es un
asco verse engordar, no estar gordo, sino engorde por estar inactivo
y comer mierdas, ricas y deliciosas pero que engordan cuando eres
carne de sofá... La nueva me ha mandado un correo, quiere que nos veamos
por el chat para hablar unos temas del curro. Lo que menos me apetece
es aguantar la turra de una novata y sus preguntas... Sigue coleando el pacto con los herederos de ETA, ahora
resulta que no hacía falta porque ya tenía los votos necesarios y
ha salido un viejo barón socialista, uno de la relegada vieja
guardia, justificando con el argumento de que el Presidente no estaba
al tanto. Este Gobierno tiene una curiosa e irritante costumbre de
anunciar cosas que luego no son así exactamente, es algo normal en
todo gobierno alguna vez en su mandato, pero desconcierta, confunde y
desorienta a sus propios votantes... Miro por la ventana antes de acostarme. No me termino de
acostumbrar a noche de fin de semana sin el tráfico finsemanero, de
marcha, de copas, pero no hay tráfico salvo una ambulancia y luces
de coches patrulla a lo lejos. Seguimos en estado de alarma... Pongo la radio, me pongo en modo sueño.
Domingo
24 de mayo
Último domingo en fase uno, pienso mientras doy la
primera bocanada a la mañana tras levantar la persiana aunque no
puedo evitar preguntarme si es la primera fase uno, la definitiva o
qué, pero nadie me responde y la calle está como cada día el mismo
día...
El pacto con los herederos políticos de ETA ha
encabronado incluso al partido gobernante, entre acusaciones de la
oposición de tratar de crear un modelo bolivariano de pesebre social
subvencionado, pero no tenemos reservas petrolíferas como Venezuela,
sin embargo hay compatriotas que piensan que recuperar el programa de
1931 nos llevará al siglo XXI cuando es el coronavirus el cicerone
que nos abre las puertas de un nuevo siglo ya con dos décadas. Puede
verse un bosquejo del futuro inmediato pero antes hace falta una
vacuna y las banderas de 1931 son piezas de museo porque nuestras
banderas son las de ahora... Al final todo me ha recordado los años del terrorismo
etarra y ha teñido este último domingo de fase uno de pena y
tristeza. Hablan de declarar diez días de luto como si poner varios
realzara el homenaje cuando el mejor homenaje es mantener la
distancia social y remar todos hacia el mismo objetivo. Escuchar que
se abrirán las fronteras al turismo me hace preguntarme si luego no
lloverán las demandas por contagiarse en los hoteles, piscinas,
monumentos. Una versión actualizada de alegar intoxicación
alimentaria... He aumentado diez minutos el pedaleo y lo he notado,
siento las piernas pesadas aunque la báscula dice que peso lo mismo
que ayer. Cuando me peso, la báscula parece mirarme con reproche por
tener lorzas y dejar de ser parte del mobiliario del aseo para ser
parte activa en vigilar mi peso y sentir la planta de mis pies sobre
su cara... Me acuesto creo que optimista porque ya estamos en fase
dos, que tontería.
Lunes
25 de mayo
Hoy sí a sido levantar la persiana y ver un sucedáneo
de un lunes normal en la sucedánea nueva realidad, la obra con
obreros, los bares y cafeterías abiertos con sus terrazas e incluso
movimiento en las aulas, pero sólo son eso, movimientos...
Han cesado a un mando de la Guardia Civil en lo que
parece consecuencia de filtraciones, pero ya hay todo tipo de teorías
más o menos peregrinas. A veces olvidamos que es un Cuerpo militar y
se rige como tal donde la cadena de mando sufre las consecuencias de
sus subordinados, pero la milicia también fue prostituida con la
dictadura franquista. El silencio también es deber de un militar... Esta noche me he despertado como si me estuvieran
amputando la pierna con un serrucho, supongo que consecuencia de mi
herrumbre resquebrajada por el ejercicio en la estática, pero ya
hago diez minutos más, media hora en total. Mientras pedaleaba he
decidido solicitar el teletrabajo de forma definitiva, así no
aguanto tonterías. La nueva me manda un correo donde me cita para
mañana, hoy tiene un imprevisto. Mejor... Me acuesto sereno, mañana será un martes aunque sea un
sucedáneo de tal y no otro día igual al anterior... Creo que ese pensamiento me reconforta de alguna forma.
Martes
26 de mayo
Hay que reconocer que abrir la persiana es más
estimulante en la fase dos, ves vidilla en el asfalto, tráfico
fluido sin llegar a la saturación de la vieja normalidad que se ve
tan lejana en el futuro, sobre dos años de distancia social calculan
según he leído en algún sitio...
La política va acaparando la actualidad y colea el
asunto de la destitución de un mando de la Guardia Civil, una
institución también ensombrecida por la dictadura que la convirtió
en su brazo ejecutor tal vez como penitencia por mantenerse leal a la
república en el 36. Son disciplinados y a veces olvidamos que es un
estamento militar y que los mandos van rotando en sus puestos y
destinos, pero el conjunto de las cosas y su utilización política
hace que nos crezcan los enanos en este circo... Estuve animado toda la jornada, incluso la novata ha
sido una sorpresa. Llegamos puntuales a la cita en el chat y me llamó
la atención su alias, Pétalo de Rosa. Hablamos del curro unos diez
minutos y luego, de una manera natural, acabamos hablando de todo un
poco. La verdad es que hablamos mucho, pero después estuve zapeando
un poco y me detuve en una noticia deportiva donde hacían una somera
crónica de un partido de la competición alemana de fútbol,
disfruté de volver a ver jugadas, la voz del locutor, los goles;
hasta que reparé en las gradas, vacías, lúgubres y tétricas como
el atrezzo de un circo en la oscuridad. El espejismo en que vivía
esta fase dos, espejismo de normalidad que tal vez sólo fuera un
deseo que quería ver en la realidad de la nueva normalidad, el
espejismo se me hizo añicos y no sé porqué pero comencé a
llorar... Estoy cansado y sólo estamos en la fase dos... Quiero volver a la vieja normalidad o saltarme la nueva
normalidad... Quiero dormir, pero no sé si quiero despertar.
Miércoles
27 de mayo
Es una curiosa sensación que sea luto nacional pero el
pulso de la nueva normalidad no parece indicarlo...
Trifulca verbal en la sesión de control al Gobierno,
siguen en los parámetros de 1936, uno tildando de aristócrata de
forma peyorativa, decimonónica; la otra mentando de terrorista al
progenitor del anterior. Me resisto a creer que tenemos tales
políticos y me resisto a creer que el desastre que es la guerra del
coronavirus no les haga quitarse la venda de los ojos. Están todos
buenos para acusar, buscando motivos con argumentos caducos. Hoy la
bandera no es la de la dictadura ni la de la república, es la
bandera de una nación con crespón negro por los caídos, tal vez
también por los vivos... El cretino del supervisor me ha dicho que lo del
teletrabajo está jodido, que hay muchas solicitudes y que si tal y
que si cual. Le he dicho que no pienso volver a ese cubil que llaman
mi oficina, más bien mi jaula en un gallinero ponedero, he dicho
basta y si el lunes no han aceptado mi solicitud de continuar el
teletrabajo sencillamente me voy. Sé que no depende de él, pero es
lo bueno de tratar con supervisores cuando no tienes nada que perder:
les bajas de su negrero pedestal... Sigue la polvareda con el tema de los ceses en la
Guardia Civil, no me creo que el ministro de Justicia se pliegue a
deseos ajenos, sigo pensando que es el relevo normal a todo mando
castrense aunque sí hay que dar la razón en que sucede en un
momento muy inoportuno, pero todos los momentos suelen ser
inoportunos en circunstancias adversas... Me acuesto y espero en el apeadero de la somnolencia al
sueño que siempre tarda en llegar, pensando en que esta noche hemos
dado un paso para volver a la Luna. Pienso en plural porque la
conquista y retorno a la Luna es algo universal, los astronautas son
estadounidenses, Colón navegaba bajo el pabellón de Castilla, pero
los hechos trascienden las banderas y permiten soñar en nuevos
mundos con mejores sociedades aunque al final primará la explotación
comercial y la guerra... Suena una vieja melodía, pero quizás el viejo sea yo.
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Suplemento
cinematográfico cutre de The Adversiter
Chronicle
RESCATE EN EL MAR DEL
NORTE (1979)
Volver
al curro tras semanas de confinamiento es la mejor excusa para
aparcar trastos y sentarse a disfrutar de una película entretenida
que es de las que según pasa el tiempo gana en calidad, cosa que
sucede con muchos títulos de la época entre la segunda mitad de los
70´s y al comienzo de los 80´s. Películas con elenco solvente y
oficio detrás de las cámaras con pulso narrativo algo tambaleante
en ocasiones pero que suple la falta de dinero con dosis de humor y
pizcas de ironía cuando no el reírse de sí mismos, cóctel
agradable al paladar para degustar con tranquilidad y la única
pretensión de pasar una par de horas entretenidas...
El
guión lo firma el autor de la novela en que se basa y está dirigida
por Andrew V. McLaglen con pulso televisivo en ocasiones pero
resueltas las escenas con solvencia. Es 1979 y Roger Moore está en
la cresta de la popularidad, y encasillado ya, gracias a la saga de
007 y previamente popular gracias a la televisión. Está acompañado
por otros dos grandes de la época, grandes como actores de cine y
grandes en popularidad, un James Mason de venerable almirante que con
una mueca ya expresa sentimientos y un Anthony Perkins que hace
olvidar su eterno personaje de Psicosis
porque interpreta a otro personaje atormentado y deshumanizado en su
papel de terrorista. La trama es simple con un secuestro de una torre
petrolífera en el Mar del Norte donde el gobierno británico debe
recurrir a un contratista a sueldo de la aseguradora naviera. No
falta la amenaza de bomba, asesinatos gratuitos y psicopáticos así
como escenas bajo el agua tan en boga de aquella.
En el momento de su estreno no fue valorada en su
plenitud siendo vista como un sucedáneo de 007 en plan chusco,
digamos. Pero es todo lo contrario, Roger Moore se ríe de sí mismo
en un personaje con pintas de barbudo escocés que a la mínima
ocasión le mete un par de lingotazos a la botella de wiskorro que
por algún extraño arcano siempre tiene a mano. Misógino, hoy sería
linchado por el feminismo radical, que considera a la mujer
incapacitada para todas aquellas tareas que no requieran usar la
plancha, el costurero, el horno de la cocina o poner la lavadora.
Experto en contra terrorismo que trata a sus subordinados como si
fuera un capitán ballenero en un buque negrero y que no tolera otra
opción que sí mismo como única opción viable y enfurruñado
porque el gobierno lo dirige una mujer. Hay que tener en cuenta que
la Thatcher acababa de tomar el mando como primera ministra y la
mujer comenzaba a dejarse ver en puestos de mando y responsabilidad
vetados hasta entonces para las féminas.
Roger
Moore está soberbio en sus muecas y lo de su empresa de contratista
de defensa que se dice ahora es de traca. Tras conocerse el secuestro
monta un escenario a base de un entramado de andamios con pinta de
poco seguros y con un par de lonas y cuatro escaleras de pintar de
toda la vida ya tiene montada una réplica del barco de suministros
de la plataforma donde está el grupo terrorista liderado por el
Perkins. La escena en el tren con la mujer fumadora, sus cuchufletas
irónicas a la subdirectora de la plataforma, su confusión con la
chica de la tripulación y la chulería con la que trata a todo el
mundo unido a una autoconfianza digna de un cabezota escocés logran
que Roger Moore haga olvidar a 007.
El James Mason está soberbio en su papel de máximo
almirante que se ve tratado como un grumete por Roger Moore, pero el
Mason infunde a sus personajes una solidez y una credibilidad con
sólo arquear las cejas. Es cierto que vista hoy ha quedado desfasada
en cuanto a ritmo y acción, pero son personajes que hacen olvidar a
otras interpretaciones, algo que lograron como nadie las producciones
británicas de la época. Es una película con encanto que vista
décadas después gana enteros como pieza de un género que estuvo en
boga en aquella etapa de la Guerra Fría donde había organizaciones
criminales ajenas a la misma o como el personaje de terrorista del
Perkins, alguien sin ideología ni ideales, posiblemente miembros de
la secreta en la RDA, algo que visto en 2020 donde el peligro es
terrorista islámico, un virus o la crisis de un sistema, aquellos
eran buenos tiempos porque se sabía quienes eran los buenos, los
malos y los renegados...
Ideal para recordar a tres grandes actores
cinematográficos que eran además populares para el público.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido Salt Lake City, Utah Director Editorial: Perry Morton Jr. IV http://theadversiterchronicle.org/
Lo bueno de no poder ir
nunca de vacaciones, más allá del acantilado, es que cuando no se
puede ir de vacaciones no me disgusta y cuando permiten de nuevo ir
de vacaciones no me importa... Los arenales serán la
prueba definitiva de nuestro talante solidario y responsabilidad
individual y colectiva. No me imagino a la gente esperando delante de
un semáforo a que se ponga en verde como han hecho en alguna
catedral, claro que no poder practicar levantamiento de vaso en barra
fija y tener que hacerlo sentado a una mesa tampoco me convence... Por una parte se pierde la
posibilidad de catar escote de la camarera cuando se inclina para
fregar vasos y tazas, si bien es cierto que había auténticos
codazos y mordiscos entre los parroquianos por coger el taburete de
vistas panorámicas... Pero un cafelito en la
mesa no es lo mismo que en la barra. La mesa es más de café con
bollería, pero no es sólo el jodido café, aunque sea jodido pillar
el taburete de las vistas panorámicas, es sentarse a la barra, echar
un vistazo al mostrador, la lotería o la tele en una esquina... La nueva normalidad nos
convierte en orugas que vamos mudando hasta ser crisálidas en lugar
de mariposas porque nos hemos convertido en una sociedad de insectos.
Cual hormiguero, caminamos evitando al contrario como si siguiéramos
un rastro químico, sin conversaciones ni abrazos, vamos allí, aquí,
acullá, siempre evitando coger papeletas para el sorteo del viaje al
más allá... Pega el sol en el
acantilado, una gaviota toca los cojones por no variar y el murmullo
del tráfico, aunque atenuado, ya se nota en fase dos... ¿Sabría el poeta a dónde
van las fases como sabe a dónde van las lágrimas?
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