CUANDO NOS METEN EN UNA
CONVERSACIÓN SOBRE FÚTBOL
La
Era digital ha traído la proliferación de retransmisiones deportivas
por subscripción, ya sea a plataformas digitales o televisión por
cable. Las antaño amistosas trifulcas hablando sobre fútbol de la
Era analógica donde la radio era el único medio de seguir todos los
encuentros deportivos, se han transformado en auténticas batallas
argumentales donde se llega a la violencia física. Me refiero al
fútbol, ese deporte de masas que ahora tienen acceso a ver todos los
partidos del mundo mundial con perspectivas desde distintos ángulos
y hasta simulaciones informáticas. Es por tanto la compostura del
postureo de hoy de carácter general, del común de la ciudadanía
que tiene su corazoncito en el equipo local, gusta de seguir la
actualidad deportiva mas sin preferencias por uno u otro equipo e
incodicional de la selección nacional. Porque quienes quieren
meternos en una conversación sobre fútbol suele ser un auténtico u
auténtica friki del fútbol, su tiempo libre se lo pasan viendo
fútbol y su tiempo laboral escuchando programas deportivos en la
radio o grabaciones de audio de programas deportivos. Luego está el
vecino que se viste con camiseta, bufanda, banderita y hasta la gorra
del equipo local y luego babea viendo a uno de los grandes
convirtiéndose en un auténtico energúmeno cuando habla de fútbol.
Antes que nada, quiero aclarar que no hay compostura del postureo
clara cuando se trata de una conversación sobre el equipo local
donde cada vecino y vecina es un entrenador como sucede con las
selecciones nacionales y regionales. Nos centramos en dos composturas
del postureo empezando cuando nos quiere meter en una conversación
de fútbol un o una friki que ya no les soporta nadie y nos pillan
desprevenidos tomando un cafelito o un buen tentempié, que nos
entran de forma abrupta y generalmente comentando algo que están
televisando y el riesgo de ser amables y que nos enganche y nos nos
suelte hasta que tenga que ir a evacuar aguas menores. La mejor
compostura del postureo es, con amabilidad y diplomacia vaticana,
manifestarnos seguidores de deportes para sibaritas alejados del pan
y circo para la plebe, que nos gustan las carreras de trotones es una
buena compostura del postureo salvo que el interlocutor o
interlocutora estén ya algo pedos del bebercio que pueden pensar que
les estamos vacilando y la cosa irá a mayores, si bien puede
sustituirse nuestra pasión por las carreras de trotones en que nos
gusta la colombofilia y en cualquier caso una compostura del postureo
esquiva y prevenida en otear este tipo de frikis del fútbol desde el
sofá de casa y que no tienen más aliciente en la vida doméstica y
entornos laborales que estar al tanto de la prensa deportiva impresa
y radiofónica sin menosprecio de tertulias televisivas nocturnas
cuando pillan baja laboral. La compostura del postureo con el vecino
de barrio, garito y quiosco del mismo que se maquea de forofo del
equipo local y luego es un energúmeno hincha de algún equipo
capitalino o periférico capitalino, es la de sencillamente evitarlo
en los fines de semana. No hay con quien tratar, posiblemente ya no
le aguanten en el entorno doméstico y suelta estrés cuando engancha
a un pardillo para acabar discutiendo de forma, reitero, energúmena.
De nada sirve una compostura del postureo amable y comprensiva,
cualquier causa entre semana la viene barruntando y desahoga con el
fútbol de argumento, ya sea el equipo local o uno capitalino u
periférico capitalino porque sencillamente no hay con quien tratar.
Dejo para otro artículo este mismo tipo de ejemplos en el ámbito
familiar donde hay auténticos estragos en cenas navideñas, convites
familiares o saraos de velatorio y que prometo tratar en su momento.
Finalizar que una compostura del postureo preventiva a la hora de
situarnos cerca de alguien en la barra del bar es cumplir el dicho de
que más vale prevenir que curar, ser víctimas de una discusión de
fútbol en este caso.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
http://theadversiterchronicle.org




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