Suplemento
televisivo cutre de The Adversiter
Chronicle
Supervivientes 2018:
Saray expulsada, la argentina crucificada, Logan cada vez menos
magníficus y bodorrio tras
divorcio de Alberto Isla con Chabelita más pájara de Pascualina
Va
cogiendo velocidad de crucero el concurso una vez que la adaptación
a las incomodidades se va asimilando por los concursantes que no
obstante nos deleitan con pájaras de abandono, trifulcas más o
menos étnicas, un Logan que pierde aura de santidad y encantos para
Sofía mientras, su lo qué sea del Albalá, ha conseguido un viaje a
gastos pagos para cantar las cuarenta de su lo qué sea de la Sofía
y además hizo el viaje acompañado por su ya ex-esposa con el
divorcio aún secando la tinta en el documento de ídem que ha
recibido propuesta de matrimonio de Alberto Isla, al menos en esta
edición nos hemos ahorrado la turra de la edición pasada con Kiko
Jiménez construyendo un cutre anillo de pedida para la Gloria
Camila...
En
lo referente a las galas seguimos con la tónica ya habitual del
Jorge Javier y sus vaciles a los concursantes, sobre actuado
intentando actuar sin que parezca que actúe y cada vez se pasa más
tiempo riéndose con dirección por el pinganillo mientras el público
se queda helado y la audiencia preguntándonos de qué cojones se ríe
que no lo comparte con el respetable. La verdad es que tanto vacile y
tanta complicidad íntima con dirección empieza a desvirtuar el
ritmo de la gala y sus vaciles a los concursantes sólo terminan
provocándose risas a sí mismo...
El
sabrá.
Comenzamos
por Pascualina, más conocida como María Lapiedra que tras pasarse
un año tocando los cojones cada vez que pisaba un plató
manifestando su ansia y deseo de concursar, tras operarse para estar
presentable y tres estancias pasajeras en la isla, resulta que va a
un concurso de supervivencia cuando su alma llora lágrimas de sangre
si un inocente pececillo muerde el anzuelo, lo cual la impide comer
cualquier bicho que se cace, pesque o sencillamente haya que darle
muerte previamente antes de comerlo. Exacto, es un absurdo como
absurda es la existencia televisiva de la Pascualina, menos mal que
tuvo un año para mentalizarse porque si no hubiera sido capaz de
arrojarse del avión en pleno vuelo. Su convivencia y forma de
afrontar la supervivencia ha sido de niña tonta, de niñata entrada
en años y de un absurdo total para alguien que rogaba concursar...
Patética
Tenemos
luego a la Sofía que se ha dado cuenta de que Logan la estaba
utilizando, aunque era recíproco, pero le ha dado una de sus dudas
metafísico-sentimentaloides que le suelen dar cuando tiene un rollo
donde no se aclara con independencia de estar enrollada, la
dependencia por algún oscuro trauma de jugar a seducir conquistando
para luego su ánimo acabar enquistando. Lo cierto es que aburre,
cansa y duerme al personal con sus ciclos de enamoramiento y
descubrir que es una víctima. Juega con peligro de quemarse pensando
que domina el juego pero al final se la come el medio y el miedo que
seguramente es un indicador de su inseguridad aunque vaya de lo
contrario. Su historia empieza a ser una turra con ese suyo lo qué
sea que apareció al encuentro en la isla complemente muerto de sueño
y bostezando, pobre aprendiz de brujo que se nota cuando baja el
globo y pierde ese ímpetu del que hace gala en las galas de los
jueves...
Pobre
Sofía que de su corazón no se fía...
El
que pierde magnificencia es Logan Magníficus que no pesca tanto como
se prometía, es bastante cotilla y algo mete mierda sin discriminar
a la hora de meterla, la mierda digo, con ese espíritu de llevarse
bien con todo el mundo, no ligar con ninguna y solazarse mediante la
compañía del Joao. Logan se está cargando su concurso precisamente
al mostrase cual es cuando nos había enamorado lo que aparentemente
era, pero en tres semanas se le empieza a ver el plumero y además de
poco magníficus empieza
a ser bastante sopla gaitas...
Mucha
percha pero poco gancho que va disminuyendo a medida que pasan los
días.
Finalmente
se han cumplido las profecías de la Montoya y extraños resultando
expulsada tras tirar de los pelos y patear los huesos de la argentina
Romina. De momento no hemos visto las imágenes, que ya les vale que
nos quitan de disfrutar de lo más mierdoso, pero la historia es que
Romina quiso dar juego según las reglas de toda tele realidad que se
precie como es sacar de las casillas al contrario. Para Jorge Javier
tal actitud merecía una crucifixión verbal en directo, actuando
como el cree que sabe actuar, que si la gitana la tiró de los pelos
y pateó las costillas de la argentina, en el fondo se lo merecía.
Una vez más la televisión se la coge con papel de fumar, como
justificando que en el alma gitana va inherente la gresca, la bronca
y tal y tal que si encima se provoca pues explota...
Pero
la verdad es que Saray ha sido deleznable como concursante, de nula
aptitud y actitud, provocando desafiante, callando con satisfacción
cuando la Mosquera se mosquea, pero en realidad vemos una concursante
que pasó olímpicamente de concursar y desde el día uno se dedicó
a justificar que tenía que mantenerse a distancia porque la acaba
armando. Un refugio de Saray escudándose en el carácter de los
gitanos. No ha sido la argentina ni el resto de acompañantes en la
playa de mierda los racistas, ha sido la propia Saray con su actitud
y Jorge Javier debería ser menos moralista y sí más realista, de
expulsar a alguien debían ser las dos u las dos nominadas. La
organización del concurso y los responsables del mismo en la isla
deberían haber cortado de raíz, pero esto es un concurso y las
broncas son audiencia para que ahora venga el moralista de Jorge
Javier a dar lecciones a nadie como hizo con Romina mientras se
compadecía de Saray...
¡Más
madera!
Y
finalizo con el encuentro de Chabelita con Alberto Isla, momento
ñoño, romántico, enternecedor, liturgia de enamorados que traspasó
las pantallas logrando que todos saltemos de alegría con el Isla que
por fin vio libre a su Chabelita para volver a encadenarla postrado
de rodillas y pidiendo matrimonio. La verdad es que fue bonito porque
el amor siempre es bonito pero sorprende que se resuelva en semanas
las cosas del matrimonio que antes tardaban años en resolverse...
A
ver lo que dura el matrimonio sin convertirse en manicomio.
El
caso es que van tres semanas y hay un montón de pájaras que
tardaban en aparecer en otras ediciones y las tramas son de corto
recorrido. Nuestro favorito Francisco está cada vez más gruñón y
cascarrabias pero ha conseguido ser con la Mosquera líder, cada uno
en su grupo. Dos concursantes que luchan por sobrevivir de verdad
tratando de superar estados de ánimo, estar hechos una mierda para
la supervivencia pero que ganan enteros a cada jornada que aguantan
sin venirse abajo...
Aunque
a nadie le importe un carajo.The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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