Si no fuera que los
sufrimos, son tiempos dignos de observancia ya que vemos en tiempo
real lo que se leía en los libros cuando había revueltas por crisis
de distintas causas. Tiene su lógica, recuerdo que en la época de
vacas gordas nadie se quejaba porque había ambiente optimista de
apogeo consumista y todo el mundo podía hipotecarse, poner negocio,
contratar de forma más o menos legal para cuidar de los mayores y
hasta se iba de crucero y vacaciones en verano para pagar en
diciembre que los fastos navideños se pagaban en marzo...
Había hasta cierto orden
mundial, más que nada porque esto era un remanso de paz y
prosperidad y las guerras eran lejos y lejanas, cosas que pasan por
la tele mientras se almorzaba. Resultaba difícil ver que aquellas
revueltas de antaño que tiraban monarquías y coronas fuera por
cosas en apariencia nimias que en un momento determinado del
acontecer histórico se arremolinaban para desembocar en revueltas,
revoluciones y finalmente la guerra...
Me pregunto cómo se
recordará esta década maldita cuando el siglo vaya tocando a su
fin. Supongo que hablarán de la crisis de 2008 que fue el
pistoletazo de salida para el auge del populismo y la demagogia en el
poder político empapando al resto de actividades sociales. También
del hedonismo en las redes sociales y su fenómeno de fenómenos que
ejercían influencia para un consumismo que no nos deja ver más allá
de nuestras narices donde abrazamos y votamos grandes frases de
enormes ideales que sólo esconden a los cuatreros de siempre en
todas las épocas pasadas, presentes y futuras...
Puede que en dos décadas
el integrismo cristiano alcance el poder mientras Occidente cede su
hegemonía a un nuevo poder hegemónico que nos deje asarnos en
nuestras propias brasas y tal vez la fe religiosa sea necesaria en
ese futuro, aunque será un futuro oscuro comparada con la
luminosidad que aún gozamos y que nos empeñamos en atenuar en todas
partes por todo el mundo...
Resulta triste y absurdo
que fuimos un comunidad planetaria contra un enemigo biológico y
microscópico y nunca seamos, y por los precedentes nunca lo
seremos, capaces de serlo para combatir los males de nuestro tamaño
que nos empeñamos en aumentar. Igual la solución sería detectar un
enemigo común y externo, grande como una montaña en ruta de
colisión con la tierra, con antelación suficiente para dejar las
pendencias y concentrarnos en la amenaza, igual lo sería...
Suena una vieja canción
y, por un instante, todo se detiene.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
http://theadversiterchronicle.org
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