Resulta
extraño un sábado festivo, con ese aire de domingo y sin la
angustia de un lunes otra vez, aunque puede que sólo sea una
percepción...
Pero
de alguna forma parece que los problemas entran en pausa, salvo para
quienes tienen problemas de verdad en un sábado festivo, que los
festivos no entienden de penas. Por una parte la ya universal
celebración de Halloween y por otra rendir tributo a los ausentes en
su lugar de enterramiento, ignoro si es también de descanso ya que
es uno de esos misterios que sólo se resuelven cuando te toca ser el
protagonista del enterramiento, incineración o quedarte momificado
porque nadie nota tu ausencia...
Hay
vivos muy muertos y hay varias muertes en vida: muerte social, muerte
laboral y demás. Se sigue vivo pero mueres en el ámbito en que te
maten o te mates, pero sigues vivo aunque haya ocasiones en que no
baste para seguir viviendo...
Resulta
muy de Halloween que se anuncie la reanudación de pruebas nucleares,
como si la espada de Damocles de la Guerra Fría volviera a prender
sobre nuestras cabezas y la guerra convencional resulta una solución
mejor que una guerra termonuclear. Resulta además totalmente absurdo
cuando las simulaciones informáticas son una opción mejor que las
detonaciones de prueba. Resulta irónico que se pare una sangría
mientras se resucitan otras...
Tal
vez todo, como la vida misma, sea un teatro. Al final el éxito de la
función depende de un buen libreto, un buen elenco que lo interprete
y una buena dirección escénica sin olvidar tramoyistas y resto de
personal que hace que funcione todo y se pueda celebrar una
función...
También
la política es teatro y últimamente el libreto es infumable, el
elenco es realmente falto de talento y sólo el personal profesional
hace que siga la función. Pero la culpa de una mala función depende
del libreto, el elenco y la dirección. Cuando el director, en quien
se confía y elegido porque merece la confianza del productor que
pone la pasta gansa, se convierte en un actor más de la función,
todo el elenco se contagia de su mal e inadecuado papel de actor o de
actriz del director o directora de turno...
En
política el productor es el electorado y exige una buena función
donde las representaciones diarias superen la del día anterior.
Cuando cada día la función es peor, se contagia a todos los
integrantes del espectáculo que se aprovechan de que la producción
permite que haya un director o directora que ni saben serlo ni saben
actuar a la vez que dirigen y todo acaba resultando una auténtica
mierda...
Y
cuando la función, una mala función, conlleva perdidas de vidas
sencillamente hay que bajar el telón, despedir al director de turno
y rescatar lo que se pueda del elenco, porque si falla el teatro los
tramoyistas y resto de gentes que hacen que todo se pueda representar
acaban siendo las víctimas de quienes no dependen de la soldada
mensual...
A
lo mejor es que el teatro se ha convertido en un circo y el productor
se entere cuando las pérdidas ya no se puedan camuflar y ocultar...
Es
más fácil apretar el botón nuclear para no rendir cuentas, sin
nadie que las haga un déspota se convierte en un mesías...
Y
si se anula al productor, el teatro se convierte en la realidad.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
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