Suplemento
cinematográfico cutre de The Adversiter
Chronicle
Guerra Mundial Z
(2013)
(World War Z)
Hay
películas que son inimitables y que crean subgéneros pero que o
bien tratan de imitar con ansias de mejorar el original fracasando
irremediablemente o bien mezclando subgéneros tratando de ser
originales. El Exorcista, Alien el 8º Pasajero y La
noche de los muertos vivientes
son ejemplos de lo dicho de joyas cinematográficas en el género de
terror. Por otra parte al equipo de cata cinematográfica no nos
fascina el subgénero de zombis y no sólo porque trabajar en el
turno de noche induce a que la mente vea fantasmas y cosas extrañas
tras ver una película de terror o decirte que tienes que doblar el
turno...
Dirigida
por Marc Foster en 2013, Guerra Mundial Z
trata de ser original dentro del subgénero de zombis aunando el
subgénero de catástrofes. En lugar de un avión, un rascacielos en
llamas, volcanes surgidos de súbito en el asfalto, terremotos y
demás desgracias que nos hacer ser conscientes de nuestra
vulnerabilidad, aquí el escenario de la catástrofe es el planeta
Tierra en sí. Lo malo del subgénero de catástrofes es que peca del
mismo mal que el subgénero de zombis: vista una, vista todas. Mas
que nada porque siguen un patrón bastante lineal con protagonista o
protagonistas que se alzan como líderes o salvadores ante la
catástrofe, sabes de antemano que al final se salvará todo el que
pueda y que el sistema cuanta con gentes y medios para redimir la
falta de previsión con liderazgo y decisión en utilizar todos los
recursos disponibles para salvar a los supervivientes.
Nuestra
fobia al subgénero de zombis proviene de la admiración por La
noche de los muertos vivientes
que es imposible de superar o actualizar pese al cine en color o los
efectos digitales. Si no hay una inmersión previa por parte del
espectador que se abandona a la trama, cuerpos moviéndose como si
sufrieran un ataque epiléptico, rostros carcomidos y roídos por la
muerte y mordiscos a todo ser humano que pillan por delante, acaba
siendo cansino y, sobre todo, repetitivo. Tampoco ofrece muchas
variantes una historia universal de personas atrapadas y rodeadas por
una turba de muertos vivientes salvo para fanáticos del subgénero
que viven una época feliz con películas y series de televisión
basadas en historias de zombis.
El
atractivo de la película reside en la presencia protagonista de Brad
Pitt y el protagonismo de los efectos digitales aunque se rinde
homenaje a diversos títulos en algunas escenas de un guión
frenético alrededor del planeta en busca de la zona cero de
propagación. Acción trepidante que no deja tiempo a pensar en las
incoherencias inherentes a este tipo de productos y gotas de humor
inteligente como ese Israel amurallado contra los zombis donde se
permite la entrada de palestinos bajo la máxima irrefutable de que
un ser humano que salvan es un zombi menos que eliminar, donde la
ciudadanía árabe e israelí se unen en cantos y jolgorios que
atraen a su vez a los zombis que terminan siendo atraídos por el
mismo y acaban invadiendo las murallas mientras Brad Pitt sale por
patas...
¡Porque
en realidad se pasa la película saliendo por patas de todos los
desaguisados zombis!
Del
elenco femenino poco que reseñar con Mireille Enos y las dos niñas
como floreros ñoños y de supuestas escenas de amor y ternura
protectora como apoyo anímico al héroe protagonista y destacar a
Daniella Kertesz de abnegada ciudadana soldado israelí y
protagonista de la mejor escena de la película cuando Brad Pitt le
corta de un tajo la mano con mordisco zombie. El resto del reparto
son todos actores secundarios Bob que aumentan la sensación de que
el presupuesto de reparto sólo daba para una estrella y su réplica
femenina...
Película
predecible que trata de suplir los defectos del subgénero con ritmo
continuo, efectismos ya poco efectistas por vistos, trama vista una y
mil veces con un mensaje final en un final acelerado que nos hizo
preguntarnos si en realidad es que planeaban secuela o bien estamos
ante un bien planeado episodio piloto de una serie. En ambos casos la
película decepciona y un final hermoso y original sería con Brad
Pitt mordido por capullo al infectarse con un virus tratando de pasar
camuflado ante los zombis, pero el mensaje final es el típico de
seguir luchando contra las adversidades porque la fraternal unión de
todos los seres humanos del planeta logrará que la humanidad siempre
salga airosa de los embates de la madre naturaleza que es un asesino
en serie como indica el experto virólogo, una especie de profesor
Bacterio, que afortunadamente tropieza con la escalerilla del avión
y se mata sin querer al inicio del metraje librándonos de sus turras
que sustituyen la crueldad de Dios por la furia de la Naturaleza.
Actualización
en suma del tema zombis recurriendo a tópicos típicos, una estrella
de Hollywood al frente del reparto y poco más de una película que
no resiste más visionados porque es predecible, ya vista y algo ñoña
en el fondo salvo ese encanto de fascinación que siempre es ver el
mundo apocalíptico. Al final no sabes de dónde salió el virus y si
sabes ya desde las primeras ñoñeces que Brad Pitt salvará al
mundo, se reencontrará con su familia (debe ser el único que lo
logra vista la mortandad viviente) y el mundo será salvado porque
nos uniremos ante la adversidad...
Salvo
que nos caiga un pedrusco del cinturón de asteroides, claro.The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
theadversiterchronicle@hotmail.es
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