The Adversiter Chronicle

martes, 11 de noviembre de 2025

"Ni a pata ni alpargata y menos a La Alcarria", suplemento viajero cutre

Suplemento viajero cutre de The Adversiter Chronicle

Viaje a sacar la basura una noche de noviembre

El viajero pulsa el botón y oye como arranca el ascensor un par o tres de pisos más abajo. Es esa hora extraña en la escalera donde sonidos inaudibles durante el día se hacen oír a medida que la noche avanza. Entra el viajero y observa cerrarse las puertas del ascensor. Pequeñas vibraciones y sonidos exteriores en el ascensor a medida que desciende hace que el viajero barrunte para sus adentros cuántas veces se ha puesto dentro de una caja de aluminio colgando de unos cables que no deben estar muy lubricados por los sonidos del exterior...
El viajero sale del ascensor, no hay nadie en el portal y ya es de noche en la calle donde tampoco hay nadie. Recuerda el viajero las, no tan lejanas aún, noches de calorcillo con infancia jugando y adultos en las terrazas. Ahora no hay un alma, alguna ventana iluminada y los contenedores de basura esperando que les abran la boca y les echen basura en bolsas y en ocasiones sin bolsa ninguna. Debe el viajero sortear los coches, se fija en que hay uno nuevo, brillante y de líneas un tanto agresivas. Tira la bolsa al contenedor, que no está muy poblado, y cierra el viajero los ojos un momento, respira olfateando el aire de la noche de noviembre y recuerda otras noches de noviembre, ese frío casi inaudible que te va empapando, de hojas moribundas y un sin fin de sensaciones en otras noches de noviembre. Despierta el viajero de la ensoñación y se encamina de nuevo al portal. Mira el buzón, no ha salido el viajero en todo el día, pero sólo encuentra un solitario folleto publicitario de comida rápida que mete en el buzón de abajo que no recibe cartas de nadie porque nadie hay en ese buzón. El ascensor sigue ahí, como un fiel sirviente esperando a su señor. El viajero observa las puertas cerrarse y el quejumbroso arranque del ascenso, con menos ruidos exteriores aunque un ligero aumento de las vibraciones. Que distinto, barrunta el viajero para sus adentros, el ascensor de día del ascensor de la noche, qué haría el viajero si de súbito se para el ascensor, desde luego el timbre resonaría en las escaleras y descansillos, pero no está muy seguro de que acudieran raudos los vecinos en su ayuda...
La ligera sacudida cuando se detuvo el ascensor, devuelve al viajero a la realidad y sale a la vez que saca las llaves de la puerta. Es buena hora para sentarse en el sofá y...
Pero ése, ya es otro viaje.

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
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