He sentido, de primeras,
incredulidad cuando escucho y veo la noticia de que en unas fiestas
se ofrecía como actividad lúdica e instructiva para la infancia en
las artes de la lucha callejera y urbana donde no faltaba un
monigote uniformado de policía y el arrastrar contenedores contra
las fuerzas del orden...
Puede que esta década
donde se ha vuelto a la guerra de trincheras y a discursos de
violencia sea justo y normal que regresen actos e imágenes que
recuerdan aquellas películas de propaganda nazi donde los niños
jugaban a la guerra en las Juventudes Hitlerianas, ofreciendo un
universo guerrero de superioridad y supremacía racial. Que ahora
sean los nacionalismos quienes fomentan la propaganda y actividades
como juegos para atraer a la infancia es indiferente. No lo es tanto
que haya adultos y mentes intelectuales que planifiquen, propongan y
lleven a cabo talleres de guerrilla urbana para la infancia. Tampoco
que no haya nada ni nadie que supervise la aprobación para llevar a
cabo tal manipulación en las mentes infantiles que serán adultos el
día de mañana previamente programadas sus mentes...
Hay que aceptar, supongo,
que en tiempos de crisis como ahora que son como los de antaño
salvando la distancia tecnológica surjan ideas radicales, dignas de
respeto recíproco como lo son con quienes piensan distinto lo cual
es ninguno por sus partes...
Recuerdo que en mi
infancia hice una actividad que consistía en acudir a un circuito
donde no faltaban aceras, semáforos, pasos de cebra y hasta
edificios, todo ello a escala para que la infancia pudiéramos
practicar movernos en bicicleta respetando las señales y aprendiendo
a indicar los giros...
Pues ahora en estos
tiempos modernos, resulta que se enseña a la infancia a tirar a
matar a las fuerzas del orden y arrojar contenedores mientras que no
se enseña a circular con unos mínimos rudimentos a usuarios de
patinetes y de bicicleta. De momento son más quienes están en la
ignorancia de los rudimentos de guerrilla urbana que quienes ignoran
los rudimentos de circular en ciudad con patinetes y bicicletas, pero
las tornas pueden cambiar...
Cuando acabé la actividad
daban un carnet azul que acreditaba que sabía circular en bicicleta
por entornos urbanos y me pregunto qué tipo de acreditación otorgan
cuando una niña o un niño terminan la actividad programada por
mentes enfermas con el amparo de las instituciones...
A veces todo este circo
parece una olla a presión.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
http://theadversiterchronicle.org
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